Nuevo paquete de ayudas a los afectados por la DANA. El tercero. 2.274 millones de ayudas. Y nuevas explicaciones del Gobierno, en la misma línea: el Ejecutivo "cumplió con sus responsabilidades, sí lo hizo, desde el primer momento". El sistema autonómico, el sistema en su conjunto "no ha fallado", han fallado "algunas de sus piezas", como el propio president valenciano, Carlos Mazón.

Ambos fueron los ejes del discurso del presidente, Pedro Sánchez, en el pleno del Congreso de este miércoles, en sus primeras explicaciones públicas ante la Cámara desde el día de la tragedia, el 29 de octubre, hace casi un mes, aunque ya en las dos semanas previas comparecieron el ministro Ángel Víctor Torres y la ya exvicepresidenta tercera Teresa Ribera. Tres sesiones con el mismo hilo conductor. El que recogió hoy mismo el jefe del Ejecutivo.

Ayer martes no se celebró el Consejo de Ministros precisamente porque estaba programada la comparecencia del presidente en el Congreso. Quería ser él quien anunciara este nuevo paquete de ayudas a los damnificados por la DANA para que, ya mañana jueves, lo apruebe su Gabinete. 2.274 millones que se suman a los 14.373 millones ya movilizados y que suman un total, reseñó, de 16.600 millones. Serán 60 medidas las que verán la luz [ver información de apoyo] para "acelerar la vuelta a la normalidad" y que tendrán como destinatarios la ciudadanía (con recursos para reponer libros de texto o ayudas por fallecimiento más allá de los convivientes, por ejemplo), el restablecimiento del parque móvil (una transferencia directa de hasta 10.000 euros para comprar un coche nuevo o de segunda mano) y tejido productivo.

Los tres reales decretos leyes están dedicados a las dos primeras fases del plan de su Ejecutivo para Valencia (emergencia y reconstrucción), pero garantizó que habrá "cuantos paquetes sean necesarios", porque el Gobierno "no va a dejar de trabajar por los valencianos" hasta "recuperar la normalidad", y "cuando los focos se hayan marchado, el Estado seguirá ahí", hasta que se culmine la tercera pata, la del relanzamiento económico de la zona.

Más allá de desgranar las nuevas ayudas, Sánchez hiló una intervención sobre todo política. En defensa de su gestión y de las decisiones adoptadas. Así, recalcó que el mando único en una emergencia como la del 29 de octubre corresponde a la comunidad autónoma —nivel 2 de protección civil—, no al Estado, como ha martilleado insistentemente el PP aunque también formaciones progresistas como Podemos y Compromís. Al Ejecutivo central, sostuvo, le toca en ese caso proporcionar toda la información necesaria sobre la situación meteorológica, a través de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y sobre los caudales hídricos —vía confederaciones hidrográficas—, y también proveer a las administraciones regionales de todos los medios que requiera. A su juicio, eso fue lo que hizo su Gabinete. "El Gobierno de España cumplió con estas responsabilidades y lo hizo desde el primer momento", y lo "seguirá haciendo" todo el tiempo que sea necesario.

El presidente, como había hecho Ribera una semana antes ante el pleno, subrayó que tanto la Aemet como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ambos dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica, ofrecieron "información en tiempo real" y "no hubo apagón informativo" el día de la DANA "como se ha hecho por parte de algunos", deslizó, en clara alusión a Mazón. "Que no se engañe a la gente. Si quieren buscar culpables, que los busquen. Háganlo, pero no con los servidores públicos que cumplieron con su deber", apuntó. Recordó que la Aemet y la CHJ son "organismos técnicos", que no hacen "cálculos políticos", que recaban datos y se los facilitan a las autoridades competentes en protección civil con "rigor, transparencia, como dictan las leyes españolas y los estándares más avanzados".

Otras instituciones y entidades sí actuaron

Aquel 29 de octubre sí hubo instituciones públicas y entidades privadas, señaló, que tomaron decisiones como mandar a sus trabajadores o estudiantes a casa, cerrar accesos a calles o suspender toda actividad. Sánchez se preguntó cómo es posible que PP y Vox arguyan que no hubo información suficiente cuando sí que hubo instituciones que reaccionaron y citaron a la Aemet para justificar sus medidas, cómo es posible, siguió, que PP y Vox acusen de carecer de información cuando la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé habló con las conselleras responsables 13 veces ese día y hasta cinco altos cargos de su Gobierno contactaron en 11 ocasiones con el Gabinete de Mazón. "¿Y cómo puede decirse que la Generalitat no gestionó bien la emergencia porque no tenía información de lo que estaba pasando cuando la DANA estuvo omnipresente en los medios de comunicación desde primera hora de ese martes?", incidió.

La conclusión, para el Gobierno, es que los datos se elaboraron, los avisos se emitieron y la información "llegó", distinto es lo que hicieron las distintas instituciones con la misma información disponible. Sánchez consideró que no pueden pagar "justos por pecadores". Decir que los organismos dependientes del Ejecutivo no cumplieron con su obligación, insistió, es tirar "balones fuera" y faltar a la profesionalidad de cientos de servidores públicos que sí "hicieron bien su trabajo".

