No hubo "apagón informativo", como intentó sacudirse de responsabilidad el president Carlos Mazón. Tanto la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) emitieron el día de la DANA los avisos pertinentes y a tiempo y siempre se pusieron "a disposición del mando único de la emergencia", la Generalitat Valenciana. Avisaron del "riesgo extremo" por lluvias torrenciales, de las crecidas que ya se registraban en la mañana del 29 de octubre, del riesgo de rotura de la presa de Forata, del rápido aumento del caudal en el barranco del Poyo. Los organismos dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico emitieron la información "tal y como era su deber", "actuaron con arreglo al protocolo, a la norma". El sistema, frente a lo que dijo el jefe del Consell, no falló, lo que ocurrió es que no se actuó preventivamente y quien debió responder ante la emergencia "no supo hacerlo".

Esta era la línea argumental básica expuesta por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, durante su esperada comparecencia en el pleno del Congreso, 22 días después del monstruoso temporal que arrasó la provincia de Valencia y que segó la vida de 219 personas. Comparecencia que operaba como un examen previo al presumible desbloqueo definitivo de su ratificación como vicepresidenta ejecutiva de Transición Justa, Limpia y Competitiva y comisaria de Competencia de la Unión Europea. Porque los populares exigían que Ribera diera cuentas de su gestión de la DANA ante los diputados españoles —y por la tarde ante los senadores— como condición previa a su confirmación como mano derecha de Ursula von der Leyen.

Ribera arrancó su comparecencia trasladando su dolor y su compromiso para acompañar a los afectados y las familias de las víctimas. Pero enseguida recordó que los efectos del cambio climático son una "terrible amenaza" que exige "capacidad de anticipación", por lo que el "aviso temprano" es la "primera recomendación" desde hace años, ya que la actuación durante la emergencia, mientras esta se produce, es más limitada. Y tras recordar que el 29 de octubre se produjeron precipitaciones "extraordinarias", con máximos locales de 771 litros por metro cuadrado en la estación de Turís, un "récord histórico" que daba cuenta de la excepcionalidad de la DANA.

El PP intenta cercar a Ribera al presentarla como la ministra responsable de la prevención de las inundaciones. Por eso ella misma subrayó, ya en los primeros minutos, que las dos competencias de su ministerio en este ámbito son "claras": generar avisos meteorológicos e hidrológicos —de los que son responsables la Aemet y la CHJ— y proporcionar la información a las autoridades competentes en Protección Civil, que son los gobiernos autonómicos. Son las CCAA, incidió, las que han de contactar con los ayuntamientos y las que han de actuar ante una emergencia, las que han de emitir las alertas, "identificando las medidas más adecuadas". "La dirección de la emergencia" correspondía en este caso, recalcó, a la Generalitat Valenciana, y la Aemet y la CHJ provisionaron las "informaciones adecuadas", operando "antes, durante el día 29 y después", actuando "bajo la dependencia funcional de la dirección de la emergencia", bajo "el mando", en consecuencia, de la Generalitat de Mazón.

A partir de ese punto, Ribera desgranó la cronología de los hechos, detallando los avisos proporcionados por los dos organismos dependientes de su ministerio. Así, recordó que la primera referencia de la llegada de la DANA se produjo el jueves 24 de octubre. Los días 25 y 26 también hubo nota y el domingo 27, un aviso especial de fenómenos adversos, que se mantuvo activo el lunes y martes. La vicepresidenta subrayó que esa información bastó para que la Universidad de Valencia, la Diputación de Valencia y 62 municipios de la provincia adoptaran medidas como suspender las clases o mandar a los trabajadores a sus casas. Incluso la Embajada de Japón alertó a sus residentes en España el día antes de la DANA. Lo que Ribera quería trasladar, por tanto, es que distintas instituciones, con la misma información de la Aemet, actuaron antes, mientras que Mazón estuvo inactivo.

