Nadie lo niega. Nadie. La preocupación está ahí. Se mastica en el PSOE. No se oculta, no se maquilla. Aflora en cualquier conversación con un dirigente, se percibe en el gesto, pesa en la bancada del grupo en Congreso y Senado, también en el Gobierno, en Ferraz, en los territorios. El caso Ábalos ha conmocionado a todos en el partido. Mucho. E inquieta más aún lo que pueda acabar por salir a flote si el Tribunal Supremo asume la causa y le investiga. Todos son conscientes de que el agujero negro en que se ha convertido el exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE puede ser profundo y doloroso, que quien se convirtió en la mano derecha del presidente puede continuar infligiendo mucho "daño" a los socialistas, que la sombra de la corrupción a quien más espanta, hastía y desmoviliza es al electorado progresista.

Pero no hay solo abatimiento, no hay solo una sensación de depresión colectiva y de tensión. También muchos dirigentes coinciden en que la "sobreactuación" del PP, su "torpeza", su error por "pasarse de frenada", en realidad les ayuda. Les cohesiona. Les une frente al adversario común. Ese es el sentimiento que invade el partido en estos últimos días de espanto para ellos, en los que los reveses se han ido agolpando uno detrás de otro: la querella de los populares contra el PSOE por presunta financiación ilegal —que podría archivarse en los próximos días en la Audiencia Nacional—, el encausamiento por parte del Supremo del fiscal general del Estado, la inadmisión a trámite de la querella de Pedro Sánchez contra el juez Juan Carlos Peinado, instructor del caso Begoña Gómez. En el partido se detecta la ira contra Alberto Núñez Feijóo y el severo malestar con una judicatura que "no acaba de salir de las sayas del PP". Y lo creen no solo en Ferraz y en las federaciones alineadas con ella, sino también en los territorios ahora más alejados. La reflexión, con matices obvios, es compartida. Es el ambiente que reina a poco más de un mes del 41º Congreso Federal del PSOE, el que se celebrará en Sevilla y que ya ha generado fricciones internas.

En el partido cunde la impresión de que Sánchez cesó a Ábalos en 2021 por su "vida disoluta". No podía tener sospechas de corrupción porque no le habría metido en las listas de las generales de 2023

El impacto psicológico del informe de 233 páginas de la UCO (Unidad Central Operativa), la unidad de élite de la Guardia Civil, sobre el "papel relevante y de responsabilidad" de José Luis Ábalos en la presunta trama Koldo ha causado estupor en el PSOE. Cuando estalló el caso en febrero y, a los cinco días, la dirección de Sánchez le exigió la entrega de su acta de diputado y, al negarse él, le suspendió de militancia, ya se barruntaba que el exministro tendría difícil escapatoria y acabaría imputado. Pero en el partido, admiten muchos responsables, nadie podía siquiera imaginar que Ábalos pudo llegar a obtener mordidas a cambio de su apoyo a la supuesta red delictiva: un chalé en La Línea de la Concepción (Cádiz) para su uso y disfrute cuando era titular de Transportes, el pago de casi 90.000 euros de alquiler —2.700 euros al mes— del piso de lujo para su entonces amante o pareja, Jessica R. O que el viaje a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, fue orquestado en realidad por el presunto conseguidor, el empresario Víctor de Aldama, y del que Ábalos informó a Sánchez cuatro días antes de su aterrizaje en Barajas.

Jamás el presidente explicó las razones por las que destituyó a su ministro de Transportes y número tres del PSOE en julio de 2021, más allá de asegurar que su Gabinete necesitaba un refresco total tras la pandemia, pero hoy día dirigentes cercanos al presidente están convencidos de que le cesó porque le habían llegado evidencias de su "vida disoluta", "desmadrada". Algo que, por cierto, era un secreto a voces en el partido. Creen que no podía tener constancia de las supuestas contraprestaciones que consiguió de la trama sostenida por su principal asesor, Koldo García, y Aldama, porque entonces no le habría incluido en las listas de las generales de julio de 2023 como candidato por Valencia.

