"Desde hace 25 años trabajo en asesoría y docencia", ha arrancado la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, ante la Asamblea de la Comunidad de Madrid que investigará si ha recibido trato de favor de la Universidad Complutense. Se ha tratado de una intervención previa, de apenas un minuto, para denunciar el, a su juicio, trasfondo político de su comparecencia y anunciar que no va a responder a ninguna pregunta, acogiéndose a su derecho a no declarar, sobre todo habida cuenta su calidad de imputada.

Ha narrado cómo "hace 12 años que inicié una colaboración en la Complutense como codirectora de un máster propio para asesorar en proyectos sociales y de sostenibilidad. Esta colaboración se amplía en 2020 con la creación de una cátedra extraordinaria que es un práctica habitual en las universidades públicas y no remunerada". Soy consciente, ha agregado en las que son sus primeras palabras desde que fue imputada por el juez Peinado, "de que esta comisión, como la investigación judicial y la cantidad de bulos y difamaciones" forman parte de una estrategia conjunta. La suya, ha defendido, ha sido una vida profesional "labrada con mucho esfuerzo y plena dedicación, una más, como hacen miles de mujeres. Todo esto tiene un objetivo político evidente", ha denunciado. Por ello "me voy a acoger a mi derecho a no responder a sus preguntas. Más pronto que tarde la verdad pondrá las cosas en su sitio".

Comparecencia del rector de la Complutense

Como era de prever, la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, se ha negado a declarar durante su obligada comparecencia en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid para dar cuenta de sus relaciones laborales con la Complutense y de si recibió un trato de favor por parte del rector de la misma, Joaquín Goyeche, quien también comparece este miércoles, así como la interventora de la principal universidad pública de la región, Elvira Gutiérrez-Vierna de Molina.

Todavía no había arrancado el interrogatorio a Gómez cuando comenzaron las primeras discrepancias, pues los representantes socialistas querían impedir la entrada de fotógrafos a la sala unos minutos para tomar imágenes de la esposa de Pedro Sánchez. Posteriormente, también han solicitado, que se suspendiera la comparecencia desde el momento en que Gómez anunció su negativa a declarar, petición que ha sido desestimada por la presidenta de la comisión, Susana Pérez Quislant, del PP.

Lo demás ha sido una sucesión de monólogos sin réplicas. La popular Mercedes Zarzalejos se preguntó, entre otras cosas, cómo consiguió un máster sin título para ello, con una financiación muy superior al resto de las cátedras; si se apropió del software que "pertenecía a todos los madrileños" y usó, ha dicho, su condición, para acceder a esas prerrogativas. "No es licenciada ni graduada en ninguna disciplina, ni mucho menos catedrática", ha agregado y preguntado si se presentó a algún concurso público.

El foco sobre Pedro Sánchez

La portavoz de Vox, Ana María Cuartero, ha preferido poner el foco en la supuesta implicación de Pedro Sánchez en toda la actividad profesional de su esposa. Llegado un punto, la presidenta de la comisión de investigación le ha pedido que retirara la definición de "autócrata" que ha dirigido contra el jefe del Ejecutivo, a lo que ésta se ha negado.

Como era de prever, la socialista Marta Bernardo, ha estado muy conciliadora con Gómez, a la que ha presentado como una víctima por su condición de esposa del inquilino de la Moncloa. Ha acusado a los populares de "montar un show en toda regla"; denunciado las carestías de la Universidad Complutense así como una "orquestación política" y aludido a las reiteradas negativas a conformar una comisión de investigación sobre lo sucedido en las residencias de ancianos durante la pandemia. Preguntas no ha hecho ninguna ante los reiterados llamamientos a la cuestión, con un formato pregunta-respuesta, que le ha hecho Zarzalejos. "Cuando el juez Peinado no tenga más remedio que cerrar el caso, espero que la señora Ayuso pida disculpas", ha concluido.

Por su parte, Manuela Bergerot, ha centrado también su intervención en la situación de la Universidad española, "que no le importa a la presidenta de la Comunidad", ha denunciado, con un rifirrafe sobre cuál es el objeto de la comisión, que ha echado a andar este miércoles. De hecho, la presidenta de la comisión ha terminado retirándole la palabra.