Es la gran apuesta de Marruecos: que su Gran Estadio Hasán II de Casablanca, aún sin construir, albergue el partido inaugural o la final del Mundial de fútbol de 2030. Sería la señal definitiva de que, aprovechando el desconcierto en el que se halla sumida la federación española y la irrelevancia de la portuguesa, es la marroquí la que ha empujado y liderado la apuesta mundialista a pesar de haberse sumido a la candidatura en el tiempo de descuento a costa de Ucrania.

El informe de evaluación publicado en los últimos días por la FIFA es un episodio más de la victoria en fases que ha diseñado la federación marroquí. Tras la evaluación exhaustiva de la oferta planteada por la candidatura tripartita, incluidas las visitas de inspección a los países candidatos, la FIFA otorga la misma valoración técnica a los tres estadios, los únicos con posibilidades de albergar los partidos inaugural y final del torneo. Las tres instalaciones empatan con un 4,3.

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Un estadio "sin hacer"

El dato más llamativo es que del Gran Estado Hasán II apenas existe más certeza que la del diseño pergeñado por el estudio de arquitectura Oualalou + Choi y Populous y cuya recreación fue presentada en público el pasado verano por Rabat. La firma, especializada en estadios de fútbol está detrás, por ejemplo, del estadio de Lusail, una de las instalaciones del Mundial de Qatar 2022. El icono de la instalaciones marroquíes llevará el nombre de Hasán II, el padre del actual monarca Mohamed VI y el urdidor de la Marcha Verde que ocupó en 1975 el Sáhara Occidental, hasta entonces provincia española.

Desde hace unos meses los camiones y las excavadoras han comenzado su construcción. En cambio, el Bernabéu -construido en 1947- acaba de concluir cuatro años de remozado en el que ha mudado de piel con una nueva fachada de láminas de acero y techo retráctil; y el Spotify Camp Nou se halla en plena remodelación integral que lo dotará de una de las cubiertas tensadas más grandes del mundo, con 48.000 metros cuadrados de superficie. El final de las obras está fijado inicialmente para septiembre de 2026.

Fuentes de la Real Federación Español de Fútbol reconocen que efectivamente la FIFA ha otorgado la misma nota a pesar de que, frente a dos de los estadios de fútbol más icónicos del planeta, el de Casablanca es "un estado sobre plano" pero evitan valorar si observan esa puntuación con recelo o preocupación en la pugna que libra Rabat para arrebatar a España la celebración de la final. "Al final es la FIFA la que tomará la decisión final sobre la sede la inauguración y la final y la designará los estadios a los partidos", alegan. "La final de un Mundial no se dirime solo por un estadio. Hay que tener en cuenta todo lo que rodea ese estadio: la oferta de la ciudad a nivel de comunicaciones e instalaciones", agregan.

Desde la federación española, detallan que "hay varios criterios por parte de la FIFA: si el campo está o no; las instalaciones del estadio; todo lo que sobre plano mostrado y ahí se valora lo que Marruecos ofrece". "Luego hay que tener en cuenta los riesgos como el de no llegar pero aquí se valora ese riesgo como muy bajo porque el proyecto infunde confianza y va a estar a tiempo", apuntan las citadas fuentes. La joya de la oferta marroquí estará ubicado entre Casablanca y Rabat, en una zona de reciente desarrollo en la que hay que construir aún una autopista y un enlace ferroviario de alta velocidad.

Un "ambicioso proyecto"

En el informe, la FIFA reconoce que los seis estadios propuestos por Marruecos -todos salvo el Hasán II albergarán la Copa Africana de Naciones el próximo año- "están en fase de construcción y/o remodelación", pero asegura que "parecen cumplir la mayoría o la totalidad de los requisitos". "Marruecos propone el Grand Stade Hassan II en Casablanca, llamado a convertirse en el mayor estadio de fútbol del mundo, un ambicioso proyecto que ya está en marcha", añade.

En el apartado del legado que dejará el Mundial, el organismo internacional cita expresamente al Gran Estado Hasán II. "Su impacto en la comunidad local va mucho más allá del fútbol y se convertirá en la pieza central de un nuevo barrio con instalaciones deportivas, universidades, asistencia sanitaria y un centro de medicina deportiva", subraya el documento.

