El inspector jefe de la Policía Nacional, Juan Carlos Carrión, declarará ante el juez el próximo 10 de enero. El enlace del Ministerio del Interior en Colombia fue detenido el pasado marzo en el marco de una investigación contra el narcotráfico que arrancó en Murcia. El mando ha protegonizado una dilata y fructífera carrera en unidades que luchan contra la venta de estupefacientes.

Como ya contó El Independiente, Carrión lleva meses pendiente de poder declarar. A principios de abril, pocas semanas de su detención, pidió hacerlo voluntariamente. Hasta este momento, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia ha ido recabando información de la Unidad de Asuntos Internos. El juez tuvo que requerir todas la comunicaciones entre el enlace de Interior y sus superiores en la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO).

Según ha podido saber este periódico, los investigadores entregaron hace pocas semanas la documentación, en la que avisaron que podían contener "secretos sensibles", apuntan fuentes jurídicas. Finalmente, Carrión declarará el 10 de enero, en una causa que empezó con la investigación del jefe antidroga en Murcia y sus negocios con un narco que el inspector jefe destinado en Colombia utilizó en una investigación en el país sudamericano.

En concreto, Asuntos Internos andaba detrás del anterior mando de la UDYCO en la Región, José Guerrero. Según la investigación, se habría beneficiado por hacer la vista gorda con los negocios del narcotráfico de Pedro Marqués de Ayala, un traficante que hacía las veces de informador del policía.

Carrión pasó décadas luchando contra la entrada de drogas en Galicia en el GRECO y en la UDYCO. De ahí conocía a Guerrero. Cuando fue enviado a Colombia estuvo detrás de un cargamento de cocaína que iba a realizar el temido Clan de los Balcanes desde sudamerica a España. Para ello usó a Marqués de Ayala, Pedrito como le llamaba el jefe de Murcia, para que consiguiese información.

Carrión, para dar solvencia a la operación según su defensa, le pidió al confidente de Murcia dinero por adelantado. Asuntos Internos, por su parte, cree que en realidad era el pago de su parte por dejar pasar el contenedor lleno de droga, unos 3.000 kilos.

"Riesgo alto" y agente encubierto

Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, la Fiscalía de Colombia estaba enterada de toda la operación. En un informe la calificaron de "riesgo alto", debido a la peligrosidad del grupo criminal involucrado. Es decir, que era una entrega controlada por la que la Policía y el ministerio Público español estarían al tanto.

El inspector jefe solicitó para llevarla a cabo el uso de un "agente encubierto". El elegido fue Pedro Marqués Ayala, el narco con negocios con el jefe de Murcia. Los dos países dieron su visto bueno. El Clan de los Balcanes tenía "puntos débiles" ya que el "agente encubierto" se había acercado lo suficiente a los cabecillas del grupo. Eso generó un "vínculo de confianza" que facilitó su penetración y la identificación de los participantes en la compra de droga. 

Los compañeros de Carrión en UDYCO están convencidos de que el policía está limpio. Las fuentes consultadas no dudan en que se demostrará que estaba trabajando en una operación a gran escala para descabezar a parte de la organización. "No iba a pringarse por 30.000 euros con la de años que lleva trabajando en antidroga", apuntaban hace unos meses.

La defensa de Carrión está convencida de poder demostrar su inocencia. Para ello ha pedido la comparecencia de varios testigos: el jefe de la Sección IV de la Brigada Central de Estupefacientes y la del jefe del Grupo 42 de la Brigada Central de Estupefacientes. También la del jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, un Comisario Principal, así como la del responsable de Agentes Encubiertos de la UDYCO. Por el momento, el juez las ha rechazado todas.