Más turbulencias para la delegación diplomática española en Mauritania. La UGT ha denunciado dos procesos selectivos para tres puestos en la embajada. Según el escrito al que ha tenido acceso en exclusiva El Independiente, el sindicato pide que se anulen dos resoluciones, uno para una plaza temporal y dos para trabajadores fijos.

El 28 de agosto de este año, se publicaron dos plazas para auxiliares, uno que sería fijo y otro temporal. Se presentaron tres de los trabajadores en la embajada de España en Nuakchot, la capital del país. Los puestos eran para trabajar en el sistema de visados y en el de registros.

La plaza Fija la obtuvo Sidi Mohamed S. con una puntuación de 38,35 puntos, algo más que la segunda persona con más puntuación, Cristina D. La plaza temporal la obtuvo esta mujer, con apenas 0,1 puntos más que la segunda. Según la denuncia interna de UGT, Cristina D. es la hija de la secretaria de la embajadora, Míriam Álvarez de la Rosa Rodríguez. La máxima representante de España en Mauritania era la suplente del presidente del tribunal que decidió la plaza.

Según las fuentes consultadas por este periódico, Cristina D. vive dentro del complejo de la embajada, con el resto de trabajadores y representantes de la delegación. Según las bases de las dos convocatorias del pasado agosto, los miembros del titular tendrían que abstenerse si compartiesen "despacho profesional" o estuviesen "asociados" con alguno de los aspirantes "para el asesoramiento, la representación o el mandato". También si tuviesen "relación de servicio con persona natural o jurídica interesada" en conseguir la plaza o si tuvieran "amistad íntima o enemistad manifiesta" con alguno de los aspirantes.

"Parentesco de consanguinidad"

"Entre los aspirantes a las plazas ofertadas se presentaron tres trabajadores en activo de la Embajada de España y uno de ellos, además, con parentesco de consanguinidad en primer grado con un funcionario de la misma Embajada", se lee en el documento remitido al subsecretario de Asuntos Exteriores, Xavier Martí.

UGT denuncia que Cristina D., la ganadora de la plaza temporal, es hija de la secretaria de la embajadora en Mauritania, pero además que la canciller, María Jesús del Pozo Gavilán, que hizo de secretaria del tribunal, tiene una "enemistad manifiesta con una de las candidatas". Un funcionario le envió un correo en el que se la acusó de racismo y trato denigrante a esta persona en diferentes ocasiones, "sin que exista respuesta en contra", es decir, que no se han negado las acusaciones.

Además, "las pruebas han sido confeccionadas por el órgano de selección", así como su posterior corrección y puntuación. El tribunal, señala UGT, conocía perfectamente a quién estaban valorando en cada momento. Por ello, el sindicato cree que las preguntas se deberían haber enviado desde el Ministerio de Asuntos Exteriores en un sobre cerrado y remitirlas posteriormente a los servicios centrales de forma anónima.

Además, en ninguna de las convocatorias se hizo referencia ante qué tribunal se podía reclamar ni los plazos para hacerlo.

Antecedentes de enchufismo

El del pasado agosto no es el único en el que el sindicato señala irregularidades. También lo hace en el del 6 de julio de 2023, cuando se publicó otra plaza para un auxiliar que tendría la categoría de fijo. Las bases eran similares, aunque en esta ocasión el presidente fue el segunda jefatura, José Lorenzo Outón. Este puesto es el de número dos de la embajada.

El ganador de la plaza fue Ly Abdolaya, quien regentaba "una academia de español en Nuakchot donde prestaba sus servicios la esposa" de Outón. En esta convocatoria tampoco se abstuvo ningún miembro del tribunal, incluyendo al segunda jefatura de entonces en Mauritania.

"Entendemos que esta relación laboral con uno de los candidatos debía inhabilitar al presidente del órgano de selección por su vínculo matrimonial", resume UGT. El sindicato pide anular las dos convocatorias.

Otras denuncias en la embajada

Lorenzo Outón salió del país africano en abril de este año. Su nuevo destino está en París. Como ya publicó este periódico, el diplomático ha sido denunciado por tener a una familia sudanesa viviendo en el garaje de su vivienda oficial y utilizarlos en labores domésticas.

En esa denuncia también va incluida la embajadora, Míriam Álvarez, por dejación de funciones, pero no es la única contra ella. Un funcionario que estuvo destinado en Mauritania hasta junio de este año la denunció por delitos medioambientales. Según el escrito también publicado por El Independiente, una de las dos piscinas del complejo de la embajada perdía tanta agua que se tenía que rellenar a diario, unos 14.000 litros.

Ambas denuncias fueron corroboradas por este periódico antes de su publicación con varias fuentes. El Ministerio que dirige José Manuel Albares llegó a confirmar el tema de la piscina en un escrito interno, aunque lo achacó a la "evaporación" del país.