El paso de pedir disculpas

La Fiscalía Anticorrupción ya ha pedido al juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional que eleve una exposición razonada al Supremo para que investigue a Ábalos, por su "papel principal" en la presunta trama corrupta. Sánchez, su Gobierno y su partido han reiterado que se actuó "con contundencia" en cuanto estalló el escándalo, en febrero, y que la colaboración con la Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es total, a diferencia, incidía el pasado miércoles en el Congreso, de lo que ocurría con el PP. En el pleno, el presidente daba un paso simbólico más: pidió disculpas por el caso, consciente de que a quien más castiga la mancha pegajosa de la corrupción es a sus votantes.

El 'shock' Ábalos es también la incertidumbre por lo que pueda salir", sostiene un responsable territorial. Se niega que haya financiación ilegal del partido, pero no se descarta que el exministro se enriqueciera personalmente con dinero en metálico

El mazazo del caso Ábalos en el partido ha sido brutal. La preocupación se hizo patente desde el mismo momento en que se conoció el informe de la UCO, y no ha remitido, también porque se teme lo que pueda acabar aflorando según avance la investigación. "El shock Ábalos es también la incertidumbre por lo que pueda salir", resume un responsable territorial. No se descarta, ni siquiera en Ferraz, que el exministro pudiera recibir dinero en efectivo en la misma sede federal, pero para su propio "enriquecimiento personal", no para la tesorería del PSOE. Por eso la cúpula reaccionó enfurecida cuando el pasado lunes el PP interpuso en la Audiencia Nacional una querella contra los socialistas por presunta financiación ilegal sin más prueba que una información del digital The Objective que aseguraba, citando testimonios anónimos y con voz distorsionada, que se habían entregado 90.000 euros en metálico en Ferraz. La dirección respondió con el y tú más, lanzando a la cara del PP sus 39 causas de presunta corrupción pendientes de juicio —ahora 38, tras la condena a 10 años y cinco meses de cárcel al expresident valenciano Eduardo Zaplana—.

El aparato federal ha negado con vehemencia que el partido se haya financiado de manera irregular —"aprendimos del caso Filesa", apunta un barón regional, aludiendo a la causa de financiación ilegal por la que el PSOE fue condenado por el Supremo en 1997— y ya amenaza con responder en los tribunales al PP. Una querella por calumnias si la Audiencia acaba archivando el escrito presentado el pasado lunes por los populares. "Lo de Ábalos es cierto que pinta mal", admiten en el corazón de la cúpula de Sánchez, en el que el peso de la tensión, hasta del nerviosismo, es palpable. Lo ocurrido vuelve a poner el foco en Ferraz en pleno proceso congresual, bastante más turbulento de lo inicialmente esperado.

En la cúpula reconocen que "lo de Ábalos pinta mal". En el PSOE señalan que el caso hace "daño" y que no se esperaban las revelaciones del informe de la UCO. "Pero la gente se ha visto reafirmada en la decisión que se tomó de echarle", conviene un veterano

"Cada vez que sale Ábalos en la tele nos hace daño, es obvio", señala con pesar un alto responsable autonómico, "es la primera vez que se actúa así de contundentemente con alguien con tanta información y poder como él. A eso nos debemos agarrar, porque más cosas van a salir, pero tenemos que estar tranquilos porque no hay por ahora nada que se salga del esquema de lo que hace un golfo". "Están siendo unas semanas duras, y claro que hay preocupación por el alcance de este caso, porque no te lo acabas de creer. Nadie esperaba esto", indica con franqueza un barón más alejado de la línea federal, que también coincide con que el PSOE está más "blindado" gracias a que Ábalos fue apartado hace ocho meses porque el presidente "supo verlo, fue valiente y se agradece". "Los que incluso decían entonces que quizá nos habíamos pasado con José Luis ahora dicen 'pues menos mal'. La gente se ha visto reafirmada en la decisión que se tomó", describe un veterano cargo público socialista con asiento en la dirección parlamentaria. Otro responsable que admite sin ambages la "preocupación" latente en el partido. Inquietud sí, "pero no alarma".

