Es una descripción del deterioro en las relaciones. A la excomunión de buena parte de las monjas del monasterio de Belorado, llegó después una batalla en los tribunales y ahora irrumpe un cruce de cuentas financieras y reproches contables. La Archidiócesis de Burgos ha emitido un comunicado en el que detalla cuál es la situación actual en el seno del monasterio que, recuerda, ocupan “ilegalmente” las exreligiosas. Asegura que sigue manteniendo los gastos de su actividad, pese a no tener que asumirlo, y que suponen un gasto promedio mensual de 21.881 euros.
Critica que las religiosas estén llevando a cabo actividades comerciales a sus espaldas y sin que los ingresos generados por ello consten en las cuentas bancarias vinculadas con el monasterio. Así, el Arzobispado afirma tener constancia de la venta de ornamentos litúrgicos “a través de los portales Wallapop y ‘Todocolección’ cuyo importe se ingresó en una cuenta perteneciente a un pariente próximo de una exreligiosa”. Además, asegura que la exabadesa, ahora excomulgada, realizó un contrato de arrendamiento de parte de las dependencias del monasterio de Derio “careciendo de representación y capacidad legal” para ello y sobre el que no les consta el ingreso “de importe alguno” en las cuentas bancarias de la institución religiosa.
Además, denuncian que se ha constatado a través de las redes sociales la presencia de personas “algunas ataviadas con trajes eclesiásticos, que carecen de título legal y autorización para permanecer en sus dependencias”.
En la nota se recuerda que corresponde al Comisario Pontificio la representación legal de los monasterios de Belorado, Derio y Orduña. Una responsabilidad ordenada por la Santa Sede y que por tanto no se trata de una “apoderación”, como aseguran las exreligiosas. La Archidiócesis señala que le corresponde la gestión de los inmuebles y no a quienes “ilegalmente se encuentran en dicho inmuebles”: “Las exreligiosas han sido requeridas hasta en cinco ocasiones para que faciliten toda la información económica, algo que nunca han realizado”.
La "contumacia" de las exmonjas
En estos meses desde que se dictó la expulsión de la Iglesia, las religiosas excomulgadas han remitido facturas que se han ido abonando, recuerda la Archidiócesis. Añaden que la “pretendida asfixia económica” a la que se refieren las exreligiosas “sería en todo caso consecuencia de la contumacia en impedir la administración de los monasterios por quien tiene la obligación legal de hacerlo”.
Detallan que los gastos que se han venido pagando, pese a la excomunión y expulsión de la Iglesia, están perfectamente registrados. La Comisión gestora informa de que en septiembre se abonaron 1.988 euros por energía eléctrica, 2.630 euros por consumo de gas y 72 euros por gastos en telefonía. Además, en octubre pasado se pagaron cuatro nóminas por un total de 3.179 euros.
A todo ello suman las obligaciones de carácter hipotecario a las que se ha tenido que hacer frente por préstamos suscritos por las anteriores administradoras de los monasterios, en total, en el último mes, 12.115 euros. Se trata del pago de las letras por tres préstamos, uno del que aún se deben devolver 664.600 euros, otro del que resta por amortizar 60.253 euros y un tercero del que aún se deben 35.500 euros. Además, aseguran que, pese a no vincularles ya ninguna obligación tributaria con las religiosas expulsadas de la vida religiosa, se sigue pagando la Seguridad Social “de siete exreligiosas” por un montante total de 1.895 euros el pasado mes de octubre.
Déficit financiero
En cuanto a los ingresos que reciben las exmonjas clarisas, la Archidiócesis asegura que corresponden al pago de las pensiones de las hermanas mayores “en las cuentas que conocemos” y que en octubre ascendieron a 5.179 euros. A ello se suma otro ingreso por el alquiler de un inmueble en el monasterio de Derio por 3.060 euros. De esta manera, el ingreso promedio mensual es de 8.239 euros, que frente a los gastos de 21.881 dejan un déficit promedio mensual de 13.642 euros, señala el Arzobispado.
Detallan que cuando el Comisario Pontificio asumió la administración de los monasterios apenas había 6.000 euros en las cuentas bancarias, “lo que hace imposible hacer frente a las obligaciones de pago de los monasterios”. Esta situación ha obligado a la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aranzazu a “proveer de fondos para hacer frente a dichas obligaciones”.
Por último, la Archidióceis señala que sigue teniendo la mano tendida para “colaborar para su retorno a la Iglesia católica y ofrecer la oportuna ayuda humana y espiritual”. Apunta que dos exreligiosas han abandonado el monasterio. Manifiesta su preocupación por el cuidado de las religiosas de más edad. Incluso se instó a la Fiscalía para que adopte medidas de protección hacia ellas “no tenemos conocimiento del estado en que se encuentra este proceso”.
A través de las redes sociales las exmonjas clarisas han reconocido que sigue entrando dinero en sus cuentas, como el referido a las pensiones de las hermanas mayores del convento o de alquileres "pero que ni vemos ni percibimos". Denuncian además que han tenido que "para embargos de hacienda" y que muchas domiciliaciones "nos vienen devueltas" por impago. Lamentan que en este conflicto "Mario Iceta parezca el bueno de la película y que paga de su bolsillo todo, pero no es así": "Sigan con su farsa, señores", denunciaba una de las monjas excomulgadas a través de las redes sociales.
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