En el margen del barranco de Paiporta (Valencia) que se desbordó hace una semana por la DANA, hay un edificio con un cartel que destaca pisos de protección oficial. En el primero se asoma al balcón Mouhasin, que describe cómo el agua llegó hasta el borde de las plantas que asoman en su barandilla. Él y su compañero de piso, Mohamed, quien charla desde abajo con una pala en la mano, buscan desesperadamente a otro compañero marroquí, Mahdi, que vivía en Aldaia, y que no ha dado señales de vida desde la riada.

La noche de la tragedia, Mouhasin se encontraba rezando en la mezquita del pueblo y no pudo volver a su casa, situada a menos de un kilómetro del templo, hasta las tres de la mañana, cuando parecía que el agua empezaba a drenar. Aunque lo relata con una sonrisa en la boca, en su rostro se deja ver el impacto y el estrés que han pasado estos últimos días.

Mohamed, manchado de lodo, tampoco volvió a casa hasta las cinco de la mañana. El portal por el que acceden a su piso de cuatro habitaciones está totalmente devastado. Los cristales están rotos y las paredes, marrones. Unos metros al lado hay un supermercado que se derrumbó por completo, cuyo parking sigue todavía lleno de agua. Su hogar está en plena "zona cero".

Mohamed y Mousin cuentan que llegaron a España hace algo más de dos años, pero que sólo llevan ocho meses viviendo en Paiporta. Aún no tienen papeles, y están tratando de conseguir los de arraigo para regularizar su situación. Casi al final de la conversación, se incorpora un tercer amigo a la charla que tiene mejor castellano porque quieren traducir bien lo que más les preocupa.

"Estamos buscando a un chico que tiene 21 años que se llama Mahdi, no sabemos nada de él desde hace cinco días. Su familia esta llamando y no responde, su móvil creo que está roto", explican a El Independiente. Este periódico ha intentado saber algo del paradero de Mehdi, llamando al teléfono habilitado por la Generalitat Valenciana para avisar de una desaparición, pero no responden.

Mohamed enseña una fotografía de su amigo con una camiseta de fútbol. Ellos no han acudido a denunciarlo oficialmente porque dicen que "no saben cómo hacerlo", por lo que tampoco son conscientes de si su compañero está contabilizado en las cifras oficiales.

Los datos de desaparecidos se conocieron este martes por primera vez desde que cayó la DANA. El número total es de 89 casos, según las cifras del Centro de Integración de Datos (CID). Precisamente, el documento que informaba de la cifra añadía: "Es importante hacer constar que las denuncias de desaparecidos con expediente activo en las oficinas ante mortem no equivalen al número total de desaparecidos que podría haber generado la tragedia, pues puede haber casos de desaparición que no se hayan denunciado todavía".

Como indica un miembro de la policía militar desplazado en la localidad, la dificultad de poner nombre a víctimas o desaparecidos cuya situación legal no esté formalizada, como en el caso de Mehdi, será todavía mayor.

La Guardia Civil pide colaboración

La Guardia Civil y la Policía Nacional han habilitado unas oficinas para contabilizar a los desaparecidos y han pedido colaboración. "Se solicita que todos los familiares de personas desaparecidas, y que no lo hayan hecho, acudan a la oficina de denuncias de desaparecidos de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia (calle Calamocha n° 4), para que aporten toda la información posible que ayude a la identificación de sus allegados, así como muestras de ADN", señalaron ayer.

"En caso de tener problemas para el desplazamiento, contactar con el 062 para habilitar el mismo. Es muy importante contar con la mayor información posible para una identificación rápida y eficiente", añadieron.