El diputado del Grupo Mixto y exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos (2i), durante el pleno del Congreso del pasado 11 de junio de 2024. | EUROPA PRESS / GABRIEL LUENGAS

A la querella del PP del lunes se sumó, el miércoles, la decisión del Supremo de abrir una causa contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la filtración de los correos entre la defensa del novio de Isabel Díaz Ayuso y el fiscal de Delitos Económicos que llevaba su expediente por haber defraudado a Hacienda más de 350.000 euros. Es el paso previo a su imputación. No hay indicios que apunten a García Ortiz como autor de esa filtración de mails, y él ya ha reiterado que no piensa dimitir.

Girar el foco a Ayuso

Sánchez y su Gobierno le han manifestado su "total respaldo", sin fisuras, porque el fiscal hizo "lo que debía hacer", que es "perseguir al delincuente" y "combatir la desinformación y un bulo", el propagado por el director de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, al hacer creer que era la Fiscalía quien había ofrecido (y luego retirado) un pacto de conformidad a la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, cuando en realidad había ocurrido lo contrario, que había sido él quien había tomado la iniciativa de explorar un acuerdo con el ministerio público. El presidente pidió poner el foco en Ayuso, porque ella pudo beneficiarse de los negocios de su novio, un "delincuente confeso". Y apremió al PP a que le exija explicaciones y su propia dimisión.

Pese al demoledor 'efecto suma', en el PSOE muchos dirigentes consultados, en Ferraz y en las federaciones, insisten en que ni el PP ni la Justicia lograrán doblegarlos

Este viernes, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) asestó un durísimo varapalo a Sánchez, al rechazar la Sala por unanimidad la querella que presentó, a través de la Abogacía del Estado, contra el juez Juan Carlos Peinado, el instructor de la causa que se dirige contra su esposa, imputada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios. El escrito carga las tintas contra el presidente por el "carácter especulativo" en que se basa la querella y por "intento de tergiversar el fin lícito que implica el tipo delictivo [la prevaricación]" que se imputa al juez Peinado. Uno de los tres magistrados, Jesús María Santos Vijande, emitió un voto particular porque la denuncia de la Abogacía del Estado supone un "ejercicio abusivo del derecho a querellarse" y ve "mala fe procesal". Hasta el punto, sostiene, de que se debiera estudiar si se impone una multa al presidente. Desde la Moncloa apuntaron que respetan pero discrepan de la resolución del TSJM. Y se sorprendieron de "algunas manifestaciones inusuales e innecesarias para la motivación jurídica del auto".

Se cerraba así una semana preñada de noticias negativas para Sánchez. Una tras otra. Pese al demoledor efecto suma, en el PSOE muchos dirigentes consultados, en Ferraz y en las federaciones, insisten en que ni el PP ni la Justicia lograrán doblegarlos. Manual de resistencia para todos, venían a expresar.

"El panorama es horrible y da la sensación de que no hay nadie al volante. Lo único que nos anima es que en el PP son tan inútiles que siempre salen al rescate cuando peor estamos. Demos gracias al PP y a sus excesos de frenada", recalca una responsable de una federación que ahora orbita más lejos de Ferraz. "Es que tal y como el PP reacciona, nos ayuda", añade otro barón regional también crítico con algunas decisiones de la sede federal. Este dirigente alude a la rueda de prensa "sin sentido" de la número dos de los populares, Cuca Gamarra, el pasado domingo tras una reunión de la dirección del partido convocada de urgencia por Feijóo para analizar el caso Ábalos, y de la que salió la decisión de acudir a la Audiencia.

