No ha cambiado nada en la última semana entre el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el dirigente de la Comunidad Valenciana, barón popular, Carlos Mazón. Así lo especifican varias fuentes nacionales y autonómicas a El Independiente. Todo pese a que este lunes las declaraciones públicas de ambos dejaron dudas sobre la coordinación entre Génova y el aparato valenciano en lo que a afrontar la crisis humana y material presente en la provincia de Valencia por la DANA se refiere. Mientras que Mazón viene evitando la petición, o posicionarse a favor de la declaración de emergencia nacional, fue Feijóo quien, entre otras demandas, instó a Moncloa el lunes a implementar así ese nivel de urgencia territorial. Algo que despojaría de competencias a Mazón.

Fuentes próximas a Mazón aseguran que la lectura informativa de la jornada tras las palabras de Feijóo distan de la realidad. Que no hay diferencias o pugna con Madrid por cómo debe gestionarse. Lejos de entenderse las palabras de Feijóo como un brete al presidente autonómico, o una desautorización a su gestión, lo que evidencia es que ambos tienen "una estrategia distinta" para la actuación. Mientras Génova considera que desde el minuto uno debería haber sido Moncloa quien tomase las riendas, desde el gobierno autonómico se apuesta por la cogobernanza coordinada entre administraciones. Ahora bien, si a lo largo de este martes o de los próximos días el Gobierno de Pedro Sánchez entiende como necesaria esa declaración urgente, la Generalitat no pondrá ningún impedimento. "Si la delegación lo pide, lo haremos", recalcan.

Las conversaciones son frecuentes entre Madrid y Valencia, se asegura. La situación, en todo caso, se plantea como dos formas distintas de afrontar esta coyuntura. Desde la administración valenciana se apuesta por la gestión pura. Mientras que desde la capital Feijóo presiona al Ejecutivo para que asuma el máximo de capacidades. Estas, se considera, pueden ir de la mano hasta que Moncloa tome una decisión. No hay líneas únicas. Por el momento, Mazón sigue centrado el la estrategia de coogobernanza y la cooperación entre los distintos niveles de la administración. A través de, entre otros, los grupos de respuesta a la DANA que el valenciano ordenó constituir cinco mesas de trabajo en los que se integrarán hasta siete ministros. Los titulares de Trabajo, Economía, Sanidad, Interior, Derechos Sociales, Vivienda y Agenda Urbana y Transportes.

Pero en el caso de que se decidiese elevar a rango operativo 3 el nivel de emergencia, Mazón dejaría de tener competencias al respecto y la gestión pasaría a manos del Ministerio del Interior y de su titular Fernando Grande-Marlaska. A diferencia de un estado de alarma, de excepción o de sitio, y en base a la Ley de Protección Civil, esta decisión la decreta solo el Gobierno. La potestad la tiene también en exclusiva el propio Marlaska. Se la conoce concretamente como "emergencia de interés nacional".

El Govern no solicitará por su cuenta la declaración de la emergencia nacional, pero la avalará si se considera necesaria desde fuera

El Gobierno ya habría sopesado esa posibilidad que ahora pide Feijóo. Se habría producido la noche del martes pasado, en la reunión de crisis al calor de los acontecimientos meteorológicos. Según publicó el diario El País, se entendió que "no era necesario" porque se estaba procediendo "correctamente". Además, la Generalitat ya había decretado el nivel 2 que implica auxilio estatal sin renuncia a competencias.

Teniendo en cuenta ello, y el deseo de la Generalitat de seguir gestionando hasta, difícilmente Moncloa atenderá este martes la reclamación de Feijóo. De hecho, el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, a última hora de la jornada se mostró más partidario de la cooperación con la Generalitat. Además reflejó desde el Congreso de los Diputados, donde informó de la situación a los grupos parlamentarios, de que el PP aún no les ha trasladado oficialmente nada.

"No ha cambiado nada en una semana"

Desde Génova, fuentes nacionales del PP tampoco contemplan que pueda haber polémica alguna tras las palabras de Feijóo. Porque creen que pese al contraste ya destacado de ambas estrategias, "no ha cambiado nada desde la semana pasada". El carácter de "emergencia nacional se ha defendido en presencia de Mazón" desde entonces, argumentan. El matiz es que, mientras que Feijóo si catalogó de esa manera la crisis valenciana, la de este lunes es la primera vez que el líder del PP verbaliza ello como una petición y no como una apreciación. Lo hizo ya el jueves 31 de octubre durante su visita al Centro de Coordinación de Emergencias de L'Eliana, en Valencia.

