Seis meses de choque los protagonizados por IU frente a Sumar, desde que Antonio Maíllo asumió el mando como coordinador federal a mediados de mayo. Desde entonces la posición crítica dentro del espacio plurinacional ha ido tomando forma, con una demanda inicial de necesidad de "horizontalidad" entre los socios configurados en torno a él, hasta ver ya ineludible una reformulación completa de la correlación de fuerzas hasta el punto de plantear un nuevo nombre que supla a Sumar. El Movimiento Sumar —es la plataforma, no la unión de fuerzas—, ante ello, se negó blindándose días atrás. Se afirmó que no es el momento. Y desde el espacio se meditan alternativas que compensen las demandas de IU dentro del Grupo Plurinacional Sumar, y apacigüen con problemas aún pendientes por resolver o la asamblea del movimiento aplazada, nuevamente, tras el 'caso Errejón' hasta el mes de marzo.

Internamente en IU se sienten molestos por el papel que sus siglas ha tenido en Sumar después de las elecciones generales del año pasado, que obligaron a hacer cesiones, entre otros rangos, en la configuración de las listas. La distribución de cargos parlamentarios tampoco convence, con partidos con menor representación con una portavocía adjunta a la de Sumar, caso de Mès per Mallorca, cuando IU es crucial para el despliegue de los magentas a nivel territorial aprovechando la existente presencia de los izquierdistas tejida durante décadas —a excepción de Cataluña o Madrid—, especialmente en Andalucía, de donde procede 1 de cada 5 votos de los más de tres millones cosechados. Ya con la salida de Marta Lois, la exportavoz parlamentaria a quien se lanzó como candidata en Galicia, hubo un guiño: situar a Enrique Santiago como portavoz sustituto. Aunque seguían por debajo del resto de aliados.

La salida orgánica de Yolanda Díaz fue el punto de inflexión para acentuar esas demandas tras el relevo de Alberto Garzón. Las relaciones, además, venían caldeadas después de la negociación de listas europeas y el no cumplimiento de las expectativas puestas en esa elección que motivaron la baja de Díaz, limitada ya a la acción desde el Gobierno como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. El eurodiputado Manuel Pineda fue desplazado al quinto puesto de la candidatura, por debajo de Más Madrid, y no consiguió escaño en la Eurocámara. Ni si quiera partidos como los comunes aceptaron la idea de 'compartir' mandato retirándose Jaume Asens a mitad de la legislatura para que corriese la lista y entrase Pineda, con experiencia europea.

El discurso ofensivo contra lo que es hoy Sumar fue escalando desde principios de verano, con la crítica de Maíllo al llamar a no depender solo de "hiperliderazgos" —en alusión a Díaz— que "pueden resolver" unas elecciones "pero no un proyecto político". Ahora, ya se pide esa "reestructuración", una "cirugía completa en la que necesariamente Sumar no tiene que ser el eje central. Para determinar el futuro de la izquierda y su propuesta política, IU exige primarias que se efectúen sin vetos cruzados y que, por tanto, dé entrada a Podemos. Marginado desde el principio por Díaz y otros socios como Más Madrid o Compromís con quien salieron mal parados tras compartir viaje político.

IU quiere primarias sin vetos cruzados. Sumar se abre a una alianza amplia y ha abierto una ronda de reuniones para analizar las propuestas de los grupos

Por parte de Sumar se abre la puerta a un futuro proyecto conjunto en base a una "alianza" y no un frente o una coalición. Ahora bien, Podemos se encuentra en una posición de dureza dialéctica: ataca la acción de gobierno de los magentas, que considera de escasa presión al PSOE. Además, recientemente Irene Montero reconoció que uno de los peores errores de Unidas Podemos fue promocionar a Díaz como sucesora del espacio. Pablo Iglesias, el exsecretario general de Podemos apreció esta semana pasada que "si se quiere unidad", Sumar "debe apoyar las reivindicaciones de Podemos a Sánchez". Entre ellas, la bajada del precio del alquiler en un 40% para negociar los Presupuestos, algo que el PSOE ve insostenible.