Han herido mucho las palabras de Tellado, que dijo que la "obligación" del PP es "echar a Sánchez del Gobierno" con "todos los medios" a su alcance, al estilo de "quien pueda hacer que haga" de Aznar

Y también este responsable evoca unas palabras que han revuelto a buena parte de los cuadros y bases socialistas: las del portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, el jueves en esRadio. Afirmó que estaban "haciendo" aquello que ordenó a su partido el expresidente José María Aznar hace casi un año, "el que pueda hacer algo que lo haga". "Nuestra obligación en estos momentos es echar a Sánchez del Gobierno, acabar con este Gobierno lo antes posible. Y lo vamos a hacer con todos los medios a nuestro alcance. Y si los medios son judiciales, también lo vamos a hacer".

"El colmo, el mundo al revés"

"Ese mensaje de que vienen a por nosotros más que por corrupción por alcanzar el poder... a mí honestamente me motiva, motiva a nuestro electorado, que siempre necesita un motivo para movilizarse. El PP no puede ser más torpe", sentencia este barón autonómico. "Estamos ya acostumbrados a aguantar ataques y mentiras.
El ánimo es rabioso, defendiendo al partido", conviene otra líder regional. "En líneas generales, hay una sensación de indefensión tremenda —señalan desde la cúpula parlamentaria en el Congreso—. Hay una parte de la judicatura que ha decidido hacer política desde hace un tiempo y el PP no ha aceptado un resultado democrático y ha decidido judicializar la política con bulos e infamias. Y lo del fiscal general ya es el colmo, el mundo al revés. Pero estamos fuertes y convencidos, y luchar cada día contra bulos, medias verdades y desmintiendo es pesado, pero no desistiremos y nos defenderemos. El ruido no debe tapar la buena acción del Gobierno".

Estamos acostumbrados a aguantar ataques y mentiras. El ánimo es rabioso", "la gente está mal, la sensación es de fin de ciclo. Es que vaya semana, vaya mes, vaya año", afirman dos barones

Otro máximo responsable de un territorio sí se confiesa más pesimista: "La gente está mal. La sensación es de fin de ciclo para todo el mundo. Es que vaya semana, vaya mes y vaya año. Lo más raro es que vamos a un congreso del partido para supuestamente abrir una etapa y un nuevo mandato del secretario general. Pero nadie ve nueva etapa de nada. Pero sí, solo con que el PP no hablara durante 10 días ni una sola palabra el Gobierno caería. Es broma, pero casi". Es decir, que es el PP quien con su ofensiva da más cuerda al Ejecutivo y más alivio al PSOE.

El efecto suma pesa y es cierto que mantiene al partido con el ánimo bajo, plenamente consciente, como resume un responsable con mucho conocimiento de las tripas del PSOE, de que no atraviesa ningún "momento dulce", como lo fueron la moción de censura de 2018, los resultados electorales de 2019 o el contexto en el que se celebró el anterior congreso federal, el número 40, en Valencia, en 2021, en los últimos metros de la pandemia y con un poder territorial bien engrasado. "Pero pese al huracán que nos han echado encima, veo al partido razonablemente unido y con ánimo de resistencia —expresa este cargo—. La unidad se da por euforia o por indignación, y en estas últimas semanas se da por indignación ante una concertación evidente, en ámbitos políticos, mediáticos y judiciales, dirigida al derribo del Gobierno por vías espurias. El lawfare cada día más notorio se evidencia incluso en el lenguaje inopinadamente militante y casi partidario de algunas resoluciones judiciales recientes, y eso moviliza a las bases y cierra las filas. La decisión sobre el fiscal general del Estado o los términos del auto del TSJM que inadmite a trámite la querella contra Peinado han colmado el vaso de la indignación".

