Esperar al momento idóneo para que no vuelva a decaer sorpresivamente. Esas son las intenciones de Sumar en el Congreso de los Diputados ante uno de los asuntos cruciales en este momento de mandato, a nivel social, pero también en términos de agenda política para los magentas. Que han recuperado protagonismo, algo de oxígeno en el debate parlamentario, tras meses copados por el rechazo a la amnistía y el choque entre el PSOE y el PP junto a Vox. Aunque aseguran que las conversaciones entre todos los grupos de la mayoría de investidura siguen abiertos, incluidos con Junts, que este martes se enredaba con la posibilidad, ya desmentida, de contribuir con el PP a una moción de censura contra el presidente del Gobierno.

"Hay que traer otra nueva proposición de ley cuando sepamos que sale", apuntan fuentes nacionales de Sumar. Retratan una difícil realidad parlamentaria, con incertidumbre permanente donde "nunca sabes" si tienes los apoyos del todo atados. Y, con los congresos políticos aún en el calendario, no es el momento más recomendable, entienden.

Se alude a la propia Asamblea de diciembre de Sumar, de la que dependerá la remodelación del partido tras la baja ejecutiva de Yolanda Díaz, que sigue, no obstante, con sus funciones de Gobierno y como engranaje de la acción política planteada internamente en foro. Pero también al del PSOE en noviembre y más a la de Junts. Los de Carles Puigdemont se reunirán en Barcelona a finales de octubre. Es viable que recupere el liderazgo y material, dentro de la Ejecutiva. Y a partir de ahí, en Sumar consideran que el partido tendrá planteados sus criterios de forma clara. "Con los deberes hechos" será el momento de reabrir plenamente el debate, detallan. Por otro lado, ERC y los Comunes tienen los suyos propios.

Fuentes de los magentas consideran que la manifestación de propietarios en Madrid este fin de semana ha sido un punto de inflexión. Y que las reclamaciones solo pueden ir a más en las próximas semanas sin que la dotación del bono del alquiler de la parte socialista del Gobierno, anunciado horas después, vaya a calmar las aguas. De hecho, desde el partido ya se ha alertado que puede incrementar el problema. Por ello, consideran que con las remodelaciones internas necesarias ya solventadas y la presión social más patente, también en Cataluña, Junts tendrá muy difícil volver a desmarcarse de el consenso ya establecido en esta materia con el resto de socios de la izquierda. Incluso con el plácet de un Podemos combativo que desde fuera del Ejecutivo puede permitirse pedir más contundencia a Sumar para competir electoralmente a futuro.

Creen en Sumar, además, que el incremento de la exigencia también debe potenciar un cambio de actitud en el PSOE. Porque la apuesta inmediata de Pedro Sánchez por incrementar las partidas en 200.000 euros para la ayuda al pago del alquiler a las rentas menores de 21.600 euros [tres veces el IPREM] supone un mensaje a los afectados y los manifestantes. Y ese es, para fuentes de Sumar, que los socialistas "no han entendido nada". "No esperábamos esta reacción", añaden. Porque sin topar el precio de los alquileres, difícilmente ese dinero aliviará la carga fiscal si éstos siguen al alza, se defiende internamente. Defienden que tiene sentido dentro de un mercado regulado. Próximamente, indican desde la formación magenta, el PSOE deberá posicionarse claramente y quitarse la complejidad. "Después de lo del domingo no pueden quedarse solo con los bonos, eso ya no vale", expresan en Sumar.

La acción del Gobierno no puede limitarse a los bonos al alquiler. Eso ya no vale

De ello, al mismo tiempo, son conscientes fuentes socialistas con representación parlamentaria. Saben que la acción no puede limitarse a los bonos de alquiler, pero justifican que mientras no pueda irse más allá, son un complemento. Este mismo martes, en sede parlamentaria, el portavoz socialista, Patxi López, espetó a Sumar que estas ayudas forman parte del pacto de coalición. "Ya sabemos que a muchos no les gusta" pero sirven para "aliviar" la situación de 66.000 personas que se suscribieron en la anterior edición. Éste está gestionado por las comunidades y facilitado por el Estado, recalcó. Además, hizo hincapié en que "no hay una varita mágica" para poner fin inmediatamente al problema de vivienda. Y que todo debe pasar por la construcción de nueva obra.

Sumar, en cambio, entiende que si bien la mayoría del PP en catorce enclaves territoriales impide la aplicación de la ley de vivienda de 2023, sí se podría "dar ejemplo" desde las comunidades con signo socialista como Asturias, Navarra, Castilla-La Mancha o Euskadi, en coalición con el PNV. "Sería un marco argumental poderoso", insisten, entendiendo que las demandas sociales para aplicarlo en las regiones populares ascenderían. El foco ahora está sobre la ministra de Vivienda, Isabel Rodriguez. Solicitada su comparecencia en el Congreso por ERC y EH Bildu a principios de mes, tras apelar a la "solidaridad" de los propietarios para unos precios de alquiler justos a sus inquilinos, Sumar amagaba con forzarla en votación si la ministra se resistía y no acudía por voluntad propia. Finalmente, Rodríguez ha pedido acudir a pleno por voluntad propia, pero sin otra opción.

La expectación está en esa cita que transcurrirá el miércoles 23 de octubre. Esperan que vaya con propuestas claras que marquen un cambio de rumbo en el Gobierno. Más allá del registro obligatorio para anunciarse en plataformas. Que exigiría ir uno por uno entre todos para garantizar buenas prácticas que no convencen en Sumar. Desde la formación evitan valorar nada más al respecto hasta que comparezca. Aunque sí indican fuentes del partido que no les gustaría estar en su pellejo. Sobre todo "porque la presión va a seguir subiendo" y "el listón será más alto". En definitiva, las exigencias de la calle se recrudecerán, consideran.

Sin temor a un desgaste en el Gobierno

El inicio de legislatura estuvo marcado por la desligazón abrupta, tras varios tira y aflojas, de la marca de Ione Belarra en el Congreso. Desde entonces están integrados en el Grupo Mixto cuatro representantes morados por los 27 de los magentas. Podemos, a diferencia de Sumar, que optó por mantener un perfil bajo y solo personar a figuras de su grupo parlamentario, no ministros, compareció ante los medios el domingo en la manifestación. Allí Belarra acusó al Gobierno, incluido a Sumar, de no tomarse "en serio la lucha por la vivienda".

Pese a esa presión, no hay preocupación en Sumar, especifican, ante una posible recuperación de Podemos por este y otros factores, ante la falta de capacidad de influir en el PSOE desde el Consejo de Ministros. En el último, el de este martes, Sumar llevó su rechazo al anuncio sobre el bono del alquiler hecho por Sánchez. Fuentes de Sumar afirman que dentro del Ejecutivo cuentan con "herramientas para presionar". Las emplean, y se compaginarán con esa presión de la calle estimada.

Ahora bien, no creen que en el electorado de izquierdas se considere que Sumar no está moviéndose para presionar al PSOE o abordar esta cuestión u otras como la conciliación. En el caso de la Vivienda, apuntan, desde que presentaron la proposición tumbada por Junts, el debate y el descontento social, "que ya estaba ahí", ha empezado a entrar "en tertulias" en las conversaciones cotidianas. "Eso ya es un logro", añaden. "El momentum para reabrir el debate fue la votación que perdimos. Y hemos contribuido a eso", expresan.