"En una catástrofe como la DANA se necesita humanidad, sensibilidad y colaboración, y yo estoy muy orgulloso de la colaboración de los presidentes autonómicos y de los alcaldes [de distinto signo, trasladada], han sido ellos quienes han cargado con el peso de esta emergencia nacional", apreciaba. Preguntadas por ello, fuentes próximas a Feijóo no concretan si hubo comunicación previa con el president para ponerle al tanto de la demanda que haría después el gallego. O si la decisión se tomó sobre la marcha de la última reunión del Comité de Dirección, de este lunes. Lo que sí se puntualiza desde Valencia es que no ha habido ningún amago de imposición por parte de Génova.

En todo caso, y aunque se evita profundizar en las declaraciones de Feijóo por ambas partes, tanto populares nacionales como autonómicos creen que no es el momento ideal para reducir el debate a confrontaciones. De hecho, otras fuentes relacionadas con la Generalitat no quieren poner ahí el foco. "No estamos en los debates de competencias o de declaraciones [de emergencia] que le corresponden al Gobierno. Estamos en el trabajo diario, en las ayudas y la mejor coordinación de todos", consideran. Reafirman así que la decisión última es del Ejecutivo, independientemente de lo que diga cada parte.

La UME y la Conferencia Hidrológica del Júcar desmienten a Mazón sobre las alertas y la movilización de militares

Pero lo cierto es que mientras Feijóo tiende la mano para colaborar en todo lo posible con el Gobierno, incluso para poner en marcha un plan de reconstrucción de Valencia y de ayudas a autónomos, sectores empresariales y administraciones, entre otros, Mazón inició la jornada de ayer con dureza frente a Moncloa. Una intencionalidad de acotar responsabilidades que, por el contario, han saltado a la cara del president al ser desmentidas a lo largo del lunes. Primero por la Conferencia Hidrográfica del Júcar, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. Afirmó que desactivó la alerta roja hasta en tres ocasiones. Por lo que no se anticipó las actuaciones. La institución ha negado esa versión: "Las confederaciones hidrográficas no lanzan alertas públicas. El organismo competente para lanzar alertas hidrológicas son los servicios de emergencias autonómicos". Y, por tanto, se acusa a Emergencias de la Generalitat de no activarla pese a contar con datos desde la mañana del 29 de octubre.

Segundo, por el jefe de la Unidad de Emergencias Militar, el teniente coronel Javier Marcos, al término del comité de crisis para el seguimiento de los efectos de la DANA presidido por Felipe VI el lunes en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Mazón aseguró que el día 29 a las 15:21 horas solicitó "toda la ayuda posible" a la UME. Aunque en ese momento el nivel de emergencia solo permitía la presencia en Utiel. Fue a las 19:30 horas cuando se ascendió al segundo nivel —que permite a la Generalitat pedir ayuda al Ejército— en toda la provincial de Valencia, extendiéndose así esa posibilidad. Y por ello, consideraba que el organismo dependiente del Gobierno debe ser quien considere enviar al número adecuado de efectivos a las zonas afectadas. Pero en su comparecencia, Marcos le replicó que debe ser la Generalitat, "quien dirige la emergencia", quien marque dónde se acude o no. De hecho apuntó que él mismo decretó un "despliegue adelantado" de sus equipos ante lo que se venía encima. "Estábamos listos en 15 minutos", dijo.

31.402 millones de euros solicitados

Pasadas las 20:30 de la noche de ayer Mazón, tras convocar de urgencia a su Consell, compareció para impulsar un primer paquete de ayudas en colaboración con el Gobierno central. 136 medidas por valor de 31.402 millones de euros para "reconstruir, relanzar y paliar" el deterioro actual tras la DANA. Ahí se incluyen cuestiones como 2.687 millones para la reconstrucción de infraestructuras, así como 7.000 millones para zonas industriales y polígonos.

Forman parte del primer paquete de ayudas de 250 millones de euros anunciados tanto una primera dotación de 6.000 euros por familia para la rehabilitación de las viviendas que requieran de "máxima urgencia". Y se podrán empezar a recibir "antes de que finalice esta semana". También 200.000 euros para cada consistorio, para sufragar los gastos extraordinarios adelantados estos días. En añadido, el Consell ha aprobado un acuerdo para declarar, como durante el pasado estado de alarma por la covid, a todo el personal sanitarios como el servicio esencial y su catalogación como tal.