El sentimiento de reacción emerge rápidamente en cuanto se pregunta a barones, responsables regionales y provinciales, a ministros o a Ferraz. El Independiente ha consultado a más de 20 dirigentes relevantes y de diferentes escalones y la reflexión, en líneas generales, es concurrente. Tanto en aquellos más apegados a la línea oficial como aquellos que mantienen una relación más tirante. "Es que esto ya lo hemos vivido —explica un barón regional de una federación muy numerosa—. No es que se agolpen las malas noticias, es que esta es la ceremonia de la confusión que el PP quiere que se instale en el país, mientras en las tertulias nadie habla de la economía ni del empleo, ni de nada más que de la crónica del acoso y derribo. Pero estamos vacunados y seguiremos adelante con todo. La ciudadanía en la calle sabe que el PP está enmerdando todo por no gobernar, está indignada con su actitud, y nos pide que aguantemos". "La sobreactuación del PP, que se está pasando siete pueblos, nos une más internamente —razona un presidente de una Diputación provincial—. Con un informe tan demoledor como el de la UCO, ¿qué necesidad tiene de interponer una querella? Es una actitud a la desesperada de Feijóo, que sabe que no llega".

Unidad y resistencia", describe un secretario provincial, que cree que es clave "salvaguardar" la figura del presidente. Se es consciente de que la corrupción desazona más al votante progresista

Otro secretario provincial muestra su inquietud por cómo está calando la "crispación y la tensión políticas" a la sociedad, cómo ya la bronca ha traspasado los muros de los partidos, cómo también el caso Ábalos fulmina "una parte importante" del discurso socialista y "cabrea y decepciona especialmente al electorado progresista". Pero se indigna por cómo cala menos los más de 10 años de condena a Zaplana, la última sentencia adversa para un PP que acumula un rosario de casos de corrupción. "Son momentos difíciles, sí, pero noqueados no estamos. Los bulos, las agresiones, las mentiras y falsedades, el acoso judicial de la extrema derecha, la complicidad de determinados sectores de la esfera judicial, con el objetivo de acabar cueste lo que cueste con el presidente genera en el partido el efecto contrario. Unidad y resistencia". Sánchez, prosigue esta fuente, es la figura a "salvaguardar" porque "es la única garantía" que tienen los socialistas, ayunos prácticamente de poder territorial tras la debacle de mayo de 2023, para "seguir haciendo de España un país avanzado en derechos y libertades, en defensa de los servicios públicos esenciales y protegiendo la justicia social".

"En la periferia vemos las cosas de otro manera"

Este responsable, como muchos de los consultados, insiste en que no tira de argumentario, sino que expone "lo que piensa la mayoría" en el partido. En una federación que camina desde hace años lejos del campo gravitatorio de Ferraz, un alto responsable también admite la "mucha preocupación" existente entre los cuadros medios, no solo por el impacto del huracán Ábalos y el miedo de que la "corrupción y el y tú más vuelva a castigar más al PSOE que a la derecha", sino también por el "relato de la legislatura", porque "se ha cedido más de lo que se ha conseguido, porque los socios aprietan y no facilitan". "Pero los cuadros saben también —añade este mando— que la respuesta del partido ha sido contundente y que hay una ofensiva de toda la derecha contra el Gobierno".

En una federación muy alejada de Ferraz preocupa "el relato de legislatura", las cesiones a los socios, pero también emerge la "autodefensa" del PSOE, como una "reacción familiar" ante el ataque "furibundo" del PP

El PP aparece de manera espontánea en todas las conversaciones. No es algo anómalo, extraño, explica este último dirigente de un territorio que nada conecta con Ferraz. Es lo lógico, incide: "Es la reacción más familiar. Al final, cuando ves que atacan furibundamente a uno de los tuyos, que van de manera desmesurada, la respuesta es de autodefensa". Tanto que, como advierte otro responsable de una federación que sí sintoniza con Ferraz, los ministros ya llegan a "insinuar cosas que antes ni se podían decir", como acusaciones más o menos emboscadas a los jueces de lawfare, "y es que hay un problema real con la judicatura". "Los jueces tendrían que hacer el esfuerzo de recuperar prestigio porque ya están al nivel de la política. No acaban de salir de las sayas del PP, de su estrategia. Es una justicia que solo ve con un ojo", conviene otro barón que ha mantenido diferencias con la cúpula de Sánchez.

