La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional junto a la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) están realizando una amplia investigación patrimonial del jefe de Antiblanqueo de Madrid (UDEF) Óscar Sánchez detenido la semana pasada y de su entorno para esclarecer cuál era su papel en la trama de narcotráfico en la que se ha visto vinculado y dónde residía la motivación que le llevó a esconder más de 12 millones de euros entre sus dos casas y su despacho. Los agentes, por el momento, sólo han encontrado entre sus propiedades un chalé en Denia (Alicante) que también registraron y hallaron allí más billetes.

Las fuentes de la investigación consultadas describen la dificultad de desenmarañar todo el entramado delincuencial que los capos de la droga construyeron con la nada desdeñable ayuda de quien precisamente tenía que luchar contra el lavado de dinero. Una de las claves de la colaboración del inspector jefe Sánchez era el acceso que éste tenía al Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CITCO).

Quienes conocían el trabajo de este agente explican que tenía la posibilidad de introducir información en una suerte de base de datos y si había conexiones con otras unidades o cuerpos que cazara con los detalles introducidos se le remitía esa información. Es decir, que si él metía a alguno de sus colaboradores en el sistema sabía si otra unidad de Policía o la Guardia Civil estaba tras ellos. Esto le daba la capacidad de tener las riendas de las operaciones y que los narcotraficantes echaran el freno o avanzaran en función de sus indicaciones.

Algunos tienen dudas de para qué utilizaba el dinero Sánchez. Jugarse el puesto y la vida a cambio de un dinero que no podía exhibir ni, prácticamente, usar a ojos de los demás carece de mucho sentido, así que pretenden encontrar más claves a medida que avancen las pesquisas.

Todos lo describen como un compañero austero y poco ostentoso. En el transcurso de la investigación previa lo único que se pudo encontrar fue la compra de un chalé en Denia, cerca de la playa, valorado apróximadamente en medio millón de euros. Ese registro se hizo de forma simultánea al de su vivienda en Madrid. En la casa costera los agentes también hallaron dinero en efectivo.

En el inmueble de la capital, como ya se ha contado, había billetes de 50, 200 y 500 euros plastificados y escondidos en falsos techos y paredes. "Esas cantidades no se mueven en el mundo de la droga como una comisión", asegura una voz cercana a le investigación. Las versiones sobre el dinero que guardaba son contradictorias. Una parte de los investigadores cree que se trata del líquido que él percibía por tratar con los narcos, pero otros recuerdan que esta cantidad solo se ha superado por los 25 millones que se encontraron en el zulo debajo de la cama de Álvaro López Tardón, el jefe de 'los Miami' y llevaba "toda la vida" traficando.

Por eso, sospechan que podía ser el guardián de los beneficios de la organización. Por tratarse su casa y su despacho en la Jefatura de Policía Nacional (en el que también se hallaron fajos de dinero) de lugares "seguros" donde hacer acopio de la fortuna de la droga.

El blanqueo podía darse a través de licencias de VTC, que encontraron en casa de la cuñada del Policía, o de criptomonedas que se están rastreando. La investigación patrimonial está siendo muy profunda y las fuentes que hablan con este medio defienden que todavía queda mucho dinero por aflorar.

El chalé en Madrid del inspector jefe de la UDEF que ha sido detenido por narcotráfico | Israel Cánovas

El 'soso', el 'anodino' o el 'cosco', como le llaman algunos por no haberse 'coscado' de que le tenían el teléfono pinchado, está en el módulo de seguridad de la prisión de Estremera desde el pasado viernes. Otro de los protagonistas de la trama, Ignacio T. D., como ha desvelado El Independiente, se encuentra a varios kilómetros de su socio, en la cárcel de Soto del Real. Asuntos Internos sospecha que la estructura de trabajo estaba bien engrasada y algunas voces señalan que hay abogados implicados que todavía no han sido detenidos.

Por el momento, la mayoría de sus implicados son españoles. Entre los 15 detenidos hay algún miembro de nacionalidad latina, pero muchos tienen el mismo perfil que Ignacio T. D., el de un hombre trajeado de Madrid que acude a palcos del Santiago Bernabéu y que posee una asesoría como tapadera su vida real.