Había que pisar el acelerador. Aprobar ya, sin mirar atrás. Ni media duda. El PSOE tenía muy claro que este 30 de octubre era el día fijado para convalidar el real decreto ley de reforma de RTVE y no había razón para suspender el pleno del Congreso. Tampoco por la DANA que había arrasado la provincia de Valencia, parte de Castilla-La Mancha. Tenía todo el sentido, defendía, "liberar" al Ejecutivo para que se centrase en la gestión de una tragedia que se ha llevado cerca de un centenar de vidas y provocado decenas de desaparecidos. Como tenía sentido, añadió, que los diputados continuasen con su labor legislativa, con su trabajo, por el que se les paga. Pero en los socialistas también operaba otro elemento: que el pacto con todos sus socios ya estaba amarrado y, en una legislatura en la que los equilibrios son tan delicados y los acuerdos tan complejos de armar, "cuando tienes el acuerdo, hay que ir rápido". Y también otro argumento que consideraban poderoso, la situación "dramática" que padece RTVE, con una cúpula con más de la mitad de sus miembros con el mandato caducado o sin cubrir, "peleada" entre sí y "bloqueada" por la decisión del PP de no propiciar su relevo.

El pleno del Congreso de este miércoles comenzaba con un ambiente gris, plomizo, traumatizado por las noticias que llegaban de Valencia, los en torno a 50 muertos que se conocían a esa hora de la mañana. Tras el minuto de silencio, se desataban las hostilidades. Arrancó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, mostrando su "solidaridad" con las víctimas, pero enseguida pasó al combate con su oponente, María Jesús Montero. Y luego siguieron Jaime de Olano y Ester Muñoz, en su caso con su duelo con Yolanda Díaz. Pero la sesión sonaba a esperpento, con la tragedia cruda tan cerca, en el este del país. Hasta para un hemiciclo tan acostumbrado a la bronca esas primeras refriegas, aunque bajadas algo de decibelios, encajaban mal y sentaban peor. El portavoz del PP, Miguel Tellado, pidió suspender el control, coincidió su homólogo del PSOE, Patxi López, y después la representante de Compromís, Águeda Micó.

El PSOE y sus socios alegaron que igual que en el resto de España los trabajadores estaban en sus puestos, también los diputados tenían que dar ejemplo, y no iban a estar sobre el terreno, en las zonas afectadas

La presidenta de la Cámara baja, Francina Armengol, estuvo de acuerdo con parar la sesión en ese punto y convocar la Junta de Portavoces para tomar una decisión. El debate puertas adentro duró cerca de una hora. No había acuerdo. La derecha quería suspender el control al Gobierno, pero también el pleno extraordinario programado a continuación, con un único punto en el orden del día, el debate y convalidación del decreto ley que cambia las mayorías en RTVE. El PSOE y sus socios estaban de acuerdo en paralizar el control, convinieron que era mejor que el Ejecutivo se dedicase en exclusiva a gestionar el horror que estaba dejando una salvaje gota fría, la peor del siglo, a su paso por la zona este del país. Pero insistieron en que la actividad legislativa tenía que seguir, porque igual que los trabajadores del resto de España estaban este miércoles en sus puestos, también los diputados tenían que dar ejemplo. Y ellos no tenían que estar sobre el terreno, no tenían que viajar a Valencia y Castilla-La Mancha. Por tanto, arguyeron, debía mantenerse el pleno extraordinario con la convalidación del decreto sobre RTVE.

Sin consenso en la Junta, Armengol atendió el criterio mayoritario. Esto es, del PSOE y de sus socios. Suspendió el control y mantuvo viva la sesión sobre la radiotelevisión pública. "Es una actitud despreciable, no son del todo conscientes de la gravedad de la decisión que han adoptado", advirtió el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en los pasillos de la Cámara. La determinación para mantener ese punto, el que dará al Gobierno de Pedro Sánchez el control de la corporación, es la prueba, aseguró, de la "bajeza moral" del Ejecutivo.