El martes 29, la Aemet Valencia llama a Protección Civil de la Generalitat a las 7.31 para informar del cambio a aviso rojo en el litoral sur de la provincial. Unos minutos más tarde, a las 7.36 lanza el aviso rojo que, defendió la vicepresidenta, es una circunstancia de suyo "muy excepcional", que sucede "muy pocas veces" —solo uno de cada 400 avisos por lluvia emitidos en los últimos cinco años ha sido rojo, ilustró—. De nuevo, la ministra deslizaba el mensaje que Mazón no supo ver la importancia de la información que estaba dando la Aemet. El aviso rojo se fue extendiendo a más zonas de la provincia por el riesgo extremo, y se prorrogó a las 17.43, una información trasladada siempre, recalcó, a la Generalitat. Según precisó, fueron once las llamadas de la Aemet a Protección Civil entre las 6.30 y las 18.10. La Confederación del Júcar, por su parte, remitió 198 correos a los servicios de emergencia autonómicos, 198 comunicaciones entre las que se incluían, defendió, tanto las relativas a la presa de Forata, que corría el riesgo de reventar, como al barranco del Poyo. "La pregunta pertinente es si se produjeron las informaciones y las alertas adecuadas. De los datos se desprende que sí y por múltiples canales a lo largo del día", defendió.

En el primer caso, respecto al embalse, contó que la CHJ comunicó a las 16.55 al Centro de Emergencias de la Generalitat que preveía caudales superiores a los 1.000 m3/s en el río Magro por el alivio de la presa, y a las 17.52 notifica por email a las autoridades autonómicas de Protección Civil la declaración del escenario 1, que significa que si no se aplican medidas correctoras se podría ocasionar una avería grave. Unos minutos más tarde, a las 18.05, la CHJ comunica la activación del escenario 2 en la presa, por peligro de rotura de la infraestructura. Ribera subrayó que el presidente de la Confederación, Miguel Polo, transmitió al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) la "información en tiempo real", le mantuvo "al corriente" y tomó "decisiones" de alivio de la presa para evitar su rotura. Buscaba desmentir así a la Generalitat, que ha venido trasladando la idea de que Polo —que estaba conectado telemáticamente al CECOPI— no alertó verbalmente de las crecidas que se iban observando y que se convirtieron en una trampa mortal. Y agregó que fue la actuación de los técnicos de la CHJ la que permitió que el agua "nunca desbordara" la presa de Forata.

La Generalitat también ha venido enfatizando que la Confederación se centró más en ese embalse y no tanto en el barranco del Poyo. Ribera por eso sostuvo que sí emitió "varias notificaciones" a lo largo del día. Así, a las 12.07 comunica por mail que el caudal estaba ya en 264 m3/s, con tendencia ascendente, lo que explica que a las 12.20 la Generalitat lanzase la alerta hidrológica, que "nunca fue desactivada" en todo el día, aunque tampoco fue "actualizada". Después es cierto que se informó de que el aforo en la rambla descendía, una caída del caudal que obedecía a la "pausa en la precipitación de la cabecera", ya que el sensor está situado aguas abajo, en Riba-roja.

Por la tarde, a partir de las cuatro, el Sistema Automatizado de Información Hidrológica (SAIH) genera avisos de fuertes lluvias en Chiva, en la cabecera —desde las 16.26— y de aumento del caudal en el barranco del Poyo —a las 16.57 se supera el umbral de 30 mm en una hora—. A las 18.43, la CHJ comunica a Protección Civil un primer, segundo y tercer aviso de caudal en el Poyo de 1.686 m3/s con tendencia ascendente, cuatro veces el caudal del Ebro. Ese dato confirma, dijo Ribera, la "fortísima precipitación en las cabeceras de las ramblas".

Entre las 16.26 y las 20.12, precisó la vicepresidente, la CHJ emitió "nueve mensajes advirtiendo de los elevados registros de precipitación" en el barranco. "De esos nueve mensajes, siete se producen entre las 16.26 y las 18.43", detalló. "Nunca hubo un apagón informativo", rubricó, desmintiendo a Mazón y recordando que si las lluvias se acumulan "aguas arriba, terminan desbordando aguas abajo", y el margen para reaccionar es corto. Ribera resaltó que, por eso, ante este tipo de riesgos, la "alerta temprana", actuar antes de la llegada de la emergencia, es la vía clave para "salvar vidas", y no son tan importantes "los datos puntuales de aforo", de caudal.

