No había dado ese paso antes. No secundó las críticas de su jefe orgánico, Alberto Núñez Feijóo, a la Aemet y a las confederaciones hidrográficas, dependientes del Gobierno, se refirió a Pedro Sánchez como "querido presidente", manifestó su confianza en que el Ejecutivo central esté a la altura, como hasta entonces había estado. Pero este lunes Carlos Mazón, el presidente de la Generalitat Valenciana cada vez más señalado por su cuestionada gestión previa y posterior a la DANA que arrasó buena parte de la provincia de Valencia el pasado martes 29 de octubre, decidió cambiar de estrategia. Disparar hacia Sánchez para intentar librarse del señalamiento, para justificar su actuación en unos días absolutamente críticos y que sin lugar a dudas marcarán su mandato. Mazón argumentó, y no lo había hecho antes, que si la alerta a los móviles de los ciudadanos se envió tan tarde, pasadas las 20 horas del martes, fue porque la Confederación Hidrográfica del Júcar desactivó tres veces la alerta de peligro de desbordamientos el pasado martes —a las 13, a las 14 y a las 16 horas—, y no fue hasta "las siete menos cuarto" cuando advierte de una rápida y peligrosa crecida. Y también se exculpó de la falta de efectivos militares los primeros días: una vez que pidió que activara la UME, a las 15.21 de ese fatídico martes, antes de la "revolución meteorológica" que arrasó Valencia, entonces ya no haría falta reclamar la llegada de más unidades, no es necesaria "ninguna consigna política".

Mazón alega que la Confederación del Júcar desactivó tres veces la alerta de peligro, pero Transición recuerda que quienes activan y desactivan los avisos son las autoridades autonómicas

Las palabras de Mazón en la Cope encolerizaron al Gobierno. Porque se trataba de "mentiras" que trató de desarticular desde primera hora. Con hasta dos comunicados de Transición Ecológica y una comparecencia del jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), teniente general Javier Marcos. Y una pila de datos. No quiso el Ejecutivo, sin embargo, bajar al choque directo. La Moncloa no dejó que ningún ministro —los únicos que en esta semana del horror están tomando la palabra— polemizara con él. Todo eran invocaciones públicas a la "unidad", llamamientos a apartar los debates "estériles". Nada de devolver el golpe de manera pública, aunque el juicio del Gobierno sobre la gestión de Mazón no ha cambiado: se le sigue considerando "un inútil", un "frívolo". También un "cadáver político" que, para los socialistas, no tendrá salvación, por mucho que intente blindarlo su partido.

Hasta ahora, Mazón había aducido, para explicar la tardanza en el envío de la alerta a los móviles, que había seguido los protocolos establecidos. Su versión mudó este lunes en la entrevista en la Cope, cuando se agarró a los datos proporcionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la que afecta a los municipios que se han visto más azotados por la DANA. Transición Ecológica, el ministerio que dirige la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, recordó que las confederaciones hidrográficas tienen entre sus competencias medir y proporcionar datos actualizados de pluviometría y de nivel de los cauces —lo que técnicamente se llama aforo—. No está entre sus competencias, precisó, ni activar ni desactivar alertas, porque las encargadas de hacerlo son "las autoridades competentes en materia de protección civil". Ellas son las que, evaluados todos los datos —también los de, por ejemplo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)—, emiten los avisos que correspondan para proteger a su población.

El martes 29, ante la primera crecida del barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12.30, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat emitió la alerta hidrológica, alerta que venía precedida del aviso rojo que activó la Aemet emitida a las 7.31. En las siguientes horas, sí se refleja una disminución progresiva del caudal de la rambla, datos que no supusieron "ninguna desactivación de la alerta emitida por el Centro de Coordinación de Emergencias". A partir de las 17 horas, sí se detecta un aumento brusco del caudal. Y creció y creció, sin que hubiera ninguna nueva alerta autonómica. A las 18.55, se alcanzaron los 2.282 metros cúbicos por segundo, y en ese momento la fuerza del agua se llevó por delante los sistemas de medición.

Tras el mediodía, se reflejó un descenso en el caudal del barranco del Poyo, pero a partir de las 17 se detectó un aumento brusco del caudal, hasta los 2.282 m3/s, y después se destruyó el sistema de medición

En una segunda nota, Transición contó cómo es el proceso de información sobre ese cálculo de los caudales. Recordó que el martes, la CHJ, a través del sistema automático de información hidrológica (SAIH), expuso en su web, accesibles para todo usuario, los datos de lluvia y de aforo de la rambla del Poyo con una actualización cada cinco minutos. Pero además, y de forma redundante, siguiendo el protocolo, la CHJ notificó a las autoridades de protección civil a partir de un caudal de 150 metros cúbicos por segundo. Y lo hizo a través de e-mails. Así fue dando cuenta de los descensos y ascensos del aforo en el barranco del Poyo, y también de la declaración de los escenarios de emergencia en la presa de la Forata en el río Magro.

