La clave está en el IVA que se oculta a Hacienda. Es ahí donde se obtiene el margen que permite a algunas operadoras ofertar precios tan baratos, alejados del resto del sector. En realidad, es el resultado de un fraude que desde hace años, en especial en los dos últimos, se comete en una parte de la cadena de comercialización. No repercutir el IVA que se cobra al cliente en alguno de los eslabones del proceso, -desde la extracción del combustible de los depósitos hasta su comercialización en la estación de servicio- se puede traducir en diferencias de precio de hasta 40 céntimos por litro a la hora de repostar.

Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), asegura que hace tiempo que su sector sufre este tipo de fraudes. Recuerda que no son las gasolineras las que lo cometen, que ellas abonan el IVA cuando adquieren los carburantes a sus proveedores, pero que son estos los cometen los incumplimientos tributarios. En España operan alrededor de 12.000 estaciones de servicio y apenas un porcentaje muy reducido opera con este tipo de proveedores delictivos.

Asegura que bastaría con eliminar el régimen suspensivo sobre los hidrocarburos que rige aún en España. Una medida legal que suprime la obligación del pago del IVA en la primera fase del proceso, el relativo a la extracción de los hidrocarburos. Rabadán recuerda que en Italia aplicaron medidas para erradicar este tipo de práctica y dieron resultado: "Terminaron con el fraude del IVA, ahora los delincuentes lo tenemos aquí"

Pregunta.- El fraude de los hidrocarburos no es nuevo. Persiste desde hace años. ¿No se le puede hacer frente?

Respuesta.- Venimos denunciándolo desde hace mucho tiempo. Este fraude se comete en el tramo mayorista del sector de los hidrocarburos. Petroleras y estaciones de servicio nos estamos entendiendo a la perfección porque entendemos que nos afecta a todos los intervinientes en este mercado. Este fraude se ha multiplicado en los últimos tiempos. A los operadores que cumplen con sus obligaciones tributarias les afecta mucho porque les quita mucha cuota de mercado. Y a nosotros, las estaciones de servicio, nos expulsa del mercado.

P.- Competir en estas condiciones, con diferencias de gasta 40 céntimos por litro, es imposible para una estación de servicio...

R.- Sí, hay gasolineras que compran a estos operadores fraudulentos que al no liquidar sus impuestos les ofrecen al menos un 21% más barato el producto. La consecuencia es que tenemos gasolineras vendiendo a un euro o un euro y poco y sacan del mercado a las estaciones de servicio que compran a operadores que sí cumplen con sus obligaciones tributarias. ¿Cómo van a poder competir si compran al por mayor a un precio mucho más caro?

P.- ¿Cuántas gasolineras estiman que en España pueden estar comprando a este tipo operadoras fraudulentas?

R.- En toda España hay alrededor de 12.000 gasolineras pero es muy difícil saber cuántas compran a estas operadoras. Será una cuantía muy pequeña de gasolineras. La inmensa mayoría sí cumple. En mayo la Agencia Tributaria envió un requerimiento a 400 estaciones de servicio para recabar información. Nosotros lo que les dijimos es que esos requerimientos debían servir para tirar del hilo, para conocer quién les vende y dónde compran esas operadoras y saber si han liquidado o no sus impuestos. El delito, no lo olvidemos, se comete en el tramo mayorista, no en las gasolineras.

P.- ¿Cómo funcionan estas estructuras fraudulentas?

R.- Básicamente, son operadores de la cadena, desde el origen hasta la venta en las gasolineras, que no repercuten a Hacienda el IVA que cobran a sus clientes. Ahí está el fraude. De algún modo, se apropian de ese 21% que no repercuten. Detrás se esconden estructuras para cometer delitos. Sociedades que piden aplazamientos para el pago y luego desaparecen o que no tienen nada en propiedad, o que están a nombre de testaferros, sociedades interpuestas, sociedades pantalla, etc. Al final, desaparecen y no hay nada. Nosotros desde la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, junto a otras organizaciones, estamos pidiendo en el Congreso de los Diputados que se apruebe ‘la solución italiana’, que pasa por acabar con el régimen suspensivo de hidrocarburos en los depósitos fiscales para que, cuando el producto abandone el depósito fiscal, desde el inicio de la cadena pague automáticamente el impuesto, lo liquide.