Frente a la acusación de Mazón de que el sistema en su conjunto "falló", de que no se tuvo la información completa, la vicepresidenta agradeció el "trabajo y la dedicación de los servidores públicos" de Aemet y de la CHJ que "emitieron la información tal y como era su deber". Los organismos dependientes del ministerio, insistió, "actuaron con arreglo al protocolo, a la norma", y dependiendo "del mando único de la emergencia", que siempre recayó en la Generalitat. Ribera también cumplimentó a la delegada del Gobierno que, a diferencia del president valenciano, sí canceló su agenda, y que se puso "a disposición del mando único de la emergencia", y "desde el minuto cero". "Hemos estado disponibles antes, durante y después, y lo vamos a seguir estando", garantizó.

Cronología MITECO 29 Octubre 2024Descarga

El PP ha denunciado en los últimos días que la ministra estuvo "huida", más preocupada en garantizarse la superación del hearing en la Eurocámara que atendiendo a su responsabilidad en España. Ribera detalló que, aunque no se haya desplazado aún a Valencia, sí ha estado trabajando desde el primer minuto para poner en marcha soluciones de emergencia para devolver el suministro de agua y energía a las zonas afectadas, para reparar las infraestructuras hidráulicas, para la restauración de la Albufera y la reparación de las playas, para lograr restablecer las 123 estaciones de depuración dañadas y que están "funcionando en precario" en este momento, objetivo para el que se han destinado 500 millones de euros.

Los populares también han reprochado a Ribera que no impulsara las obras en el barranco del Poyo que hubieran podido minorar los efectos devastadores de la DANA. La vicepresidenta mantuvo que ella misma firmó el 16 de diciembre de 2011, como secretaria de Estado de Medio Ambiente saliente la declaración de impacto ambiental (DIA), pero caducó en 2017 sin que el Gobierno de Mariano Rajoy hubiera tomado ninguna "decisión ni ningún paso importante en el expediente" para contratar y ejecutar esas obras. Desde la llegada de Pedro Sánchez al poder en 2018, y de ella misma al Ministerio para la Transición Ecológica en ese momento, se ha trabajado para "desbloquear el proyecto", buscando un "diseño alternativo" que integrara las demandas de las administraciones implicadas. "En marzo y junio de 2024 recibimos dos informes de la Generalitat Valenciana requiriendo desarrollos extra del proyecto para mejorar la integración del paisaje, estamos trabajando en ello. Pero repito, en marzo y junio de 2024 todavía recibimos un 'espere un poco' más por parte de la autoridad autonómica", reprochó.

Visto lo ocurrido, Ribera señaló que cabe preguntarse por una "mejor reconstrucción" y por "medidas adicionales de refuerzo", porque estas obras, "proyectadas para retornos de 500 años, posiblemente no hubiesen servido para evitar la incidencia de esta DANA con un retorno de más de 2.000, aunque hubieran podido mitigar su impacto".

A juicio de la vicepresidenta, hay que repensar la "ordenación de usos, la planificación urbanística de los códigos de construcción" o "un programa de recuperación que alivie la presión en las zonas próximas al barranco", como se ha hecho en Ontinyent tras la DANA de 2019. También se precisa fomentar "una cultura de protección frente al riesgo" y "una toma de decisión protocolizada, ágil" pues "de poco sirve tener toda la información necesaria si quien debe responder no sabe cómo hacerlo". Una crítica implícita a Mazón. Y otra más: "Desde el principio nuestro Sistema Nacional de Protección Civil busca no solamente la cooperación de todas las autoridades en materia de protección civil, sino la identificación ágil de un mando único ante la emergencia".

Ribera cree que hay que integrar la "variable climática" en las decisiones de "uso de suelo" y no desoír las advertencias de la ciencia y de las instituciones. Y sobre los embalses, admitió que tienen una función importante, pero su capacidad no es "ilimitada", de manera que la existencia de una presa "no es garantía de seguridad para permitir construir en zonas inundables". Y, frente a Vox, negó que el ministerio haya derribado presas: lo que ha destruido son azudes que obstaculizaban el curso natural de los ríos.