Madrid, un problema menos para el PSOE. Andalucía, el laberinto que sigue sin encontrar la salida. Este jueves, los socialistas madrileños avanzarán hacia su reorganización interna con la presentación de la precandidatura del ministro Óscar López a la secretaría general de la federación. Pero, más al sur, continúa el intenso debate interno sobre cómo y con quién recuperar el pulso en un territorio que siempre fue granero de voto y que desde 2018 no ha dejado de conceder más y más poder al PP de Juanma Moreno. El liderazgo de Juan Espadas cada día está más cuestionado por su falta de "tirón electoral", aunque aún no ha emergido un nombre alternativo y de consenso entre sus críticos. Ferraz, a quien todos miran, se mantiene prudente, insiste en que serán los militantes andaluces lo que decidan su futuro, los que se expresen a través de las urnas, pero es muy consciente de que Espadas está cada día más acorralado y no prevé sostenerlo con respiración asistida desde Madrid. "No queremos dificultar ninguna alternativa", proclaman desde el cuartel general.

El antaño poderoso PSOE de Andalucía, en torno a 43.000 militantes, bulle. El próximo martes, Espadas reúne a su cúpula autonómica para que el comité director, el 20 de diciembre, convoque formalmente el congreso regional. Las precandidaturas deberán presentarse entre el 7 y el 10 de enero, a la vuelta de Reyes, y el 1 de febrero, si hay dos o más aspirantes, los votantes podrán votar en primarias en primera vuelta, y en segunda ronda una semana más tarde. El cónclave se celebrará el 22 y 23 de febrero en Armilla (Granada). "Id reservando asiento y comprando palomitas", dijo significativamente el barón andaluz a los miembros de su ejecutiva. Y es que se da por hecho que se librará una batalla dura, durísima, si él no da un paso atrás. Y Espadas no pretende hacerlo: ha insistido en que quiere conservar las riendas del PSOE-A, que quiere ser el candidato de su partido frente a Moreno en 2026.

Si Juan no da un paso atrás, habrá una alternativa. Eso seguro. Pero estamos a la espera de ver qué dice Ferraz, y a ver si Juan llega a la conclusión de que es mejor no presentarse. Hay una parte del PSOE-A que sabe que Juan es una ruina", dice un barón provincial

"Si él no da un paso atrás, habrá una alternativa. Eso seguro. Pero estamos a la espera de ver qué dice Ferraz, y a ver si Juan llega a la conclusión de que es mejor no presentarse. Hay una parte del PSOE-A que sabe que Juan es una ruina", opina un barón provincial. El análisis es compartido, con palabras semejantes, por otros responsables del sector crítico, muy heterogéneo, y que todavía no ha postulado un candidato de unidad. Uno de los nombres que lleva tiempo cogiendo vuelo es el de Juanfran Serrano, diputado nacional por Jaén y adjunto al secretario federal de Organización, Santos Cerdán. En su cúpula provincial admiten que su opción "no es descartable". Serrano (Bedmar, Jaén, 1988) representaría la renovación generacional frente a Juan Espadas (Sevilla, 1966), barón regional desde 2021, en sustitución de Susana Díaz, y portavoz del partido en el Senado.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, felicita al secretario adjunto de Organización, Juanfran Serrano, por su reciente paternidad, el pasado 2 de diciembre de 2024 en Ferraz, en la primera reunión de la nueva ejecutiva federal. Serrano tuvo a su segunda niña el viernes y regresó a Madrid desde Sevilla para estar con su mujer. | FLICKR PSOE / EVA ERCOLANESE

En la dirección de Sánchez apuntan que Serrano está "a gusto en Ferraz y no está en ninguna guerra". E insisten en que no interferirán en el proceso interno: "Lo que digan los compañeros de Andalucía. Hay primarias y no decide Ferraz, por mucho que se diga. Eso sí, no queremos dificultar ninguna alternativa". Esta última precisión es importante, porque la ejecutiva federal sí tiene mecanismos para favorecer o impulsar una candidatura. Para empezar, puede mostrar su respaldo a Espadas. Y, por ahora, no lo ha hecho. No lo hizo Pedro Sánchez el pasado fin de semana en Sevilla.

