Pedían un gesto rotundo y contundente por parte de la ministra de Vivienda, la socialista Isabel Rodríguez, en su comparecencia ante el pleno del Congreso de los Diputados para incidir en los problemas que acarrea la materia. Y, sin embargo, Sumar afirma haberse ido de vacío este miércoles. Con total justificación para "implementar" la tensión contra el PSOE desde fuera, a nivel político y parlamentario, pese a compartir sillones en el Consejo de Ministros. Aunque sin la previsión de romper el Gobierno, dado que se concibe que "la alternativa" de PP y Vox sería "mucho peor". Y

Varias fuentes de Sumar, tanto nacionales como parlamentarias evitan mencionar explícitamente qué camino de "presión" se seguirá en los próximos días. Aunque Aina Vidal, la portavoz adjunta del Grupo Plurinacional, dejó algunas líneas poco después de la comparecencia: "seguir trabajando" y presentando "muchas propuestas". "Para la bajada del alquiler, la extensión de los contratos de forma indefinida" o para una regulación real de los pisos turísticos. La sensación de "decepción" y limitación con la ministra es plena. "Le ha faltado sensibilidad, toma de contacto con la realidad y propuestas frente a anuncios vacíos. A cualquier Gobierno de izquierdas se le presupone ya la protección de la vivienda pública", dijo Vidal ante el anuncio de blindaje de ésta hecho por Rodríguez.

Y quien cogió el guante por la tarde fue el portavoz parlamentario y protagonista de este jueves con su dimisión en el primer aniversario de la coalición, Íñigo Errejón, tras el pleno. Replicando casi las palabras de Vidal, añadió que Rodríguez perdió "una oportunidad histórica" en plena "emergencia nacional" por la Vivienda. Sin entrar en "cómo se va a obligar a las comunidades a cumplir la Ley de Vivienda", si hay disposición para la "limitación de los alquileres" como se le pidió o como evitarán "las compras en zonas tensionadas". Ni si quiera para Errejón la ministra dio detalles sobre "el blindaje" del parque público de vivienda. Aunque durante la exposición de los argumentarios y en los días previos se han hecho amagos para la dimisión o cese de la ministra, en línea con la demanda del Sindicato de Inquilinos, internamente se traslada a El Independiente que "ahora mismo no se contempla esa petición".

El propio Errejón lo descartó porque no es un problema singular, sino "de orientación política del ministerio", del PSOE. Y "tienen que encontrar el rumbo". En Sumar descartan anticiparse con cualquier reacción, y piden algo de tiempo para "reflexionar sobre los pasos para garantizar que se cumplan las medidas que piden los españoles" y han puesto sobre la mesa de múltiples formas. Sobre cómo "enderezar el rumbo". Pero sí que se plantea a los socialistas, a Sánchez, un escenario dicotómico: "O se está con la especulación o con la regulación de vivienda". Un órdago lanzado a medida por Sumar que el PSOE no está por la labor.

Sumar insta a los socialistas a encontrar el rumbo en materia de Vivienda

La ministra se puso a disposición de llegar a las mejores soluciones entre actores sociales y socios. Pero en Sumar no la ven realmente receptiva con el tope a los alquileres estatales más allá del índice de precios que se impulsará en 2025. Por otra parte, por impulso de ERC vuelve la propuesta para regular los turísticos y de temporada, a la que se espera que se enganchen todos los socios. Incluido Junts, quien la tumbó. Sumar cree que debe ser el Gobierno quien fomente esos topes estatales haciendo cumplir la ley de 2023.

365 días desde el pacto de coalición

El 24 de octubre de ese mismo año, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz rubricaron su firma desde el Museo Reina Sofía acordando una serie de medidas en las que ahora el PSOE se respalda, en este aniversario de la firma, para asegurar que está cumpliendo todo lo incluido. En él se hace mención al bono al alquiler, a la regulación de los pisos turísticos que ha rescatado ERC y al aumento del parque público de vivienda en un 20%. La reacción primera del PSOE tras la manifestación de inquilinos en Madrid el día 6 fue el incremento en 200 millones de euros la partida para esos bonos, que han beneficiado a 66.000 jóvenes de entre 18 y 35 años. El problema es que Sumar esgrime que el contexto de entonces, no es el actual, de emergencia social. Por lo que exige más al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

Sin documento explícito que pueda quebrar la alianza, los magentas abogan aparentemente por hacer presión de calle, poniéndose de lado de las asociaciones para que sean éstas las que acaben potenciando que el PSOE de sus pasos. No se descarta presionar con los Presupuestos. Aunque ya se deja constancia de que existen dificultades previas más allá de la vivienda. Están "encallados" en la discusión de una reforma fiscal para contar con más dinero procedente de las rentas altas que permitan ampliar los servicios públicos. La presión [al dejar en el aire inversiones para Cataluña] de empresas como Repsol a Junts, además, complican la ampliación de los impuestos a las energéticas y a la banca. Otro compromiso del texto.

