El empresario Víctor de Aldama que está declarando este jueves en la Audiencia Nacional revela que en el viaje que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, realizó en enero de 2020 había planeado una cena con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, a la comida asistirían el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, y el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa. Según fuentes presentes en la declaración, no sólo el Ejecutivo estaba enterado del plan de viaje, sino que tras el pronunciamiento de Juan Guaidó como presidente encargado se le pidió que interviniera en la relación con Venezuela porque el país "se sentía traicionado".

El empresario señaló que el exministro de Transportes José Luis Ábalos le hizo una carta de invitación a Delcy en diciembre de 2019 y a partir de ahí comenzó a planearse el viaje. La vicepresidenta venezolana confesó a Aldama que esperaba que no estuvieran jugando con ellos.

Aldama ha afirmado que se le pidió que intercediera él con Venezuela mejor que la ministra [se entiende que la de Exteriores, Arancha González Laya] "que no sabe dónde tiene la mano derecha e izquierda". Tanto Sánchez como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, conocían el viaje y Delcy les advirtió de que tenía una sanción. "Todo el mundo lo sabía". En la agenda se incluía, asimismo, una reunión con la entonces Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, y con otros empresarios. "No era un viaje privado de Delcy, precisamente", indican fuentes presentes en el interrogatorio.

Así, le organizaron el alquiler del chalé en El Viso que aparece en el sumario del 'caso Koldo' y se había planeado una reunión con el ministro y otra a nivel secretaría general del PSOE. Koldo García, asesor de Ábalos, le dijo que el Ministerio del Interior había mandado al CNI y a la Policía a revisar la casa antes de la estancia.

Cuando ya está volando, a Aldama le piden que contacte con el avión y que avise de que la vicepresidenta va a ser detenida. Pero él no lo consigue y el comboy termina aterrizando en la Terminal 1 Ejecutiva. Su relato prosigue con la historia que ya es más o menos conocida, que Delcy es conducida a una sala del Aeropuerto en un operativo especial para que no pise territorio español. En esas cinco horas se llamó a la ministra de Defensa, Margarita Robles. El empresario ha añadido que "las maletas no llevaban oro".