El decreto salió convalidado por 175 votos a favor y uno en contra, más 174 ausencias, las de PP, Vox, UPN, Compromís y Ábalos. Los socialistas se felicitaban de que Feijóo no lograra "demorar la aprobación"

El pleno sobre RTVE se ventiló rápidamente. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, tomó la palabra brevemente para justificar la necesidad del decreto, para "desbloquear" la corporación, para que no ocurra como "con el Consejo General del Poder Judicial" —paralizado por el choque entre PSOE y PP durante más de cinco años—, para solventar "un problema de gobernanza" que sufre una empresa "central" en España de una vez por todas. Y para alumbrar la cúpula "más plural de la historia", porque "nunca habrá más grupos proponiendo consejeros".

Los parlamentarios de la derecha (PP, Vox, UPN), además de los dos de Compromís y el exministro José Luis Ábalos, optaron por no participar ni en el debate ni en la votación. Pero el decreto quedó convalidado. Por 175 síes (PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos y Coalición Canaria) y un no (BNG), ninguna abstención y 174 ausencias. Por los pelos se logró el quórum, porque el reglamento de la Cámara baja exige, en su artículo 78.1, que para adoptar acuerdos esté reunida la mayoría de sus miembros. Y votaron 176, exactamente la mitad más uno. Los socialistas se felicitaban por haber hecho descarrilar la estrategia del PP, que perseguía "demorar la aprobación del decreto".

Perfiles con fuerte carga política

El decreto 5/2024 ya estaba listo. Faltaba la segunda parte. A las 14 horas se cerraba el plazo para que los grupos presentaran en el Congreso su propuesta para consejeros de administración de la corporación. El PSOE y sus socios (Sumar, ERC, Junts, PNV, y Podemos, porque Bildu decidió quedarse fuera de la nueva dirección) registraron una única candidatura con 11 nombres. La mayoría, de alto voltaje político. Entre ellos, al que se apunta como nuevo presidente de RTVE, José Pablo López —el director de Contenidos Generales de la casa hasta el pasado marzo, y antes director general de Telemadrid—. Pero también se incluyó a Esther de la Mata, directora de Comunicación del ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, o a la directora general de Coordinación Informativa con José Luis Rodríguez Zapatero, Angélica Rubio, directora de El Plural desde 2017. Cuota del PSOE son también la cantautora y exconcejala Rosa León y Mercedes de Pablos, periodista, escritora y exedil independiente por el PSOE en Sevilla entre 2011 y 2013.

A las 14 horas, se registró la lista única de nuevos consejeros de RTVE. Entre ellos, quien presidirá la corporación, José Pablo López, y la jefa de prensa de Bolaños y Angélica Rubio, asesora con Zapatero

Sumar aúpa a la sindicalista de RTVE Maite Martín y a la exdiputada en el Parlament —por ICV-EUiA primero y por los comunes después— Marta Ribas. Junts elige al empresario y periodista Miquel Calçada, Mikimoto; ERC, a su jefe de Comunicación entre 2011 y 2015 y director de Comunicación del exvicepresident Oriol Junqueras (2016-2017), Sergi Sol. Podemos sitúa al periodista musical especializado en heavy metal y rock Mariano Muniesa, y el PNV, a María Roncesvalles Solana, exportavoz y exconsejera del Gobierno navarro y todavía parlamentaria foral por Geroa Bai. De la lista se caerá la periodista deportiva de TVE Paloma del Río, ya jubilada, propuesta inicialmente por Sumar pero sustituida después por Ribas como guiño a la "plurinacionalidad" y para evitar suspicacias en el colectivo trans.