Si bien ya Sumar venía aquejando problemas por el nivel "compromiso" del PSOE para el cumplimiento de lo pactado, como en el periodo electoral de febrero a mayo, con las europeas como culmen, internamente se reconoce que el mayor momento de erosión lo generan las diferencias en Vivienda. Más que con el lanzamiento sin consulta previa de nuevo de la propuesta para abolir el proxenetismo. O con las actuaciones de Interior en relación a la inmigración o al asilo de saharauis. Y no ha pasado inadvertido el alineamiento de Sumar con el PP. Entendida por algunos como "pinza". Desde Vox se promociona por interés de desplazar a los populares hacia la izquierda.

En concreto, Sumar lanzó un guiño al PP en la jornada del martes avalando su propuesta para que los envíos de armamento a zonas de conflicto sean sometidos a votación, junto a las misiones militares, en el Congreso. A cambio, los populares votaron a favor de la propuesta magenta para combatir las cláusulas hipotecarias abusivas. Un acuerdo considerado como bueno por los de Díaz [ya no ejerce el liderazgo orgánico, sí político], pero que no gustó a las filas socialistas. Sumar vio en el PP, y no en el PSOE, mayor disposición de legislar algo que a su juicio beneficia socialmente. "La ministra debería estar contenta", consideró Errejón.

Sumar choca con el PSOE para pactar con el PP el fin a las cláusulas hipotecarias abusivas: "La ministra se tendría que alegrar"

Para el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, los de Díaz el martes eligieron "francamente mal". Y dio un toque de atención: "Estamos a por setas o a por Rolex". Pero Errejón, como respuesta, afeó los vetos cruzados con los populares. Sobre todo cuando hay en juego avances. Es una postura que Sumar ha trasladado al PSOE en relación con la conciliación y la jornada laboral, la de abordar un debate serio. El ambiente se palpa, en definitiva, tenso.

Esta confrontación por la Vivienda se une a la dificultad de legislar los presupuestos y a la inestabilidad de por sí que hay con socios como Junts. Ya se ha confirmado, de hecho, candidatura de Carles Puigdemont para controlar el partido tras el congreso de finales de mes. Y se espera que el partido adopte una línea más dura para capitalizar el descontento del independentismo. Todo ello puede poner en un aprieto mayor a la coalición.

Podemos afila los dientes

La réplica de Rodríguez en la comparecencia a Sumar y a Podemos, obviando la presión además de EH Bildu, ERC o BNG, fue claramente diferencial. La dureza impregnó por momentos la hecha a Alberto Ibáñez, pero fue mucho más allá en el caso de Ione Belarra. Incluso se entró en un choque personal a cuenta de las propiedades. Incluido el chalet de Galapagar de Irene Montero y Pablo Iglesias. En el Gobierno ven "inasumible" las exigencias de los morados y los ven apostando únicamente por la confrontación. De ahí el tono de la ministra.

Desde Podemos lo apuestan todo a una caída libre del Gobierno que permita un reforzamiento de su espacio tras la merma que trajo consigo el proyecto de Díaz. Por eso se permiten exigir a cambio de aprobar los Presupuestos Generales del Estado desde la reducción de un 40% del precio de los alquileres o impedir la compra de viviendas para la especulación, impidiendo su alquiler hasta cuatro años después de la compra. Saben que las exigencias son altas, pero también que no pierden nada por lanzarlas. No salieron damnificados, por ejemplo, en enero. Cuando tumbaron el decreto ley de reforma del subsidio de desempleo para mayores de 55 años. Y ahora estiman que será igual.

Fuentes nacionales de Podemos afirman que a diferencia de Sumar, ellos no tienen las manos atadas ni dependen de Sánchez para aguantar políticamente. Y por los casos de corrupción que rondan al entorno del presidente del Gobierno, o el desgaste de la figura de Díaz, creen que los magentas deberían estar "preocupados". También por la presencia de "gente en la calle", algo que la legislatura pasada no sucedía, recuerdan. Es conocido que los morados ven "tocado" al espacio con el que rivalizan. De ahí que no se contemple la fusión para las próximas generales pese a la demanda de IU. Consideran que frente a Sumar, solo Podemos puede condicionar por sus exigencias la acción de Gobierno.

Preguntadas esas mismas fuentes sobre si la consulta que está vigente hasta el domingo a las bases, sobre si avalan esas exigencias en vivienda para negociar con el Gobierno, así como el cese de relaciones con Israel o la comercialización de armamento, se recalca que "la consulta deja poco margen" para acotar exigencias. Sin Podemos, será difícil que haya nuevas cuentas. Especialmente si votan en contra.