El trabajo de los distintos ejércitos en la limpieza de Valencia tras la dana está siendo exhausto. Los 5.000 militares desplegados trabajan día y noche despejando calles, retirando lodo, achicando agua, buscando víctimas y retirando coches. Desde el fin de semana han estado operativos la mayoría de ellos, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informase de que se iban a unir a las tareas de la Unidad Militar de Emergencia (UME).

Pasados los primeros días, ahora preocupa el descanso y relevo de esos hombres y mujeres. "Cuando llevas 48 horas sin parar, empiezan a producirse accidentes", explica una fuente militar a El Independiente. Las labores en Valencia se alargarán varias semanas, por lo que en el Ministerio de Defensa trabajan en cómo dar relevos a los 8.000 efectivos que están ahora mismo allí.

"En estos momentos no piensan en eso, pero los problemas vendrán con el tiempo". Los militares pernoctan "donde pueden". Hay un pabellón acondicionado con camastros donde algunas unidades pasan el poco tiempo de descanso que la faena les deja. "Nos preocupa la alimentación y descanso que estén teniendo", señalan desde la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME).

"Están reventados, como lo estaría cualquiera que lleve dos días sin apenas dormir. Empezarán a fallas, se pueden quedar dormidos y al final tener un accidente. Nadie quiere ver la noticia de que se muere un militar, por eso nos preocupa cómo y cuándo se vayan a hacer esos relevos", explican otras fuentes.

Campamento militar

Además de socorrer, las Fuerzas Armadas deben preocuparse por el bienestar de los suyos estos días. El Ejército de Tierra ha montado en Feria Valencia, en el tiempo récord de 48 horas, un campamento militar con capacidad para 2.000 efectivos -ampliable a otros 1.000-, que se ha transformado en el centro logístico clave para complementar las capacidades de alojamiento en las bases y acuartelamientos del Ejército en la provincia durante la emergencia de la dana.

En su constitución han tenido un papel determinante dos Grandes Unidades del Mando de Apoyo a la Maniobra (MAM): la Brigada Logística (BRILOG) y el Mando de Ingenieros (MING). Ha contado asimismo con el apoyo de otras unidades, todo ello enmarcado en un sistema coordinado de esfuerzos.

Con capacidad para 2.000 efectivos (de los cuales 150 son para mujeres), ampliable a otros 1.000, está siendo "el músculo que garantiza el sostenimiento de las unidades en la zona de emergencia": alojamiento, almacenamiento y punto de apoyo logístico para las operaciones de apoyo, proporcionando libertad de acción para que los efectivos puedan concentrarse en las tareas de apoyo a los afectados por este desastre natural.

Salud mental

El Ejército también está volcado en la salud mental. En situaciones como la catástrofe de la dana, el apoyo psicológico es fundamental. En Valencia está la jefa de la Sección de Psicología de la UME, la teniente coronel Pilar Bardera. Los primeros días eran 16 profesionales, a los que se han sumado nueve más entre psicólogos y psiquiatras. Su trabajo es centrarse en los 8.000 militares que limpian y rescatan.

Hay trabajando cuatro células de equipos móviles. Actúan "detectando necesidades y desplazándose" donde hacen falta, como en los rescates donde se pueden encontrar cadáveres. Ayudan a los militares, pero también a los allegados de los fallecidos y desaparecidos. El equipo de la UME colaborar en el Punto de Atención Psicológica para Familiares de Víctimas y Desaparecidos, creado por la Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana.

Normalizar este tipo de apoyos y desestigmatizarlos facilitan una adecuada intervención. Así, la aplicación de técnicas preventivas puede amortiguar el impacto de la catástrofe.