Serrano "está a gusto en Ferraz y no está en ninguna guerra", sostienen en Ferraz. "Hay primarias y no decidimos nosotros, por mucho que se diga"

El 41º Congreso Federal en la capital andaluza proyectó una federación absolutamente rota. Muy enfrentada internamente. Sin un papel protagonista, nada que ver con lo que ocurría hace años, cuando ejercía de fiel de la balanza y jugaba un papel equilibrador en el conjunto del partido. Los pasillos del recinto ferial Fibes, que acogía el cónclave, se convirtieron en un mentidero infinito. Los contactos y los comentarios se sucedieron sin descanso. Espadas presidió el congreso y su discurso de apertura le pesó. Mucho. Intervino tras una enérgica y empática Diana Morant, líder del PSPV y ministra de Ciencia, a quien muchos dirigentes vieron como una baronesa más cuajada. El jefe de los socialistas andaluces hiló un discurso incomprensiblemente largo, de más de 20 minutos —el protocolo mandaba que no fuera de más de cinco—, frío, sin columna vertebral, que desconcertó a los compañeros de su federación y a los de otros territorios.

La importancia de Sevilla y Jaén

Espadas recibió en directo otras señales de desaprobación. Preocupantes. Los secretarios provinciales de Sevilla y Jaén, Javier Fernández y Paco Reyes, ambos presidentes de las dos únicas diputaciones en manos del PSOE-A y, por esa razón, los dos pesos pesados de la federación, evitaron dar un respaldo expreso a Espadas. Ambos fueron entrevistados al alimón en la SER y después charlaron con los periodistas. "Ha hecho una labor que yo quiero reconocer", señaló el líder jiennense, hablando del barón autonómico en pasado. "Eso no es incompatible con que ahora", siguió, "cuando llegue el congreso regional decidamos los socialistas andaluces lo que tenemos que hacer, las personas que van a dirigir ese proyecto y, por supuesto, hacia dónde tenemos que ir". Fernández, que ha ejercido de sostén durante estos tres años de Espadas, se limitó a decir que "de momento" es el único candidato, unas declaraciones que, visto el incendio interno, tuvo que corregir al día siguiente: "Espadas cuenta con todo mi apoyo".

Los líderes provinciales de Jaén y Sevilla evitaron dar un apoyo expreso a Espadas el sábado pasado, en plena apertura del 41º Congreso Federal. En la clausura, Sánchez eludió respaldarle

El pronunciamiento de ambos, Reyes y Fernández, era muy relevante. Días antes ya lo había hecho el líder provincial de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, y él pidió abiertamente la renovación del liderazgo en el PSOE-A. Y la jefa de los socialistas cordobeses, Rafi Crespín, una mujer muy conectada con Ferraz, había reclamado en la SER esperar a que pasara el cónclave federal y la convocatoria del regional, aunque sí reconoció que el partido ha de buscar "un proyecto que ilusione en Andalucía". Esa cascada de declaraciones y la tensión por la cercanía de la convocatoria del congreso contaminaron el ambiente en Sevilla. En el almuerzo del viernes de los barones provinciales con Espadas, el de Cádiz ni siquiera fue invitado.

En la clausura, todo el mundo miraba hacia Pedro Sánchez. Él tenía el poder de respaldar (o no) a Espadas. El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno eludió darle un aval explícito como futuro candidato: "Gracias, querido Juan, por la hospitalidad que siempre nos brindan los compañeros de Andalucía cada vez que tenemos ocasión de venir a disfrutar de esta extraordinaria tierra que volverá a ser socialista". Sus palabras no dejaban lugar a dudas. "Pedro Sánchez respeta los estatutos del partido que dicen que tiene que haber un proceso de primarias y no va por ahí señalando candidatos", respondió después Espadas en declaraciones a los periodistas, en donde volvió a confirmar que optará a la reelección.

El jefe del PSOE-A se siente reforzado en su puesto porque los andaluces que se sientan en la ejecutiva federal son siete, uno más que en la cúpula saliente. Pero, de ellos, solo una, Ana María Romero (Agricultura, Ganadería y Pesca), es más próxima a él, aunque hay dirigentes que recuerdan que ella es una mujer que continúa en la ejecutiva por Crespín y también por el ministro de Agricultura, Luis Planas. Los demás son miembros de la dirección por su peso o por su relación con Sánchez (María Jesús Montero, Paco Salazar, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Juanfran Serrano, Anabel Mateos y hasta Jorge Gallardo, alcalde de Cártama). Espadas peleó para que siguiera en la ejecutiva la diputada nacional María Nieves Ramírez, pero no lo logró.

