"No podíamos entrar sin su autorización". Las palabras el pasado lunes 4 de noviembre del general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, no han pasado desapercibidas en el Ejército. Más bien han generado "perplejidad" y "mucho malestar" entre sus miembros.

El Independiente ha consultado varias voces en las Fuerzas Armadas que consideran que la UME debería haber actuado antes, sin esperar la "luz verde" de la Generalitat Valenciana. "A mí como militar lo que me pide el cuerpo es entrar y salvar vidas. Después ya veré si me tienen que llevar al calabozo, pero yo primero entro", coinciden varias personas.

"Las palabras de que tuvieron que esperar no han sentado nada bien. Han generado mucho malestar y desconcierto", apunta otro uniformado.

En la rueda de prensa, el general Marcos explicó que sus hombres estuvieron listos a los "15 minutos" de tener el visto bueno del Gobierno autonómico. Fue entonces cuando los primeros soldados entraron en las localidades de Utiel y Requena. De hecho, la operación sigue llamándose así a pesar de que hay más de 70 municipios afectados en la Comunidad Valenciana. Cambiarlo conllevaría modificar toda la documentación interna.

Era el martes 29. El nivel de alerta estaba en el nivel 2, donde se mantiene. Eso significa que el mando recaía en el director de Emergencias valenciano. Marcos explicó que sin su permiso, sus soldados no podían entrar en una zona de catastrófica. "La UME tiene libertad de movimiento por todo el territorio español, "pero nunca puede entrar en la zona de emergencia sin la autorización" pertinente.

Se debería entrar antes

Voces autorizadas del Ejército y conocedoras del protocolo aseguran que esto es así y que el jefe de la UME "cumplió con la ley y con su deber". Marcos cuenta con gran reputación entre los mandos militares y con un currículo impoluto. Otras fuentes señalan que, siendo la legislación cierta, quizás se debería haber entrado antes.

"Para eso está el centro de coordinación de la UME en Torrejón de Ardoz", explica el general retirado Fulgencio Coll, el primer jefe de la Unidad Militar de Emergencias. Ese centro se activa cuando se pone en marcha el nivel 2. Ahí toma el mando el ministro del Interior, que es quien tiene la capacidad de activarlo.

La disputa política por pulir responsabilidades comenzó desde los primeros días de la catástrofe. También el debate competencial. El Gobierno de Carlos Mazón no ha querido soltar el mando y el Ejecutivo central no ha dado el paso para sumirlo, aunque el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se lo pidió. Coll, que ahora es concejal de Vox, cree que el ministro Fernando Grande-Marlaska debería haber tomado el mando porque la situación "desbordó a todos".

Coll, que conoce a la perfección el funcionamiento de la UME, señala sin dudas que el primer paso lo tuvo que dar el jefe de Emergencias de Mazón. "Le tendría que haber dicho que interviniese el Estado porque solos no podían. Deberían haberlo pedido y no rechazar los refuerzos de otros lugares, como se hizo". Pero mucho más grave le parece "el error de Marlaska, porque la emergencia estaba en varias autonomías, una de ellas en situación catastrófica. Esa responsabilida es de Marlaska. que se lo pidan o no, debe intervenir".

¿Dónde está el Jemad?

Hasta el primer fin de semana de la catástrofe, los efectivos de la UME se fueron incrementando hasta más o menos 3.000 hombres y mujeres. El sábado, el presidente del Gobierno ordenó que se incorporasen 5.000 militares más. Ahora están presentes los tres ejércitos: Tierra, Aire y Armada.

En el Ejército está la duda de si el mando lo tendría que llevar el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante general Teodoro Esteban López. En ningún momento ha entrado en la cadena de mando porque en estas circunstancias es la UME la que lleva la batuta, pero la situación ha cambiado esta semana.

Si al principio todos los efectivos eran de la unidad del general Marcos, esta semana se han sumado el resto de las patas de las Fuerzas Armadas. Desde helicópteros Chinook hasta un buque anfibio en el Puerto de Valencia, ambos transportes con capacidad para llevar maquinaria pesada hasta las zonas afectadas.

"No se ha entendido, o no se han sabido explicar", apunta una fuente militar, que considera que el Jemad debería, como mínimo, haber participado en las reuniones. Coll, por el contrario, explica que el almirante general Esteban no tendría que estar "de ninguna de las maneras" y que la cadena de mando se ha cumplido como marca la legislación.