El comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, detenido en el 'caso Koldo', aseguró a sus superiores que el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, había utilizado móviles de los que él proporcionaba a su asesor en el Ministerio Koldo García y a un grupo de empresarios que la Audiencia Nacional investiga por corrupción. En un audio, Villalba asegura que él vio a Ábalos con uno de los teléfonos securizados.

En una grabación a la que ha tenido acceso El Independiente, el comandante trata de explicar a su jefe la relación que él tenía tanto con Koldo como con el empresario Víctor de Aldama que, en ese momento, acababan de ser detenidos por la Guardia Civil acusados de cobrar comisiones ilegales millonarias a cuenta de contratos de mascarillas durante la pandemia. Ambos estaban dados de alta en el registro de confidentes del Servicio de Información de la Benemérita, donde Villalba trabajaba.

El papel que este comandante tuvo en la red de corrupción fue, presuntamente, el de prestar teléfonos encriptados a cambio de un cobro mensual de 2.000 euros, según los informes de la Unidad Central Operativa (UCO). Villalba intenta explicar a su superior que Koldo y Aldama pagaban por los "teléfonos en B" y trata de enmarcarlo en la normalidad de la relación con los confidentes.

Rubén Villalba: Ellos han pagado, durante todo este tiempo, tanto Koldo como Aldama, ellos han pagado por ejemplo cuando les proporcionábamos teléfonos en B, a Koldo, Koldo eso lo ha pagado, siempre ha pagado

Agente 1: ¿Pero para sus teléfonos, te refieres?

R: Sí sí, ellos pagaban. Koldo y este... Víctor Gonzalo de Aldama, sus cosas las pagaba el pagaba sus cosas

La Guardia Civil advierte en un informe de que de estas grabaciones se ha expurgado "todos aquellos datos que, a juicio de los instructores, se encuentran amparados en los referidos acuerdos del Consejo de Ministros, así como aquellos que no tienen interés para la investigación". Por eso, el audio suena en ocasiones entrecortado.

R: Después, sí cuando iba acumulando, nosotros íbamos acumulando a raíz de su seguridad en la telefonía, es más, en los teléfonos se conseguía y cada teléfono me parece que costaba, casi 200 euros, porque él pedía un teléfono, no sé si costaba nada más el teléfono 140, pero después le sumabas la tarjeta, le sumabas la recarga 40 euros al final se pone en 200 euros más 200 euros más el teléfono mío. Son 400 euros cada x tiempo. Hay veces que él quería dos o tres teléfonos por mes ¿no? Porque decía que contaminaba. Pues eso era sumar y cada vez iba dando 2.000 euros para pagar.

Lo cierto es que el jefe muestra su extrañeza de que se pagara tanto dinero y le llega a decir "Rubén, son muchas cantidades de dinero". El comandante trata de encajar la cantidad de 2.000 euros en los distintos pagos por los dispositivos, pero los investigadores creen que esa cuota se pagaba de forma fija e iba a parar al bolsillo del comandante, por lo que lo acusan de un delito de cohecho.

El guardia expone que Aldama estaba obsesionado con su seguridad e, incluso, llegó a pedir un barrido de su coche a la guardia Civil. "Ahí, la cosa fea realmente Rubén es ¿Qué cojones hacemos nosotros comprándole telefonía a este tío macho?", le pregunta su superior. El comandante asegura que no puede haber rastro de cuántos dispositivos entregó a la trama porque él mismo se encargaba de que no quedara. "Son de usar y tirar. Es más yo esos teléfonos una vez se utiliza, yo se lo pedía, me lo daba y yo lo destruía. No hay rastro de esos teléfonos", le cuenta.

El informe de la UCO señalaba que, en palabras de Villalba, Koldo le llegó a preguntar si el teléfono de Ábalos y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estaba intervenido. Algo que el exministro negó tajantemente la última vez que habló públicamente y dijo que pensar eso era desconocer el funcionamiento del Gobierno. En este audio, en cambio, Villalba llega a reconocer que él ha entrado en el Ministerio de Transportes y ha pasado este tipo de móviles securizados por el filtro de seguridad para llevárselos a Koldo.

"El ministro lo he visto yo con alguno de los teléfonos que nos pedía Koldo, pues el ministro que lo tenía. Pero bueno, la cuestión, que si en alguna ocasión porque alguna vez Koldo nos bajaba y no pasábamos el escáner. Pero si hay alguna vez que he pasado con algún termina de telefonía por el escáner. Yo no sé si ahí se guarda la imagen", le pregunta a su jefe, quien rechaza que sobre eso quede registro. "Pues entonces ya está, otra cosa menos", sentencia Villalba descontando las preocupaciones de su cabeza. Unas semanas después fue detenido por la UCO.

Está todavía por ver qué papel tuvo el exministro en esta trama de corrupción que está apunto de alcanzarlo. La Fiscalía Anticorrupción solicitó este miércoles al juez de la Audiencia Nacional que eleve exposición razonada para pedir al Tribunal Supremo que impute formalmente a Ábalos. A juicio del Ministerio Público pudo incurrir en tres delitos: tráfico de influencias, al permitir que los empresarios de la red accedieran a contratos cuantiosos en Transportes; cohecho, al aceptar pagos en forma de especie como un chalé en Cádiz o el alquiler de un piso para una novia; y organización criminal por formar parte presuntamente de este entramado delictivo.