El Gobierno tiene ya muy cerca tomar las riendas de una nueva RTVE. La semana que viene los candidatos pasarán por la Comisión de Nombramientos del Congreso y la siguiente, por el pleno de la Cámara baja para su votación. Primero se necesitarán dos tercios y, a las 48 horas, en segunda vuelta, una mayoría absoluta que el PSOE tiene garantizada con sus socios. El PP ha de decidir en el Senado, Cámara que controla, si vota y elige a los cuatro vocales que le corresponden. Pero si no lo hace será indiferente porque el consejo de administración podrá ponerse en marcha solo con los 11 miembros votados por el Congreso.

Los consejeros pasarán por la Comisión de Nombramientos del Congreso la próxima semana, y la siguiente por el pleno de la Cámara baja

La pregunta es, ¿por qué tantas prisas? El Ejecutivo tiene el plazo constitucional de un mes para someter a convalidación sus decretos leyes. ¿Por qué forzar la aprobación del texto sobre RTVE cuando toda la atención del día se situaba en las víctimas y los afectados por la catastrófica DANA que había castigado sin piedad Valencia y Castilla-La Mancha? PSOE, Sumar y Transformación Digital esgrimen razones coincidentes. Con un acento diverso en cada caso, eso sí.

Tres ponencias que sí funcionaron

Para empezar, esgrimían, porque lo que se decidió fue suspender el control al Gobierno para "evitar la confrontación política" en un día que "no tocaba", pero a la vez mantener "la actividad legislativa en su plenitud". Se siguió adelante con el pleno extraordinario —con un solo punto: el decreto sobre RTVE— y las tres ponencias que estaban programadas. Una, sobre la iniciativa legislativa popular para la regularización extraordinaria de inmigrantes, que se constituyó; otra, sobre el proyecto de ley orgánica de eficiencia del servicio público de la Justicia —"que contempla medidas como la prohibición de las golden visa, por ejemplo"—, que pasará la semana próxima a comisión, y una última, sobre el proyecto de ley por el que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.

Se mantuvieron las ponencias programadas, que tenían actividad legislativa, pero se suspendieron las comisiones "que no llevaban ninguna ley"

En cambio, los presidentes decidieron "suspender las comisiones que no llevaban ninguna ley y por lo tanto no eran actividad legislativa, que solo tenían en su orden del día comparecencias y debates de proposiciones no de ley". Criterios que operan también este jueves y que hacen que toda la actividad parlamentaria desaparezca, porque solo se había previsto una comparecencia en la Comisión de Defensa y la elaboración del informe para la actualización del pacto de Estado contra la violencia de género.

"Si hubiera sido cualquier otra ley, en lugar de esta sobre RTVE, se habría mantenido igualmente. El criterio fue mantener la actividad legislativa, que es la propia del Parlamento. Y el único punto en el orden del día de ese pleno extraordinario era el que afectaba a RTVE", explicaban desde el Grupo Socialista. Mismos argumentos ofrecían desde la dirección de Sumar: "El Legislativo tiene que continuar con sus funciones. La gestión de la crisis sí compete al Gobierno. A nosotros, como legisladores, se nos exige que seamos como la gente de a pie, que hoy [por este miércoles] ha seguido trabajando". "Lo que se ha evitado es el rifirrafe político —completan desde Transformación Digital—. El país no se ha parado por esta desgracia. Y en este caso se da la circunstancia de que el ministro [Óscar López] no forma parte del comité de crisis".

Cuando tienes que hilar tan fino para poder cerrar un pacto con todos, hay que tirar hacia delante cuando se cierra", "se ha evitado el rifirrafe político", "el ministro López no está en el comité de crisis", razonan desde el Grupo Socialista y el Gobierno

Pero también en la dirección parlamentaria de los socialistas recordaban que hay otros factores que deben contemplar, y uno es que "cuando tienes un pacto", cuando se ha amarrado un acuerdo con los socios, "hay que ir rápido". "Cuando tienes que hilar tan fino para poder cerrar un pacto con todos, hay que tirar hacia delante cuando se cierra", explicaban. "Cada semana pasan tantas cosas que ese argumento también hay que tenerlo en cuenta", reconoce otra fuente de la cúpula del PSOE en el Congreso. "Al final, ocurre que tanto si suspendes como si no suspendes, todo mal. Pero la gente no está en lo que se ha hecho en la Cámara, está en otra cosa", protesta este mismo mando de la dirección. En el Ejecutivo apostillan que se les ataca por su precariedad y también cuando se atan acuerdos como este, algo que creen contradictorio.

