Es un duro comunicado. Lo escribe quien fuera pareja de Iñigo Errejón durante años y compañera de trayectoria política desde hace incluso más tiempo. Rita Maestre ha roto su silencio publicando una carta en la que relata cómo se siente tras conocer las acusaciones que pesan sobre Errejón: "Me siento profundamente engañada y ese engaño resulta devastador", asegura. Relata cómo estos días, tras conocer los relatos de presuntos abusos cometidos por su expareja está descubriendo que quien aparentaba ser "un buen novio" era en realidad "un misógino que volvía a casa con normalidad después de agredir a una mujer de 20 años en un hotel".

Maestre asegura que llevaba tiempo alejada de Errejón. Reconoce que es ahora cuando está descubriendo que algunos de los episodios denunciados se produjeron cuando ella mantenía la relación de pareja con Errejón. Afirma que lo que está descubriendo es que se cumple "la teoría" de los agresores, "que se suelen presentar como seres monstruosos" por un lado pero después muestran la cara de "excepcionales padres, hermano, compañero de trabajo o expareja": "Pero es sobrecogedor porque ahora no es una teoría ni un lema; es mi vida, y me resulta imposible no hablar desde ahí".

Tras expresar su apoyo y solidaridad con las víctimas, cuestiona a los que "especulan alegremente con el grado de conocimiento de sus acciones o complicidades en los espacios de convivencia personal o política". Reconoce que es imposible no pensar en cómo quienes compartieron distintas parcelas de su vida con Errejón "no pudimos ver que estábamos ante alguien con esas múltiples caras, cómo pudimos cegarnos ante ese nivel de manipulación". Señala que es lo que hacen "los manipuladores". Afirma que ella no ha sido parte ni tiene constancia de "ningún encubrimiento de ninguna agresión ni acción violenta, porque no lo ha habido".

"Estamos hartas de eufemismos y evasivas"

En su misiva Maestre recuerda especialmente a las víctimas a las que pide que sean respetadas y acompañadas. Llama a trabajar para erradicar las conductas y agresiones machistas "de la política y la sociedad": "Cueste lo que cueste, caiga quien caiga. Sea quien sea el agresor y sea quien sea la víctima".

Asegura que las mujeres "estamos hartas de eufemismos, de evasivas, de que el foco se ponga sobre nosotras, de que la conversación pública gire en torno a la excepción de lo escabroso y no a la normalidad que sostiene tantas violencias cotidianas". Añade que las mujeres están "hartas de que no se nos crea y se nos cuestione cuando, de no saber dónde acudir cuando nos ocurre algo como cualquiera de las cosas que están ocupando portadas y titulares". somos agredidas".

Concluye su carta animando a las mujeres que hayan sido víctimas de situaciones de acoso o agresión "a que se valgan de las redes de apoyo feminista para seguir adelante": "No van a poder amordazar esta ola de dignidad".