De hecho, en la ficha del estadio que incluye el informe de la FIFA se califica al Hasán II como "un ambicioso proyecto de nueva construcción que prevé crear el estadio de fútbol de mayor capacidad del mundo, con modernas infraestructuras e instalaciones". A su favor juega su capacidad: "sus 115.000 localidades superarán con creces el requisito mínimo de 80.000 asientos para un partido inaugural y/o una final", esboza la FIFA. Los arquitectos que firman el diseño aseguran que se inspira en "la tradicional reunión social marroquí conocida como 'moussem', con la estructura del estadio bajo un gran techo de carpa que emerge como una intervención dramática en el paisaje boscoso". Los diseñadores deslizan la intención final para el que fue ideado: "El estadio será totalmente apto para las competiciones de la FIFA, con capacidad para albergar la final de la Copa Mundial de la FIFA 2030".

Las autoridades marroquíes han estimado en cuatro años su plazo de construcción: arrancaron este año y concluirán a finales 2028. La instalación será "catalizadora de un complejo deportivo urbano de 100 hectáreas". "Durante la visita de inspección de la FIFA en septiembre de 2024, el equipo local realizó una presentación exhaustiva que demostró una buena comprensión de los requisitos. Aunque todavía se encontraban en la fase inicial, sus planes incluían mapas bien organizados que destacaban las zonas clave, con algunas sugerencias de ajustes. Se dispone de un amplio espacio adicional para acomodar cualquier necesidad que surja", detalla el informe.

La decisión final de la FIFA sobre los estadios que disputarán el partido inicial y la final del Mundial de 2030 podría tomarse en torno a 2028, según las fuentes consultadas por este diario. Parten del cálculo que arroja el torneo previo, el que acogerán en 2026 México, Estados Unidos y Canadá. En estos momentos, a año y medio de su celebración, no hay decisión anunciada al respecto.

El estadio marroquí "cumple los requisitos"

El informe técnico de la FIFA aprueba el Gran Estadio Hasán II a pesar de que su realidad no excede un mapa. "Se espera que el espacio disponible en el recinto del estadio para infraestructuras superpuestas y temporales cumpla los requisitos. Tal y como se han presentado, los espacios clave, como el recinto de retransmisiones y las zonas de aparcamiento, cumplen los requisitos y parece haber espacio suficiente para reconfigurarlos en caso necesario. Además, se ha proporcionado un plan creíble para acomodar los espacios requeridos dentro e inmediatamente fuera del estadio".

"La disponibilidad de asientos y palcos de hospitalidad cumple, y en algunos casos supera, los requisitos mínimos para un partido inaugural o una final. La disposición de asientos accesibles e instalaciones sanitarias asociadas también cumple los requisitos", enumera el texto. "Se prevé que el campo de césped reforzado híbrido propuesto, con un sistema de aspiración y ventilación, cumpla los requisitos. El terreno de juego y la zona circundante tienen las dimensiones correctas. Se espera que las instalaciones técnicas cumplan los requisitos. El estadio dispone de varias líneas de red independientes, se instalará un nuevo sistema de iluminación conforme a la norma A de la FIFA, se instalarán dos pantallas de vídeo gigantes y se espera que los sistemas informáticos cumplan los requisitos. Además, la autoridad del estadio también tiene previsto instalar un sistema de gestión del edificio", agrega el documento.

Las autoridades marroquíes confían en que el edificio obtenga la certificación sostenible "equivalente a LEED Gold" y que se convierta en la sede de dos de los principales clubes marroquíes, el Raja Club Athletic y el Wydad Athletic Club así como espacio principal para los partidos de la selección nacional de Marruecos.

Hace meses fuentes de la federación española de fútbol reconocieron a El Independiente cierta incomodidad por las ansias de protagonismo de Rabat pero lo achacaron a la propia naturaleza de Marruecos, una dictadura en la que nada se mueve sin la orden y el plácet del rey Mohamed VI y el majzén, la corte palaciega que rige el país en mitad de las prolongadas ausencias del monarca. A esas diferencias se atribuyeron, por ejemplo, los comunicados publicados desde Marruecos en los que se atribuye al liderazgo y la clarividencia de Mohamed VI el logro del Mundial en un lenguaje y una puesta en escena que sorprende y molesta en suelo europeo.

El enésimo rifirrafe tuvo como protagonista al logotipo de la candidatura, el que guiará los primeros años desde la designación definitiva en diciembre de 2024 hasta el definitivo que escogerá la FIFA. La prensa marroquí filtró en diciembre del pasado año un emblema que usaba los colores de los tres países y que lleva como lema “Yalla Vamos 2030”. Meses después, fue presentado en sociedad como el logotipo definitivo.

La candidatura tripartita tiene una historia breve pero accidentada. En octubre de 2023 el presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF), Faouzi Lakjaa, expresó su deseo de que la final de la Copa del Mundo de Fútbol se celebrara en el nuevo estadio de Casablanca. Unas declaraciones que fuentes consultadas por este diario consideran “sacadas de contexto”.