P.- En el sector, ¿conocen cuáles son las operadoras fraudulentas? Cuándo compran a esos precios, ¿no saben que puede ser fraudulento?

R.- Hay algunos que sí conocen que puede ser fraudulenta y otros no. Hay cadenas que teóricamente debieran saberlo, pero la cuestión no es esa. La carga de la prueba no hay que ponerlas en las estaciones. Ellas pagan el IVA, lo que haga el proveedor… Lo que tiene que hacer la Administración es poner las herramientas para conocer quién comete un fraude y quién no.

P.- ¿Cuándo el precio de un combustible es excesivamente bajo debe llevarnos a sospechar?

R.- Puede ser, pero entonces ¿qué hacemos?, ¿compramos más caro? Lógicamente en mi labor como empresario compraré a quien me dé más garantías, quien me sirva un producto de calidad y al más barato de entre ellos.

P.- Pero, ¿temen que se les pueda acusar de estar colaborando con un comportamiento fraudulento?

R.- Eso dice la Administración. Pero yo me pregunto una cosa, ¿la Administración no coge también la oferta más barata cuando licita un suministro? ¿Una empresa privada no puede hacerlo? La Administración debe acabar con el fraude a través de las normas y la Policía y los jueces y no dejar en manos de un sector integrado en un 70% por Pymes y decirles que si el precio es anormalmente bajo no le compren. Entonces, ¿qué hago, me salgo del mercado? No podemos dejar la resolución de un fraude en un sector compuesto en un 70% por Pymes. Regúlenlo y ya está. No podemos estar haciendo de policía para la Administración.

P.- Este fraude ha derivado en una guerra entre estaciones con precios muy dispares. ¿Han tenido que cerrar muchas gasolineras en los últimos años por esta competencia desleal?

R.- Sí, algunas, especialmente en entornos rurales. Es una muerte de desangrado. La instalación va siendo menos rentable, se prescinde de personal y al final se ofrecen menos servicios y horario. Es una muerte lenta. En muchas gasolineras estamos en esa vía. En núcleos rurales están cerrando muchas.

P.- ¿En qué consiste realmente esa ‘solución italiana’ que contemplan para acabar con este fraude?

R.- Lo que decimos es que en ese momento debe pagar el IVA, nada de aplicar un régimen suspensivo. Y que luego siga la cadena de IVA como cualquier otra mercancía. Es decir pagas el IVA y luego se lo cobras a tu cliente, que a su vez lo venderá con IVA al consumidor final. Ahora lo que sucede es que cuando sale del almacén –un puerto, un depósito- no paga IVA, lo permite la ley. De este modo el operador saca el producto sin IVA pero lo vende con IVA. ¿Qué pasa con ese IVA que él ha repercutido al cliente pero no ha soportado? Pues que debe ingresarlo en la Agencia Tributaria y estos operadores fraudulentos no lo ingresan. Ahí está el enriquecimiento. Se llama la ‘solución italiana’ porque en Italia tenían ese mismo problema pero implantaron la medida y acabaron con el fraude. Provocó que todos los delincuentes que estaban operando en el mercado italiano han venido al mercado español. Han visto que la legislación era propicia y favorable para seguir delinquiendo aquí.

P.- ¿Por qué se aplica en España un régimen suspensivo –la dispensa de tener que abonar el IVA- a los hidrocarburos en la primera fase del proceso?

R.- Cuando se implantó esa legislación no se quería provocar un quebranto innecesario a las tesorerías de los operadores. Pero es que esa no debe ser la solución. Si no, ya vemos lo que sucede. Entiendo que se hizo con buena voluntad, pero se dejó a los delincuentes una puerta abierta y cuando la ven abierta, suelen entrar…

P.- ¿Cuál es la resistencia a que eso se modifique?

R.- No lo entiendo bien. Es una cuestión de voluntad política. Hay una enmienda registrada en el Congreso pero entre la inacción del Parlamento y la dificultad de llegar a acuerdos, está dormida en el Congreso.