Marcos, el responsable del "dimensionamiento"

Sobre las 15 horas, el Gobierno dio cuenta de la reunión del comité de crisis del seguimiento de los efectos de la DANA que previamente había presidido el Rey en el cuartel general de la UME, en Torrejón de Ardoz. Luego comparecieron el jefe de la unidad y la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano. El teniente general, un altísimo cargo del Ejército (no un político, por tanto), desmintió por completo al president. Recordó que en un nivel 2 de emergencia, el que activó Mazón el martes 2, quien dirige la gestión es la comunidad autónoma y es su director de emergencias quien autoriza la entrada de los efectivos en las zonas afectadas. Y lo que primero autorizó la Generalitat fue la entrada en la comarca de Utiel-Requena. No en el conjunto de la provincia de Valencia, un plácet que sí se dio horas más tarde.

Yo puedo tener mil soldados en la puerta de la emergencia, pero no puedo entrar legalmente hasta que el director de la emergencia me autoriza", apunta el jefe de la UME, teniente general Javier Marcos

"Hasta que no llega esa autorización, yo no puedo entrar en la zona de emergencia. Y durante toda esta operación he sido un escrupuloso cumplidor de la legislación en materia de emergencias, que es lo que debo hacer", subrayó el teniente general Javier Marcos. La UME es "soberana" para moverse por todo el territorio nacional, pero "nunca puede entrar en la zona de emergencia sin la autorización del director de emergencias correspondiente de la comunidad autónoma". "Yo soy el responsable del dimensionamiento, pero la entrada en la zona es responsabilidad del director de la emergencia. Quien dirige la emergencia es la comunidad autónoma, quien decide dónde vamos o dónde no vamos es la comunidad autónoma. Yo puedo tener mil soldados en la puerta de la emergencia, pero no puedo entrar legalmente hasta que el director de la emergencia me autoriza", insistió Marcos.

Cuando por la tarde le llegó la petición de socorro por parte de la Generalitat, los primeros 250 soldados salieron hacia la zona en solo 15 minutos. Pero solo 100 llegaron primero al destino porque el temporal ya estaba en marcha y muchas vías ya no se podían transitar. Luego Marcos sí ordenó el despliegue de 1.000 militares procedentes de cinco batallones, a fin de que "al amanecer de ese día el pueblo de Valencia viera que las Fuerzas Armadas estaban ahí". Pero de nuevo no podían entrar hasta que la Generalitat diera su aprobación. En lo que no quiso entrar es en si debía elevarse al 3 el nivel de emergencia para que el Gobierno asumiera el mando: su misión, dijo, es "servir para salvar", y no le correspondía valorar por tanto una decisión política.

Marcos dirige un contingente de 7.800 efectivos. 5.000 son del Ejército de Tierra, 2.500 de la UME, del Ejército del Aire y del Espacio y de la Armada y 300 ya previamente desplazados

Mazón defendió que él no tenía por qué cuantificar la necesidad de efectivos, pero lo cierto es que ya lo hizo en días pasados. El jueves pidió la llegada a Valencia de 500 militares, y solo dos días después, el sábado, reclamó 5.000. El Gobierno accedió. Le aportó esos 5.000 soldados más duplicó el número de policías y guardias civiles, hasta sumar un total de 10.000. Ahora mismo, Marcos dirige un contingente de 7.800 efectivos. 5.000 son del Ejército de Tierra, 2.500, de la UME, del Ejército del Aire y del Espacio y de la Armada, y los 300 restantes estaban previamente desplazados, según informó la Moncloa ya en la noche del lunes.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se limitó este lunes a emplazar al president a coordinar "adecuadamente" la emergencia en su comunidad. "Me hubiera gustado que el presidente Mazón hubiera dirigido unas mínimas palabras de agradecimiento a nuestros militares, que están codo con codo, trabajando, haciendo todo lo posible para tratar de solucionar una situación que quizá no está lo mejor coordinada posible", reprobó, informa EFE. La jefa de los Ejércitos defendió las palabras de Marcos, que depende orgánicamente de ella: él contestó "adecuadamente", y "sin querer entrar en ningún tipo de polémica".

