La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Susana Camarero, verá reforzada su posición interna en el Consell tras la remodelación que tenía previsto anunciar hoy el presidente autonómico, Carlos Mazón, tras su comparecencia parlamentaria y que se retrasa, como poco hasta este viernes, por la nueva DANA que amenaza Valencia. La remodelación responde a las trágicas consecuencias de la gota fría de los pasados día 29 y 30 de octubre, saldada con 215 fallecidos solo en esta región. Acorralado por la gestión de una de las mayores tragedias naturales de nuestro país en el último siglo, Mazón se apoyará en Camarero y, también, en un gestor independiente, en un técnico no procedente de la política, para abordar el gran reto del resto de la legislatura, esto es, la reconstrucción de la comunidad, según ha podido conocer El Independiente de fuentes próximas al presidente autonómico.

Asimismo, rodarán cabezas. Se da por segura la salida de la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, de quien depende el servicio de emergencias cuyo sistema de alertas dijo desconocer, y de Nuria Montes, de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, en su caso por la polémica generada con una trabajadora de su gabinete técnico que perdió a su marido y a su hija en la tragedia, todo ello sin descartar que toque algún otro nombre o consejería.

"Estamos trabajando en la nueva estructura del Gobierno de la reconstrucción", explican en el Consell. No les va a faltar tarea. Mazón se va a sostener en Camarero y en ese gestor "ajeno a la política" —a quien se quiere poner a salvo de las luchas partidistas— cuyo nombre anunciará en breve, bien en su comparecencia parlamentaria o con posterioridad, junto con el resto de los cambios en el Ejecutivo autonómico.

Quien ocupe esa nueva consejería será el responsable de detectar los fallos en el sistema de alarma, cambiar protocolos de actuación de emergencias y abordar la ingente tarea de vuelta a la normalidad tras una catástrofe que destrozó pueblos enteros, vías comunicación dependientes de la comunidad y negocios de miles de ciudadanos para los que el Gobierno central ya ha anunciado un desembolso de ayudas por un total de 14.300 millones de euros.

Será, sin duda, una de sus comparecencias más difíciles, tanto a petición propia como por exigencia de los grupos de PSOE y Vox. En Génova esperan que Mazón "pueda explicar las horas previas a la catástrofe" poniendo el acento "en las alertas no emitidas de la confederación hidrográfica", lo que supone girar el foco hacia el Ministerio para la Transición Ecológica, esto es, hacia Teresa Ribera, de quien depende este organismo, estrategia en la que los populares vienen ahondando coincidiendo con el 'examen' europeo al que se somete la vicepresidenta tercera para ser comisaria de Competencia.

Asimismo, que denuncie lo que los populares consideran "la ayuda a cuentagotas del Gobierno de España" —"Si necesitan más recursos, que los pidan", dijo Pedro Sánchez— y conjugar dos prioridades, esto es, "la gestión con la comunicación", en definitiva, darle una vuelta al relato en esta polémica de acusaciones cruzadas sobre en quién recae la principal responsabilidad de gestionar esas horas aciagas. El presidente autonómico ha traslado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, las líneas generales del contenido de su comparecencia y los cambios que tiene previsto acometer, después de haber discrepado en declaraciones públicas respecto a si debiera haber pedido el estado de emergencia y cedido el mando a la administración central.

Mazón espera sobrevivir políticamente

Camarero, además de la vicepresidencia del gobierno autonómico, asume actualmente también las competencias de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda. Lo más probable es que se convierta, además, en la nueva portavoz del Consell, en sustitución de la consejera de Hacienda, Ruth Merino, ahora casi desaparecida. De hecho, ya viene ejerciendo como tal en las horas más difíciles, desde la destructiva DANA, intentando rebatir el discurso de Moncloa. Con todos estos cambios, Mazón, ahora en el disparadero, espera sobrevivir políticamente.

"Si la reconstrucción sale bien y consigue dar un impulso a su Gobierno, de aquí a una próxima consulta ante las urnas, puede salvarse", afirma un antiguo colaborador del valenciano. Otros en el PP apuntan a que hizo un Gobierno débil, con poca experiencia política, quizá aquejado de las prisas de su pacto exprés con Vox, haciendo saltar por los aires la estrategia de Génova de no cerrar acuerdos locales y autonómicos con el partido de Santiago Abascal hasta que pasasen las elecciones generales del 23-J. Y todo ello teniendo en cuenta que su elección como candidato y líder de los populares valencianos vino de la época de Pablo Casado.

Camarero es la consejera que más experiencia política y de gestión atesora

Camarero es la consejera que más experiencia política y de gestión atesora de todo el gobierno autonómico. Además de su paso por las Cortes valencianas, el Congreso —fue diputada nacional 14 años— y el Senado y de haber ocupado cargos orgánicos en el PP valenciano, fue, en tiempos de Mariano Rajoy, secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, cuyo nombre llegó a sonar incluso para el Consejo de Ministros.

El protagonismo adquirido en las dos últimas semanas la han convertido en el valor más seguro para Mazón, pero, se da una paradoja. Si el barón popular se viera obligado a dimitir, Camarero no le podría sustituir en la presidencia pues no tiene acta de diputada autonómica. Y es que el artículo 27 del estatuto de autonomía de la Comunidad valenciana señala en su punto 1 que "el president de la Generalitat será elegido por Les Corts de entre sus miembros y nombrado por el Rey".