Finalmente el impuesto a las energéticas no se prolongará más allá del 31 de diciembre. La pretensión del Gobierno de seguir aplicando a las grandes energéticas el gravamen que nació para ser provisional pero que se quería consolidar no cuenta con los apoyos suficientes para salir adelante. En cambio, el acuerdo para gravar los beneficios a la banca sí continuará. La falta de apoyos suficientes, con la negativa de Junts, habría frustrado la pretensión del Ejecutivo que ve cómo una de las vías de recaudación con las que confiaba en cumplir el escenario que presentó a Bruselas no se cumplirá. La negociación para incluir la medida en forma de enmienda se ha agotado hasta el final del plazo que concluía a las 18.00 horas de esta tarde. De ella dependen en gran medida los planes fiscales del Gobierno y las previsiones de ingresos con las que plantea su senda tributaria.

El otro de los socios del Gobierno, el PNV, sí estaba dispuesto a negociar un acuerdo tanto en el gravamen a las energéticas, pero ha asegurado que "por factores externo" finalmente decaerá. En cambio sí respaldará el aplicado a la banca siempre que sea convertido en tributo concertado y con capacidad normativa para su aplicación en las haciendas vascas. Finalmente, el Gobierno ha renunciado si quiera a cerrar ninguna tipo de acuerdo con los nacionalistas vascos sobre el gravamen energético al haber constatado previamente que carecía del apoyo suficiente para que prosperara.

El resto de socios del Gobierno sí se habían mostrado partidarios de mantener el gravamen a las energéticas, especialmente Sumar que lo había incluido en su acuerdo de investidura. De la relevancia de esta medida y la necesidad de mantenerla da cuenta que el Ministerio de Hacienda ingresó 2.859 millones de euros con estos impuestos este año. Los bancos aportaron 1.695 millones, mientras que las empresas energéticas abonaron 1.164 millones.

Acuerdo para la banca

Finalmente, el Grupo Vasco ha logrado que se dé cumplimiento parcial al acuerdo que firmó el 27 de diciembre de 2023 con el Gobierno español para la concertación con capacidad normativa de los impuestos a grupos multinacionales y a la banca. Este pacto se introdujo en el Decreto anticrisis aprobado por el Consejo de Ministros. De esta manera el PNV respaldará las enmiendas al Proyecto de ley por la que se establece "un impuesto complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales y los grupos nacionales de gran magnitud".

De este modo, se establece un tipo mínimo de impuesto del 15% sobre las grandes multinacionales para generar un conjunto común de reglas para determinar la base imponible del Impuesto sobre Sociedades en la Unión Europea. El impuesto se aplicará a aquellas empresas con un importe neto de su cifra de negocios consolidado igual o superior a 750 millones de euros. En los territorios forales ya se aplica un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades, pero que las haciendas forales formen parte de este Impuesto Mínimo Global a grupos multinacionales supone poner las bases futuras del Concierto Económico, ya que este tipo de impuestos se convertirá en un eje fundamental del sistema fiscal europeo.

El final del gravamen sobre las energéticas supone un importante alivió tanto para el PNV como para Junts que nunca vieron con buenos ojos la medida por el impacto negativo que pudiera tener sobre las inversiones de las compañías energéticas. Varias de ellas ya habían alertado del impacto que tendría sobre proyectos ya planteados, tanto en Euskadi como en Cataluña y que se encontraban paralizados. Compañías como Repsol anunciaron hace unos días que trasladan algunas inversiones de España a Portugal.