El inspector jefe de antiblanqueo de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía en Madrid trabajaba con total impunidad. El mando, detenido con más de 20 millones de euros escondidos en su casa, mantenía reuniones en una cafetería muy cerca de su despacho, en la Jefatura de la capital.

Fuentes policiales señalan a El Independiente que ese era uno de los puntos donde mantenía reuniones con miembros de la organización con la que trabajaba. Otros eran los palcos de estadios de fútbol, en concreto los del Real Madrid y del Atlético de Madrid.

Esta es una muestra más de la impunidad con la que operaba el inspector jefe Óscar Sánchez Gil. La otra son los 900.000 euros que los agentes de Asuntos Internos encontraron en su despacho, dentro de las dependencias policiales. Estaban envasados al vacío -utilizaba una máquina de la Policía- en billetes grandes.

Los investigadores tratan ahora de recomponer un puzzle que se puede alargar durante un lustro. Es el tiempo que, en los inicios de la investigación, calculan que Sánchez Gil pudo estar colaborando con un clan de narcotraficantes. Su rol era dejar pasar los contenedores con droga en los puertos. Para ello tratan de averiguar cuántas reuniones tuvo en la cafetería, y en otros sitios, y con quién se veía.

El bar está a un minuto andando desde la puerta de la Jefatura de Madrid. Lo separan 70 metros del acceso que tenía que cruzar el inspector jefe detenido para llegar a su puesto de trabajo. Es un local muy frecuentado por policías porque "no hay muchos más sitios para echar un café", apunta un agente a este periódico.

La libertad con la que mantenía encuentros a tan poca distancia de sus compañeros, y con algunos al lado, llama la atención. "Le podría haber visto cualquiera", señalan a este periódico uniformados que muestran su sorpresa por el lugar elegido.

Relaciones comerciales

El paso de Sánchez Gil por el bar y las reuniones que mantenía servirán a Asuntos Internos y a la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) para desenmarañar la estructura de la organización, en la que colocan al policía detenido en la cúspide. Por el momento hay 15 detenidos, entre los que están Sánchez Gil, su mujer -también agente- y su cuñada, y se han realizado 27 registros. La investigación sigue abierta bajo la batuta de la Audiencia Nacional.

Para la Policía es fundamental localizar a los dos dueños de la empresa Abadix Fruits S.L, una compañía de Alicante que sobre el papel se dedica a la venta de frutas. Suyo era el contenedor del puerto de Algeciras en el que iban 13.062 kilos de cocaína y que llevó al inspector jefe. Es la mayor incautación de droga en la historia de España. Los investigadores creen que pueden estar en Dubai, donde se alojan los grandes capos del narcotráfico mundial.

Como ha publicado El Independiente, el entramado de empresas e implicados en la operación es grande. Las fuentes consultadas creen que todavía queda mucho por salir. Por ahora este periódico ha desvelado tres nombres. El primero es el de Ignacio T.D. a quienes citadas fuentes sitúan como "cabecilla" de la organización criminal.

El detenido tenía una empresa de reputación online y acudía al palco del Santiago Bernabéu a departir con el jefe de antiblanqueo. Los investigadores no encontraron grandes cantidades de dinero en su casa, por lo que sopesan que lo tenga escondido. Una de las ramas que se analiza es la de las criptomonedas. Sánchez Gil tenía monederos virtuales en su ordenador, y podrían esconder las ganancias del negocio.

Otro miembro del clan es Juan Ángel C. Aparece en 18 sociedades y no pudo ser detenido por encontrarse fugado. Sus compañías se dedican a la venta de ropa y calzado al por mayor, a la promoción inmobiliaria, a la creación de páginas web, a la instalación de obras de construcción, a la gestión empresarial, entre otras cosas.

El tercero de los socios del inspector jefe, Eduardo M., está vinculado al sector frutícola. La compañía, que regenta con su hermano, se dedica a la venta al por menor y al por mayor de frutas, verduras y hortalizas tanto frescas como congeladas. Los agentes registraron su espectacular vivienda en la urbanización de Santo Domingo - Algete, al norte de Madrid. Allí incautaron varios coches de lujo que se pueden ver en una serie de fotografías que se han filtrado de la operación.