El sector crítico se ha ido engrosando, han confluido "gente de todas las generaciones y territorios": "El panorama es terrible, por eso somos muchos los que pedimos cambio", indica un responsable respetado

"Hay un mar de fondo contra la gestión y la visión del partido tan desastrosa que representa Juan. Esa ola de desaprobación ha crecido desde el verano y el cuestionamiento es hoy mayoritario", explica uno de los dirigentes más reconocidos del PSOE-A. Ese sector crítico se ha ido engrosando con responsables de diferentes familias: han confluido "gente de todas las generaciones y territorios", desde los que se alinearon con Susana Díaz en su batalla de primarias contra Espadas en junio de 2021 hasta los que respaldaron a este y se sienten desencantados o los sanchistas pura cepa de Andalucía. "Es que hemos perdido todo el poder territorial que teníamos. Ya no solo la Junta, sino la mayoría de municipios, las ocho capitales, las ciudades del literal. Solo nos quedan dos diputaciones. El panorama es terrible. Por esos somos muchos los que planteamos un cambio. Sin hacer mucha sangre, para ver si da un paso al lado", indica este responsable, que sí le respaldó en la competición de 2021 y que cree que ahora es un barón amortizado.

Provincias rotas

Una integrante de la ejecutiva de Espadas cree que es también necesario el relevo, pero insiste en que "todo está muy abierto", porque "los críticos son muy dispares" y porque "en todas las provincias cuecen habas". Y ese es otro factor que hay que tener en cuenta: salvo Sevilla y Jaén, que son más graníticas, el resto de agrupaciones provinciales están, en mayor o menor medida, divididas internamente, por lo que sus barones están a la expectativa de las batallas que ellos mismos librarán justo después, cuando concluya el congreso regional y comiencen los procesos provinciales. Especialmente débiles están los jefes de Málaga, Dani Pérez, y Huelva, Maru Limón. En Granada se espera que no repita mandato Pepe Entrena y en Almería se ha roto el tándem del líder provincial, Juan Antonio Lorenzo, y su secretario de Organización, el senador Antonio Martínez. "Aquí lo que hay que buscar es quien aúne más consenso y guste a la militancia, no a cuatro o cinco dirigentes que pueden tener sus cuestiones personales para estar en un lado u otro", añade esta misma responsable, que incide en que el territorio "tiene mucho que decir".

Aquí lo que hay que buscar es quien aúne más consenso y guste a la militancia, no a cuatro o cinco dirigentes que pueden tener sus cuestiones personales para estar en un lado u otro", afirma una integrante de la ejecutiva regional no alineada con Espadas

El papel de Ferraz será clave. Pero hay quienes entienden que ha de señalar un candidato, porque ese movimiento hará que los críticos se aglutinen e incluso muchos cuadros viren, y otros que creen que es mejor que no apunte "a nadie, sino que sea la mayoría de la gente la que proponga un nombre y acabe saliendo por consenso". "Es pronto, cuando se convoque formalmente el proceso será el momento de plantear la propuesta, y como no queremos tampoco descolgarnos de la línea federal, seguro que encontramos un punto de conexión con Ferraz", apunta un dirigente muy respetado que conoce muy bien el engranaje del PSOE-A. En el cuartel general de los socialistas, en Madrid, también esperan que sea la federación quien halle una salida, quien plantee un nombre de acuerdo, que el candidato emerja de abajo, del territorio, no a la inversa, que sea Andalucía la que encuentre una respuesta.

"Algunos están esperando lo que diga Ferraz, claro", contrapone un cargo público con un pie en Madrid, "y Juan pues tendrá que hacerlo también. Pero estoy de acuerdo en que aún hay que fraguar cosas". Es decir, que las conversaciones entre todos los sectores críticos no han alumbrado aún una candidatura de consenso, y aún habrá tiempo porque el plazo se extenderá del 7 al 10 de enero. Un mes puede dar mucho de sí.