En algunos territorios, no obstante, minimizan el impacto de la cadena de golpes de las últimas semanas. "En la periferia vemos las cosas de otra manera. La dirección federal fue contundente y sinceramente no noto preocupación", "aquí, tranquilidad", "desde fuera [de Madrid] todo se relativiza, está tranquila la cosa y nuestra delegación irá todos a una con lo que diga Pedro en el 41º Congreso", "más fuertes y con más ganas", resumen dos barones y dos secretarios de Organización regionales. Es también otro comentario que aflora en el partido: que la olla a presión de la M-30 no ruge igual en otros puntos del país.

Cuadros fuera de la primera línea y que no sintonizan con Sánchez inciden en que el clima es "deprimente", de "desolación", y si no se "sacude a la dirección" es porque las cosas "están jodidas para todos"

Para quienes no están en primera línea y no sintonizan con la cúpula, el latir del PSOE no es tan sosegado: "Si no son capaces de ver el deterioro institucional y el papel lamentable que se ve forzado a jugar el PSOE es que han perdido todo sentido de la realidad. La realidad es la que es, y es muy deprimente. Pero no es momento de sacudir a la dirección. Las cosas están jodidas para todos", analiza una responsable más ligada a la vieja guardia. Otro barón coincide amargo: "Los fanáticos siguen fanáticos y cada vez más militantes están entre la desolación y el estoicismo. Si el PP tuviera una situación como la nuestra, el sanchismo sería mucho más truculento y sobreactuante que la derecha".

"El rumbo es lo que importa"

En Ferraz saben que el partido respira tenso, muy tenso, por el 41º Congreso, por la incertidumbre ante los cambios que pueda introducir Sánchez en su ejecutiva, por el calado de la renovación territorial —ahí estará la verdadera batalla orgánica—, por las derivadas del caso Ábalos. Pero el cuartel general también conoce ese sentimiento de respuesta contra el PP, porque "cuando la derecha se pasa tanto de frenada, no se comporta de forma civilizada, ataca ya no al PSOE por un caso de corrupción, sino al PSOE por lo que representa y a su misma esencia, la gente se rebela". Como se rebela "cuando tiene la sensación de que se ha desatado una cacería en la que no hay líneas rojas, y que el objetivo es este partido y el presidente del Gobierno". "Vamos a defendernos, vamos a pedir las dimisiones que sean necesarias, como la de Ayuso, pero sobre todo vamos a defender lo que votaron los españoles en las urnas, y el Gobierno que emanó del Parlamento con toda legitimidad hace once meses", concluyen.

Ferraz advierte de que en el PSOE los suyos se "rebelan" ante una "cacería" sin frenos del PP. Darán sin embargo la pelea. "La clave es esta: legislatura larga", ilustra un dirigente con hilo con la Moncloa

En el Ejecutivo, acostumbrados a la llegada intermitente de tempestades en los últimos seis años, relativizan el alcance de la sacudida interna por el caso Ábalos: "Todo bien. Eso, como lo del fiscal general o lo del TSJM, es circunstancial. El rumbo es lo que importa. En la vida preocuparse no sirve de nada. Y menos ante cosas que no se conocen o no se pueden controlar. Lo que hay que hacer es ocuparse, no preocuparse, y yo veo al presidente enfocado y determinado, y a toda la organización tras él", glosa un ministro de la entera confianza de Sánchez.

Tiempos duros, durísimos, pero pasarán. Es la lectura que irradia desde el círculo del jefe del Gobierno. Lo dice un alto dirigente socialista que tiene hilo directo con la Moncloa: "Pensemos que la reacción al caso Ábalos ha sido la adecuada. No nos acordamos, pero otros escándalos del PP, tantos y tan graves, se negaban, y en la etapa de Felipe [González] también se arrastraban los pies. Hay discurso y el horizonte electoral está lejos. La clave, la verdadera clave, es esta: legislatura larga". Sánchez lo repite para burlarse de la "hiperventilación" de Feijóo: quedan mil días hasta las próximas urnas. Mil días más que suficientes, aspiran en la Moncloa, para poder enderezar el rumbo y amortiguar el impacto de los mil frentes que asedian al presidente.