Es una batalla que se ha intensificado como nunca. La búsqueda de clientes dispuestos a cambiar de compañía eléctrica se ha disparado en España al mismo ritmo que lo ha hecho la competencia entre comercializadoras. Una guerra por los clientes librada a golpe de ofertas y que sitúa a nuestro país como el mercado más disputado de Europa en materia eléctrica. Los datos son muy reveladores. Actualmente en España compiten 534 comercializadoras de electricidad, un 40% más que hace sólo dos años. La pelea por captar nueva clientela y por arrebatársela a la competencia ha provocado que en el último año cerca de 7 millones de personas hayan cambiado de compañía eléctrica.

La atomización del mercado eléctrico con cada vez mayor número de empresas ofreciendo servicios y suministro ha hecho que muchos hogares revisen sus tarifas. Esa revisión de suministro se acentuó tras la crisis energética vivida durante 2021. De hecho, la mayor parte de los cambios correspondan a hogares y a suministros del mercado libre. La tasa de cambio de comercializadora alcanzó un récord entre julio del año pasado y junio de este año, cuando el 23% de los consumidores particulares decidieron pasarse a otra compañía.  

Esa realidad se visibiliza en estos días con claridad. En un mercado con casi 31 millones de clientes, el ‘robo’ de clientes a través de ofertas más atractivas que las de la competencia es una constante. Y parece que las campañas surten efecto, que las promociones y ofertas fuerzan a muchos a repensar con quién contratar su electricidad o a revisar y renegociar las condiciones de las que disfrutan. La permanencia casi perpetua en una compañía es, en muchos casos, cosa del pasado y desde la crisis energética la movilidad de clientes de una compañía a otra se ha disparado.

Tras el verano y de cara al frío invernal la disputa por los clientes se intensifica. La batalla de las ofertas se libra ahora en todos los soportes mediáticos y redes sociales. Las ofertas y anuncios de las principales compañías eléctricas compiten entre sí e incluso nuevas comercializadoras asoman en estos canales con sus propuestas. Hace sólo cuatro años, ese indicador era significativamente inferior, apenas un 12% de los clientes cambiaban de suministrador en un año. Con estos datos, nuestro país se sitúa en los puestos de cabeza en el movimiento de contrataciones del mercado libre eléctrico.

Más ofertas y más innovadoras

Un informe sobre la competitividad del mercado minorista de la electricidad elaborado por Price Waterhouse Coopers (PwC) concluye que el grado de participación y conocimiento de los consumidores españoles de las opciones eléctricas que pueden contratar es significativamente superior al de países de nuestro entorno. A ello contribuyen los comparadores de ofertas que han proliferado en los últimos años y que incluso organismos como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha contribuido a ello. El informe destaca cómo el comparador de esta institución ha ejercido una gran presión en el mercado forzando a las comercializadoras a mejorar sus ofertas a los consumidores para mejorar su posición entre las mejores ofertas.

El estudio concluye que los consumidores españoles han incrementado su participación activa y lo hacen de modo importante no sólo a la hora de elegir un suministrador sino también al analizar los productos que contratan. La crisis energética despertó en gran medida a los usuarios que ahora miran y revisan más que nunca sus facturas y contratos. Los indicadores más valorados son el precio y la estabilidad de las tarifas que se contratan.

Este hecho ha provocado que “las comercializadoras de electricidad sean cada vez más innovadoras a la hora de diseñar los productos”. Respecto al modo y criterios que determinan la toma de decisiones, la CNMC afirma que más del 60% de los consumidores contrata teniendo en cuenta la hora en la que realiza los mayores consumos de electricidad al día.    

La mayor presencia de comercializadoras en el mercado en los últimos años responde en gran medida a que los requisitos para acceder a este sector no son muy exigentes ni requieren de grandes inversiones. Basta con una simple declaración responsable en la que el aspirante se compromete a cumplir con los requisitos de la actividad. Se constata que apenas existen barreras de entrada en el mercado de comercialización, pero sí una elevada presión competitiva. Estos requerimientos pasan por constituirse como una sociedad mercantil, con separación contable entre las actividades reguladas y las liberalizadas. Además, se exige presentar garantías para cubrir posibles impagos. Y poco más. No se requiere ni acreditar capacidad técnica ni económica previa al ejercicio de la actividad.

Un sector atomizado y de fácil acceso

Todo ello provoca en el sector un importante número de altas cada año, pero al mismo tiempo un elevado número de comercializadoras que causan baja por su incapacidad para sobrevivir en el mercado. Así, entre 2021 y 2022, por ejemplo, se produjeron 141 altas y 74 bajas.

El mapa de comercializadoras eléctricas en nuestro país es hoy muy diferente al de hace apenas unos años. La concentración de compañías de otro tiempo se ha volatilizado por una mayor atomización y competencia entre suministradores, hasta convertir a España en el país con un mayor número de comercializadoras activas.

Endesa e Iberdrola son las dos compañías que encabezan este mercado y lo hacen con un escaso margen de diferencia. Endesa cuenta con 10,29 millones de clientes, de los que el 65% correspondían al mercado libre. Por su parte la energética vasca de Sánchez Galán, pese a que no desglosa en sus últimos resultados el número de clientes en España,  los engloba en el término Iberia, que incluye a Portugal. La suma de los dos países le concede a Iberdrola 10,3 millones de clientes. Muy por detrás se encontraría Naturgy como el tercer operador eléctrico, con 3,8 millones de clientes, según reconoce la compañía.

Otra de las operadoras que ha irrumpido con fuerza en el mercado es la petrolera Repsol. La apuesta por la descarbonización y la extensión de su actividad ha situado al mercado energético como uno de los pilares de crecimiento de la compañía que lidera Josu Jon Imaz. De hecho, Repsol es una de las operadoras que más rápido está ganando mercado. Actualmente asegura tener 2,2 millones de clientes eléctricos en nuestro país y tiene como objetivo alcanzar los 4 millones en 2027.