Las acusaciones por corrupción, de ida y vuelta, siguen instaladas en el hemiciclo. El PP continúa agitando el árbol tras el reverdecimiento del caso Koldo con el brutal informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el exministro José Luis Ábalos. Uno tras otro, los diputados del Grupo Popular emplearon este miércoles la sesión de control en el Congreso, por segunda semana consecutiva, para echar a la cara del Gobierno los casos de presunta corrupción que le acechan. Para el Ejecutivo, el PP lo hace para ocultar que "la economía va como un tiro" y que no tiene "proyecto político". Para los conservadores, lo que hacen los socialistas es utilizar las instituciones para "tapar su corrupción".

Este miércoles, Pedro Sánchez no acudió a la sesión en la Cámara baja porque viajó, con 11 de sus ministros, a Portugal, a la XXXV Cumbre Hispano-Portuguesa, que se celebra a lo largo de todo el día en Faro. El peso del control, por tanto, recayó en su vicepresidenta primera, María Jesús Montero. A la número dos del Ejecutivo se dirigió primero la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. Y ella fue quien enganchó la corrupción con RTVE, justo el día después de que el Consejo de Ministros aprobara un real decreto ley que cambia las mayorías para la elección del consejo de administración de la corporación y que desactiva toda opción de bloqueo por parte del PP en el Senado. Reforma legal que será convalidada por el Congreso la próxima semana y que este miércoles publica el Boletín Oficial del Estado.

¿Qué más tiene que pasar para que este Gobierno asuma responsabilidades por corrupción?", pregunta la secretaria general del PP a la vicepresidenta

"Saquen sus manos de RTVE. Dejen de usar las instituciones para tapar su corrupción. A estas alturas, ya nada les va a salvar", le lanzó Gamarra desde su escaño. Era el corolario de su pregunta a la vicepresidenta primera. Para la número dos del PP, el Gobierno busca la "normalización de lo anómalo", como que se naturalice el respaldo a un fiscal general del Estado al que se ha abierto una causa por presunta revelación de secretos, o que se digiera un estado de "corrupción generalizada", pues hay "11 ministerios salpicados por corrupción, entre ellos Hacienda". O que se asuman las "circunstancias sospechosas" del rescate de Air Europa. "¿Qué más tiene que pasar para que este Gobierno asuma responsabilidades por corrupción?", interrogó Gamarra.

Montero esperó para contestar directamente. Primero se preguntó por qué el PP "no habla" de sanidad o de dependencia. Se contestó: los populares pretenden "ocultar la buena marcha de la economía" y los avances sociales, y se agarró al informe positivo para España del Fondo Monetario Internacional (FMI) hecho público ayer, a los 21,3 millones de ocupados, a la temporalidad laboral por debajo de la media o a la reducción de la inflación. El PP, concluyó la vicepresidenta, "no quiere que se hable de esto", solo busca "la política del fango y la basura".

"Mientras están a lo suyo, a desacreditar a la oposición y a negar la cruda realidad, los españoles sufren su desgobierno", replicó Gamarra, aludiendo a la "vivienda más inaccesible que nunca", al "caos" ferroviario y al "deterioro de la democracia" para burlarse del reciclado "España va bien". Fue en ese punto en el que calzó la referencia a RTVE. No fue la única. Elías Bendodo se refirió después, frente al ministro Félix Bolaños, a "teleSánchez" —"van a mangonear TVE hasta que salgan del Gobierno, es una vergüenza"—, y Cayetana Álvarez de Toledo, también frente al titular de la Presidencia y Justicia, también apuntó a la "tele que [el Gobierno] acaba de asaltar". Bolaños espetó entonces al PP si su modelo entonces es el de Canal Sur, no conocida precisamente, le dijo, por su neutralidad informativa.

Los populares hablan de "teleSánchez", de querer "mangonear TVE" hasta salir del Ejecutivo, acusan al Ejecutivo de querer "asaltar" la tele pública

Pero el PP puso en el radar este miércoles, sobre todo (y otra vez), el rescate de Air Europa. Lo hizo Gamarra, pero luego siguieron tirando de ese hilo los diputados del PP Juan Bravo y Carmen Fúnez. Preguntaron a Montero si está nerviosa por el "misterioso pendrive" del exministro Ábalos, denunciaron el coste y la rapidez con la que se salvó a la aerolínea, inquirieron si puede garantizar la "limpieza" de la operación.

Bravo ironizó con la "mala suerte" de Montero, porque ha estado en gobiernos manchados por la corrupción, antes en Andalucía, en cuyo corazón estalló el caso ERE, y ahora en el Ejecutivo central. "¿Casualidad o causalidad?", se preguntó. Mal si no sabía nada cuando Hacienda debe "vigilar" por el uso del dinero público, mal si lo sabía y lo tapó. Y por eso, dijo Bravo, la vicepresidenta debe dimitir.

No hay caso", responde Montero sobre la operación que salvó a la aerolínea. La número dos del Ejecutivo, igual que Bolaños, saca a colación a Ayuso y su pareja

"No hay caso", respondió Montero a Fúnez. Recordó la número dos del Ejecutivo que las ayudas a Air Europa fueron auditadas por el Tribunal de Cuentas, fiscalizadas por la Comisión Europea y no se halló nada irregular. Lo que persigue el PP, denunció, es "inventar cualquier cuestión" para "no hacer una sola propuesta", "avivar el fuego de la corrupción con noticias falsas que llevan a los tribunales para ocultar que la economía va como un tiro". A Bravo, inspector de Hacienda y exconsejero andaluz, le preguntó si advirtió a Isabel Díaz Ayuso y a su pareja, Alberto González Amador, de que no podían "deducirse" gastos privados impropios como "un rolex, un saxofón o un viaje".

La vicepresidenta subrayó, frente a Gamarra, Fúnez y Bravo, que el Gobierno actúa "con contundencia, transparencia y colaboración con la Justicia" ante los casos de corrupción, y que tiene a gala su "tolerancia cero", de tal forma que "quien la ha hecho, la paga". Nada que ver con los populares, remachó, que "ocultan la corrupción, echan a su líder cuando la denuncia, destruyen ordenadores a martillazos y crean una policía patriótica". Y recalcó que el PP "miente" respecto al fiscal general, Álvaro García Ortiz, "cuando una persona dice la verdad a partir de una mentira de Ayuso y [su director de Gabinete, Miguel Ángel] Rodríguez" es tomada por el resto del PP "como si hubiera cometido un delito".

El Gobierno presume de haber actuado "con contundencia, transparencia y colaboración con la Justicia", "tolerancia cero", "quien la hace, la paga"

Bolaños también mentó a Ayuso, "la presidenta ejemplar que con un ciudadano ejemplar se va de vacaciones a costa de los contribuyentes": "Su jefa está comiéndoles la tostada. Hay Gobierno para rato y Feijóo para ratito". Sánchez y sus lugartenientes emplean ese mismo recurso desde hace una semana para desgastar al líder del PP: él no es el el verdadero jefe de su partido. La "jefa" es otra, Ayuso. El PP arrojó una y otra vez al Ejecutivo el caso Begoña Gómez.