El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, y la expresidenta de la Junta de Andalucía y exlíder regional del partido, Susana Díaz, durante la inauguración del 41º Congreso Federal del PSOE en el recinto ferial Fibes, en Sevilla, el pasado 30 de noviembre de 2024. | EUROPA PRESS / ROCÍO RUZ

El nombre de Juanfran Serrano suena mucho en el PSOE-A como una de las opciones. Si diera el paso, se vería como la señal clara de que él es la apuesta del presidente del Gobierno. "Y entonces la gente se suma a eso sin cuotas. Todos detrás. Si él se presenta, Ferraz habrá hablado, eso es de manual", indica un senador que ve a Serrano como la alternativa "clara para la mayoría". Otros no lo perciben como el mejor candidato, "no convence, porque no está en el territorio, ni en el Parlamento andaluz, ni es conocido, ni tiene experiencia, y para competir no puede ser que lo único que se aporte es estar sentado en la dirección federal". "No me parece mal el relevo generacional, pero no sé si tendrá virtualidad la eventual candidatura de Juanfran. Si él lo plantea, pues ya veremos. A partir del martes 10 [cuando la ejecutiva regional abra el proceso], nos sentaremos y hablaremos con la gente de todos los pelajes. Va a haber una candidatura seguro y si Juan sigue en liza habrá primarias", tercia otro responsable, sin querer manifestar preferencias.

Los susanistas tampoco levantan sus cartas. Ellos defienden también una candidatura de unidad y se felicitan de que sus movimientos van cuajando: "Vamos bien". No se pronuncian sobre Serrano

Los susanistas tampoco levantan sus cartas. Ellos son, quizá, los más críticos con Espadas, porque consideran que él los arrasó, los marginó, y porque la situación del partido es terminal. Ellos, no obstante, defienden la necesidad de una candidatura de unidad. De todos contra Espadas. Y se felicitan de que los movimientos van cuajando: "Vamos bien", dicen en el entorno directo de la expresidenta andaluza. Eluden pronunciarse sobre la idoneidad de Serrano.

¿La vía Montero?

Otra opción siempre mentada es la de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. Pero al reafirmarla Sánchez como su vicesecretaria general en el PSOE sus opciones de emigrar de vuelta a Andalucía parecen decrecer. Ella ha trasladado en muchas ocasiones que su etapa en la política autonómica pasó, pero nadie duda de que si el presidente le pidiera asumir el mando en el PSOE-A, o bien ser la candidata electoral frente a Moreno, ella probablemente aceptaría. La fórmula no convence tampoco a los pesos pesados: creen que en el congreso regional hay que elegir al secretario general y este ha de ser el cartel en las autonómicas de 2026, porque no hay tiempo material para forjar dos liderazgos.

No hay alternativa a Juan. No se sale de los nombres de Juanfran y de María Jesús, pero uno no sabe nadie quién es y la otra es la dos de Pedro y no va a venir para perder en Andalucía", apunta una veterana

Espadas siempre ha recalcado que las voces que han emergido en su contra no son representativas del PSOE-A. Que la "unidad" interna existe. Los que le defienden creen que podrá continuar al frente de la federación porque no tiene enfrente alternativas reales y de peso. "Es que no la hay. No se sale de los nombres de Juanfran y de María Jesús, pero uno no sabe nadie quién es y la otra es la dos de Pedro y no va a venir para perder en Andalucía", afirma una veterana. Ese es otro temor que recorre al PSOE-A: que quizá la persona por la que apueste se estrelle en las siguientes autonómicas y solo pueda aspirar a arrebatarle la Junta al PP en el siguiente ciclo, ya para 2030. Un horizonte demasiado lejano.

Pero para Sánchez es urgente recuperar Andalucía. No solo para reconquistar el Gobierno autonómico, sino porque sus votos son fundamentales en las generales. El feudo del PSC no es suficiente para compensar la ventaja del PP en fortines como Madrid o (al menos hasta ahora) la Comunitat Valenciana. El presidente puso el foco en el PSOE-A tras las desastrosas europeas consciente de que reparar la federación debía ser una prioridad. Ahora es el momento, aunque todavía no haya dejado claras sus intenciones y su apuesta.