El colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE) ha acusado al Gobierno vasco de estar concediendo terceros grados a presos de ETA que siguen vinculados a la izquierda abertzale "que les prohíbe arrepentirse". Recuerda que en multitud de los casos en los que se les ha concedido el régimen de semilibertad "los hechos siempre terminan desmintiendo las palabras". La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha asegurado que la concesión de dos nuevos terceros grados a presos de la banda esta semana, Andoni Otegi y Alicia Lucía Sáez de la Cuesta, refleja que estos procesos siguen en muchos casos sin lograr acreditar de modo fehaciente el arrepentimiento y la desvinculación de la violencia.

Destaca el caso de Sáez de la Cuesta, condenada por el asesinato del guardia civil Alfonso Parada en mayo de 1998. Asegura que su imagen sigue figurando en una taberna de Vitoria "fuertemente vinculada a Sortu" junto a la fotografía de otros presos de la banda. Añade que, a diferencia de otros presos de ETA que sí han dado muestras claras de arrepentimiento y repudio de su pasado, en el caso de Sáez de la Cuesta su nombre sigue figurando en la lista de presos del colectivo de familiares de presos, Etxerat. En ella se incluyen a los internos reconocidos por el colectivo de presos de ETA, el EPPK, del que se han desmarcado algunos militantes de la organización terrorista, fundamentalmente tras llevar adelante procesos de desvinculación y repudio de su pasado. El EPPK acordó en 2017 por mayoría que el colectivo autorizaba acogerse a beneficios penitenciarios pero sin rebasar las dos líneas rojas de la delación y el arrepentimiento.

Covite destaca que en el caso de Asier Otegi sí han encontrado indicios de su arrepentimiento y desvinculación. Aseguran que no es "exhibido como un héroe en los entornos y en los actos públicos de la izquierda abertzale", como otros presos de ETA. Añaden que en la ficha que les ha facilitado Instituciones Penitenciarias encuentran información que les permite creer que está "sinceramente arrepentido, cosa que no ocurre con la gran mayoría de etarras que han sido agraciados con un tercer grado".

El caso de Otegi y Sáez de la Cuesta son el sexto y séptimo tercer grado concedido por los actuales responsables de instituciones penitenciarias en Euskadi. Con la conformación del actual Gobierno vasco el PSE asumió esta cartera, hasta entonces en manos del PNV. Durante el mandato anterior, desde que en 2021 el Ejecutivo vasco asumió la competencia los responsables penitenciarios del PNV concedieron algo más de 80 terceros grados.

40 años del asesinato de Brouard y Muguruza

Respecto a la demanda de un cambio legislativo para poder acreditar con mayor seguridad el arrepentimiento de estos presos, que plante el Gobierno vasco, Covite considera que no es necesario. Recuerdan que la ley en vigor ya permitió procesos como la 'Vía Nanclares', por la que etarras arrepentidos se acogieron a beneficios penitenciarios. La mayoría de ellos fueron repudiados y expulsados de ETA: "Si hoy no vemos nada parecido es porque no hay ninguna voluntad política para conseguir ese arrepentimiento de los presos de ETA".

Covite recuerda que la ley general penitenciaria es clara al exigir "signos inequívocos de arrepentimiento para progresar en grado": "¿Dónde está escrito que la ley exija una carta manuscrita para acreditar el arrepentimiento? En ningún sitio". Considera que ese tipo de cartas que nunca se hacen públicas son "una burla" y un "insulto a las víctimas": "Se nos piden actos de fe en esas cartas".

La denuncia de Covite llega coincidiendo con el 40 aniversario del asesinato de quien fuera dirigente de Herri Batasuna, Santiago Brouard, a manos de mercenarios de los GAL el 20 de noviembre de 1984. Ese día, pero de 1989 el diputado electo de HB, Josu Muguruza también fue asesinado a manos de grupos de extrema derecha. Convocados por la plataforma Egiari Zor, ante el monumento que en un parque del centro de Bilbao les recuerda, se ha bailado un aurresku y se ha celebrado una ofrenda floral. La hija de Santi Brouard, Edurne, ha pedido que cuatro décadas después del asesinato de su padre todos aquellos crímenes cometidos bajo el amparo de algunos poderes del Estado sean esclarecidos.

Concierto de Fermín Muguruza

La polémica en torno a los presos y sus progresiones de grado se suma a la que suscitada en las últimas horas por la celebración de un concierto en la cárcel de Martutene a cargo de Fermín Muguruza, autor del tema 'Sarrri, sarri'. Muguruza actuó junto al grupo Des-kontrol y cantó la célebre canción que narra la fuga de los miembros de ETA Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea, quienes se escaparon ocultos en sendos bafles utilizados en un concierto del cantante Imanol en esa misma cárcel, el 7 de julio de 1985.

El Departamento de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco ha lamentado este lunes la autorización del concierto de Fermín Muguruza y que haya ofendido a las víctimas del terrorismo. Ha anunciado que a partir de ahora endurecerá los requisitos para actuar en las prisiones. Fuentes del departamento de Justicia y Derechos Humanos, que gestiona las tres cárceles vascas, han explicado a EFE que a partir de ahora se pedirá a los artistas o entidades que vayan a actuar en las prisiones "un compromiso de respeto de valores" y "por supuesto de no ofender a las víctimas".

Esta actuación ha sido criticada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo Covite, que la ha tachado de "indecente", al tiempo que ha recordado que tres funcionarios de Martutene fueron asesinados por ETA.