La intervención del líder de Vox, Santiago Abascal, ha sido incendiaria contra Pedro Sánchez, quien comparecía casi un mes después ante el Congreso desde la tragedia de la Dana de octubre. Lo más llamativo de sus palabras ha sido el anuncio de que, si de él depende, las personas detenidas por los acontecimientos de Paiporta "serán resarcidas e indultadas si es necesario". Para eso, claro, debería llegar al gobierno o forzarlo a tomar esa medida ante un hipotético ejecutivo en solitario de Alberto Núñez Feijóo que necesitara de sus votos, aunque eso supone adelantar varias pantallas.

Abascal ha defendido que los que insultaron e intentaron agredir a Sánchez, no soportaron su "chulería" y fueron "tratados como criminales. Mandó policía para que detuvieran a la gente". Lo que varias veces calificó de "amor desmedido de Sánchez hacia su propia persona", le lleva "al ridículo". "Los que le arrojaron barro le devolvían el lodo. Corrompió a este Parlamento y dejó el Estado a merced de todos sus enemigos, de fanáticos de todo tipo", ha agregado, insistiendo en los habituales 'fantasmas' de Vox, esto es, "extremistas de género, de la inmigración masiva que ha destruido nuestra identidad y servicios públicos; de la memoria histórica que han acabado con la verdad", y, del cambio climático.

Trs insistir en un par de ocasiones en que en su viaje oficial a la India -justo en vísperas de la DANA mortal- le aplaudieron "porque no le conocen", también se ha dirigido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que ha acusado de ser "responsable de que Sánchez siga sentado en el banco azul" y pedido que deje "la tarea inútil de hacer desparecer a Vox por todos los medios. Comiencen una oposición a la altura del desafío y le daremos al bienvenida".