Una frase que le ha lanzado la derecha incansablemente al presidente es aquella que pronunció el 2 de noviembre, el "si necesita más recursos" la Generalitat, "que los pida". Sánchez se reafirmó: su obligación es enviar a las administraciones autonómicas, en caso de emergencia, todos los recursos que le soliciten, porque es lo que recomiendan los expertos y dicta el ordenamiento jurídico. El Gobierno, defendió, se "preparó desde el primer momento": Defensa ordenó a la Unidad Militar de Emergencias (UME) estar lista desde las 9 de la mañana de aquel martes, la delegada del Gobierno ofreció su ayuda a la consellera Salomé Pradas "tres veces" y esta solo la pidió a las 15.41 de ese día, y "el primer batallón se puso en marcha un minuto después", y los primeros rescates llegaron a las 17.55.

"Y las Fuerzas Armadas pudieron satisfacer el cambio de parecer del señor Mazón el día 2 de noviembre, cuando pasó de pedir 500 militares a más de 5.000 militares en unas pocas horas", agregó, en otra crítica a la falta de previsión del president. Ahí apuntó, en sintonía con lo ya dicho por el jefe de la UME, que un riesgo en cualquier emergencia es intervenir de forma "caótica" o "desorganizada", por eso hay que responder a las peticiones de las administraciones locales y autonómicas ya que son las que están "sobre el terreno" y las "más capacitadas para determinar los medios". El Gobierno tiene el deber de "escucharlas" y "atender sus peticiones". "Es lo que hemos hecho y vamos a seguir haciendo, aunque algunos instiguen el desánimo y alimenten la desconfianza en las instituciones", defendió, de nuevo explicando por qué no se activó el nivel 3, la emergencia nacional.

Cinco veces más que los militares en misiones de paz

Sánchez actualizó los datos de la aportación del Estado en la emergencia: 20.000 trabajadores públicos, cinco veces más que el conjunto de militares que España tiene desplegados en misiones de paz en todo el mundo. De ellos, 8.500 efectivos de las Fuerzas Armadas, 9.300 policías y guardias civiles, 300 brigadistas forestales, 800 operarios de carreteras y ferrocarriles, 80 médicos forenses y psicólogos, 140 peritos, 130 funcionarios e interinos, 88 oficinas adicionales para asistir a ayuntamientos y a la población afectadas. Más de 37.000 personas rescatadas, restablecimiento del 80% de las canalizaciones de agua potable y el 100% de las líneas eléctricas y telefónicas que fueron interrumpidas por la DANA, más de 2.600 vehículos retirados y todas las carreteras estatales y vías de ferrocarril dañadas ya recuperadas, más de 15.000 toneladas de comida, agua, ropa y productos de higiene repartidos y cientos de calles y garajes limpiadas. Y aun así "queda muchísimo por hacer".

Por todo ello, Sánchez alegó que discrepa claramente de Mazón cuando aseguró en les Corts que el sistema había fallado. "Yo no creo que el Estado autonómico haya fallado. Creo que han fallado algunas de sus piezas y sobre todo algunas personas. Personas en posiciones muy elevadas que no han estado a la altura de sus responsabilidades, que no han entendido su responsabilidad o simplemente se han desentendido de ella". Saber quiénes han fallado, siguió, es "sencillo", porque son "las mismas que ahora vuelven a equivocarse y se dedican a embarrar, a echar balones fuera cuando lo que deberían hacer es centrarse en retirar el lodo, en reparar infraestructuras y en ayudar a las víctimas de ese desastre". En opinión del presidente, "habrá tiempo para denunciar opacidades, también negligencias y depurar responsabilidades". "Sus responsables", continuó, señalando a Mazón y a la Generalitat, "tendrán que asumir su culpa".

El Gobierno cree que todas las administraciones, también Ejecutivo y Legislativo y la propia sociedad, están obligados a una "reflexión profunda" para responder a tres preguntas fundamentales: cómo "mejorar el modelo de cogobernanza", cómo "construir una verdadera cultura de prevención a todos los niveles" y cómo preparar nuestras ciudades e infraestructuras para ser más resilientes al cambio climático. Todos han de "aprender de esta tragedia".

Sánchez avanzó que pondrá todos los medios para ayudar a esa reflexión y a diseccionar lo ocurrido. Por ello, el Consejo de Ministros presentará próximamente un informe "exhaustivo" con cronogramas y datos en bruto de "todo lo que ha pasado". El Ejecutivo, además, está abierto a que se constituya una comisión de investigación en el Congreso sobre la DANA. Ayer, de hecho, Compromís, Sumar, Podemos, ERC y Junts registraron su propuesta. El jefe del Ejecutivo adelantó que participará en esa comisión, acudirá a dar su versión. Está convencido, dijo, de que esa rendición de cuentas se le debe a las víctimas, a las generaciones futuras.

El presidente no quiso lanzarse a degüello contra Mazón o contra el PP porque entiende que "aún no es el momento". Primero hay que localizar a los cinco desaparecidos que quedan —son 222 las víctimas mortales—, priorizar la reconstrucción, atender a los damnificados, relanzar Valencia. Es una "tarea colosal". Apenas unos minutos después, sin embargo, Alberto Núñez Feijóo no le tomaba la palabra y empezaba a dispararle sin piedad.