La Confederación Hidrográfica dejó en evidencia a Mazón y el jefe de la UME lo ha destrozado. Se ha quedado sin escapatoria", asegura un ministro. "Se contradice a sí mismo", abunda otro

"La Confederación Hidrográfica dejó en evidencia a Mazón y el jefe de la UME lo ha destrozado, porque la realidad es que él pidió la activación de la UME a las tres de la tarde para Utiel-Requena y a las ocho para toda la provincia de Valencia. Y claro, la UME dimensiona acorde con lo que tú, como Administración autonómica, le pides. O sea, que Mazón se ha quedado sin escapatoria", asegura un ministro en conversación con este diario. "Es que se contradice a sí mismo. Antes había dicho que llevábamos todo lo que él pedía. Es una guerra entre ellos", afirma otro miembro del Consejo de Ministros.

Las contradicciones con Feijóo

Por ellos, este integrante del Gabinete se refiere a Mazón y a su jefe de filas, Feijóo, que este mismo lunes, en una declaración institucional sin preguntas en la sede de su partido, volvió a pedir la declaración de emergencia nacional. Es decir, elevar al 3 el nivel de protección civil, que supondría que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asumiera las riendas de la situación. Es decir, que quitaría el mando al president. Mazón no lo ha pedido hasta ahora y el Gobierno no lo ha forzado: lo que Sánchez y su equipo han reiterado en estos días es que movilizarán todos los recursos que la Generalitat pida durante todo el tiempo que haga falta, y que se coordinarán con la Administración autonómica. Este lunes, de hecho, se constituyeron cinco grupos de trabajo conjunto con la participación de los siete ministros que demandó Mazón el pasado sábado.

El Consejo de Ministros aprueba este martes el decreto de declaración de zona catastrófica y otro decreto ley de medidas para ayudas urgentes para los afectados

El titular de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se reunió este lunes por la tarde con los grupos —todos menos Vox, que no acudió a la cita— para informarles de las actuaciones que va a adoptar el Gobierno por la DANA. Y encontró una predisposición favorable en todos ellos. El Ejecutivo aprueba este martes, confirmó el real decreto ley de declaración de zona catastrófica para todos los puntos afectados por el temporal en la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Cataluña. También les adelantó que el Consejo de Ministros impulsará este martes también un segundo real decreto ley, de medidas urgentes para que los afectados por la DANA reciban ayudas de manera inmediata.

No hubo manera de que entrara al cuerpo a cuerpo con Mazón. Insistió una y otra vez en que no este el momento de "debates políticos", sino de trabajar duro para paliar los efectos de la salvaje gota fría con todos los medios materiales y humanos, de trabajar "juntas" todas las administraciones y los partidos para que la reconstrucción se emprenda pronto y los acuerdos y ayudas sean "ágiles". El Ejecutivo quiere trabajar "de la mano" de las fuerzas políticas. El Gobierno, insistió, va a estar "a la altura de las circunstancias" y celebra que los partidos "también lo estén". Y sobre la declaración de emergencia nacional, incidió en que el portavoz del PP, Miguel Tellado, no trasladó esa petición. "Es un momento para que mostremos unidad", señaló el ministro Bolaños tras las reuniones con hasta 11 portavoces parlamentarios. El Consejo de Ministros también aprobará la suspensión del segundo pago del IRPF del ejercicio 2023 para los contribuyentes de las zonas golpeadas por la catástrofe.

El titular de la Presidencia y Justicia no adelantó el volumen de ayudas que liberará este martes el Ejecutivo. Pero muy probablemente la cifra no se acerque ni de lejos a la que reclamó Mazón tras reunir por la tarde a su Consell: exigió al Gobierno de Sánchez un primer paquete de ayudas de 31.402 millones de euros para aplicar 136 medidas de un plan de recuperación destinado a reconstruir y paliar los efectos de la DANA en toda la provincia. Esa cantidad se acerca muchísimo a la del presupuesto de la Generalitat para todo este 2024: 31.521.907.930 euros, informa EFE. La diferencia es mínima, de 119,9 millones. Los daños afectan a 69 municipios y a unas 200.000 personas, según los cálculos del Consell.

Mazón pide 31.402 millones de euros al Gobierno para aplicar 136 medidas, una cantidad que roza el presupuesto anual de la Generalitat para 2024

"Está dejando una imagen lamentable. Ya produce risa —comentaba un ministro en la noche del lunes, tras escuchar a Mazón—. Pero él ya es un cadáver político. Y de blindado por el PP, nada".

Caudal medio anual del río Ebro comparado con el que se registró en el barranco del Poyo el martes 29 de octubre de 2024, cuando la DANA devastó todo. | MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO | MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO