El Congreso de los Diputados vivió este miércoles una situación totalmente anómala en mitad de la tragedia vivida por la DANA, que ha asolado el sureste de la península y que, en estos momentos, contabiliza la escalofriante cifra de más de 90 fallecidos. Porque si bien se decidió suspender la sesión de control al Gobierno, se mantuvo la convalidación del decreto que reforma la ley de RTVE para cambiar el sistema de elección de los miembros de su Consejo, en la que el Ejecutivo se reparte con sus socios un total de 11 puestos de los 15 que formará el nuevo órgano de gobierno de la Corporación.

La decisión vino precedida de un debate en la Mesa del Congreso y, posteriormente, en la Junta de Portavoces, donde se impuso la llamada mayoría de investidura con una sola excepción, la de los dos diputados de Compromís, representantes de un territorio, Valencia, especialmente castigado por el temporal. Ellos, junto con los parlamentarios del PP, Vox, UPN y José Luis Ábalos, se negaron a participar tanto en el debate como en la votación posterior.

Todavía había plazo de convalidación del decreto sin tener que forzar la aprobación ayer

En la reunión de la Junta de Portavoces, el representante del PP, Miguel Tellado, reiteró, como había hecho previamente en el pleno, que se aplazara la sesión parlamentaria "porque no parece razonable que sólo se suspenda la sesión de control" en solidaridad con las víctimas de la DANA. Apeló, según fuentes populares, a la necesidad de dar una imagen de unidad ante la catástrofe. De hecho, en réplica al portavoz de ERC, Gabriel Rufián -que vino a acusar a los populares de querer dificultar dicho decreto- el popular aseguró que su grupo pondría "todas las facilidades para que este pleno se celebre en otro momento, pero hoy no porque no nos parece ni oportuno ni coherente". De hecho, todavía estaba en plazo esa convalidación sin necesidad de aprobarla ayer sí o sí.

El socialista Patxi López vino a justificar que todo el trabajo en torno al decreto "está hecho" y que del mismo modo que otros ciudadanos estaban "en su puesto laboral", los diputados debían también desarrollar su labor. La portavoz adjunta del Grupo Plurinacional de Sumar, Aína Vidal, defendió además que los parlamentarios no iban a a ir a "ayudar" frente a los estragos de la DANA, mientras otros grupos, como el de Junts, se limitaron a señalar que estarían "con la decisión de la mayoría". Por su parte, el peneuvista Aitor Esteban reprochó a los populares el tono de la sesión de control, según fuentes conocedoras del contenido de la reunión. Como era de esperar, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se sumó a las tesis de su partido y decidió seguir adelante con el debate del decreto.

Tellado dio instrucciones a sus diputados para que rebajaran el tono

Los argumentos de López y de Vidal podrían haber sido coherentes de no haberse suspendido el pleno de control al Ejecutivo, además de desconvocarse las comisiones de Derechos Sociales y Consumo; la Mixta para el estudio del problema de las adiciones: la mesa de la comisión de Industria y Turismo; la de Ciencia Innovación y Universidades y la de Vivienda y Agenda Urbana e, incluso, el previsto acto de homenaje y recuerdo a todas las Víctimas del Golpe de Estado, la Guerra y la Dictadura. Y es que, además de la convalidación del decretazo, sólo se celebraron algunos debates en ponencia, aunque su trabajo, a puerta cerrada, siempre es más de trámite que otra cosa.

El pleno arrancó con un minuto de silencio por las víctimas de la DANA y Tellado, siempre de gatillo fácil, dio en este caso "indicaciones expresas al resto de los diputados de su grupo para que rebajaran la intensidad en el control al Gobierno", según fuentes populares. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, formuló la primera pregunta a la vicepresidenta María Jesús Montero. Hasta ahí, todo normal. La cosa empezó a torcerse en las preguntas a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, por parte de los diputados Jaime de Olano y Esther Muñoz. Usaron un tono suave, aunque no lo fue tanto el contenido de sus preguntas.

El clima comenzó a calentarse con las preguntas a Yolanda Díaz

De Olano acusó a Díaz de haber "pactado más con Errejón para tapar su agresiones que con trabajadores y empleadores", de mentir "para aferrarse al poder" o de que "todos sabían todo -en relación otra vez a Errejón- pero es más importante un valor político que las víctimas", parafraseando a la ex diputada de Podemos Tania Sánchez. Y Muñoz, tras lamentar que el pleno no se hubiera suspendido, sacó a colación todos los casos de corrupción que rodean al Ejecutivo. Díaz se revolvió y el pleno comenzó a tomar sus habituales derroteros de enfrentamiento y crispación. En ese momento Tellado pidió la suspensión del pleno y el socialista Patxi lópez, lo respaldó.

Pero la sorpresa surgió, primero, en la Mesa del Congreso, donde los representantes del PSOE, Francina Armengol y la socialista Isaura Leal defendieron que una cosa era la sesión de control al Gobierno y otra la convalidación del decreto -Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE) y Gerardo Pisarello (Sumar) se incorporaron más tarde al debate- y se trasladó la consulta a la Junta de Portavoces con el resultado ya conocido.

Desde Génova reprochan a Sánchez que "ni una catástrofe con decenas de heridos le apartan de su objetivo de control mediático. Es de las cosas más graves que ha hecho desde que es presidente, una de las más simbólicas y será difícil que la podamos olvidar". La "insensibilidad de hoy -agregan- resume perfectamente el carácter pesonal y l forma de ejercer el poder" del presidente del Gobierno.