Reivindicaciones para recuperar peso interno

Según trasladan fuentes de IU, ha habido una serie de peticiones a Sumar en el grupo parlamentario para avanzar a un equilibrio del peso interno. Al cambio de nombre rechazado, se unen dos más avanzadas por El Periódico de España y confirmadas por este diario, caso de una portavocía adjunta para Santiago y el acceso de éste a la comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados. Hay una batería amplia de ellas de las que no pueden dar detalle, pero se señala que "todavía no hay nada resuelto". Se consensuó diversas rondas de reuniones para que todos los miembros pusieran sobre la mesa sus peticiones, para la organización parlamentaria pero también de cara a la futura II Asamblea, prorrogada a marzo. Y es que no ha sido exitosa el intento de establecer hasta ahora una mesa de partidos.

IU recela del peso con el que cuentan los comunes tanto dentro de Sumar con Urtasun, como en el Grupo Plurinacional

Los izquierdistas abren este debate en pleno replanteamiento del grupo por la salida de Íñigo Errejón por las acusaciones de acoso sexual. Le ha suplido la diputada por Pontevedra y exdirectora general de Trabajo, Verónica Martínez Barbero. En esa sucesión, desde IU ya venían expresando voluntad de querer contar con una portavocía adjunta, como publicó El Independiente. Sobre todo si la portavocía se cubría con una figura próxima a Díaz, como es este caso, o si se daba más poder a los comunes con Aina Vidal. Ante el mantenimiento de ella como adjunta y el peso de Ernest Urtasun, de los comunes, como portavoz —se avista su posible relevo de liderazgo orgánico tras Díaz una vez se celebre la Asamblea—, IU cree que es el momento de que se les brinde con un papel más relevante.

En plena atención a los estragos de la DANA en la Comunidad Valenciana, será difícil que esa concesión pase por retirar de una de las tres adjuntas a Àgueda Micó (Compromís). Por lo que o bien la afectada sería Vidal, o la que comparten Chunta Aragonesista y Més. El papel reducido de estos dos últimos partidos, acentúan la posibilidad de que Vidal pase a portavoz sustituta.

Las diferencias entre IU y Catalunya en Común se ha incrementado en los últimos meses. Especialmente por cuestiones como el cupo catalán, que no gusta a los comunistas, aunque tampoco a figuras de Sumar como su portavoz económico, proveniente de CC.OO., Carlos Martín. Lo llegó a comparar con "el paraíso fiscal de Madrid". En IU se reivindican como uno de los motores legislativos. La mayoría de propuestas parlamentarias han nacido de ellos desde enero de 2024, con la inclusión de Santiago como portavoz sustituto, que les habilitó para contar con esa autonomía.

Precisamente, Errejón, un mes antes de saltar el escándalo y verse obligado a dimitir, fue validado en pleno para tener acceso a los Secretos Oficiales en suplencia pendiente de Lois. Martínez Barbero deberá seguir ese paso. IU demanda que se le brinde a Santiago también. Entre los cambios recientes, a Más Madrid, que quedó y seguiría así fuera de los principales puestos parlamentarios —cuentan con el Ministerio de Sanidad— ha podido asumir con Alda Recas la portavocía adjunta de la Comisión de Sanidad, en perjuicio de Candela López, de los comunes.

De los 27 escaños con los que cuenta el Grupo Plurinacional, diez son de Sumar, seis de Catalunya en Comú, cinco de IU, dos de Compromís y Más Madrid a partes iguales, y uno para Chunta Aragonesista y el Més. La portavocía es de Sumar, al igual que la secretaría general. Las adjuntas de comunes, Compromís y Chunta y el Més, y la sustituta es de IU. En cuanto a las comisiones parlamentarias, éstas si reflejan esa distribución de peso electoral: Sumar posee el mayor peso en sus mesas seguido de comunes e IU de forma más o menos equilibrada. Esto se replica a nivel de portavoces en ellas. Con presencia de Más Madrid, Compromís y Més en un par más.