No es el 'modelo Zapatero'

Sin embargo, tanto la aprobación del decreto como la lista de los 11 candidatos delata una intención evidente del Gobierno: la de tomar el control de RTVE con consejeros guerrilleros en su mayoría, salvo José Pablo López, el futuro presidente, con una larga trayectoria acreditada en el mundo de la tele. No es el modelo, reconocen los socialistas, que propugnó Zapatero. "Tampoco hay votos para sacar ese modelo, porque el PP no quiere pactar y los socios te ponen condiciones —explican en el Gobierno—. Así que sí, se va sin complejos. ¿Qué más nos va a decir el PP, si ya ha pedido la dimisión del presidente Sánchez?". En el Ejecutivo añaden que también se trata de "repescar a José Pablo", situándole ahora en la cúspide de RTVE después de haber sido cesado en marzo por haber apostado por un formato, el de David Broncano, que finalmente se ha probado exitoso en audiencias, como demuestra día tras día su programa en La 1, La revuelta. Y recuerdan que el decreto ley confiere más poder al presidente de la corporación, por lo que en la práctica quien dirigirá la empresa será él y no el consejo, por más que este tenga mucha carga política.

Los socialistas insisten en que el consejo será "más plural" porque para llegar a la mayoría absoluta han tenido que integrar a sus socios, mientras que el PP se bastaba para lograr la renovación del consejo en 2012

En el Gobierno también aducen que la mayoría absoluta con la que será elegida la cúpula no es la misma que fijó el PP en 2012, cuando rompió el modelo Zapatero. En aquel tiempo, Mariano Rajoy facilitó la elección del consejo por mayoría absoluta, la que su partido disponía por sí mismo. Ahora, en cambio, indican fuentes gubernamentales, para llegar a esa mayoría de 176 diputados los partidos que integran la coalición, PSOE y Sumar, necesitan recurrir a todos sus socios, por lo que forzosamente se da vida a un consejo "más plural". Y eso obligará a que sus miembros se tengan que poner de acuerdo entre sí, y no siempre será fácil.

Otro argumento que aporta la Moncloa es el de la operatividad del consejo saliente. Cinco de sus nueve miembros tenían el mandato vencido, otra plaza más —la del expresidente José Manuel Pérez Tornero, dimitido en 2022— estaba vacante, los vocales libran una guerra sin fin y está al frente de la empresa una presidenta interina, Concepción Cascajosa, con muchas dificultades para mantenerse en el cargo. El pasado lunes, de hecho, evitó una nueva votación en la cúpula de RTVE sobre su continuidad en el puesto. "Se requería una solución urgente. Por eso no se ha retirado la votación. No puede ser que los consejeros tomen la corporación como rehén. Hay cosas prioritarias y hay que hacerlas, y no retirarlas porque el PP lo pida".

Otra razón, esgrimen, es la crisis de gobernanza en RTVE, con un consejo parcialmente caducado y en guerra interna, y una presidenta interina con muchas dificultades para continuar en el cargo

¿Faltó empatía con las víctimas de la DANA? ¿Humanidad? "El que queda como inhumano es Feijóo —responden en el Grupo Socialista—. Él sí que no respeta ni la tragedia [para atizar al Gobierno]. ¿Le parece inhumano que se hagan leyes?". El Ejecutivo de Sánchez tenía muy claro su objetivo. Y lo llevó a cabo hasta el final. Pese a las críticas, pese a todo. Sin mirar atrás.