"Nos vamos a divertir". Óscar López arranca su andadura como próximo secretario general del PSOE de Madrid siendo consciente de que el PP le dirigirá toda su artillería al ser un ministro de Pedro Sánchez, una persona de su máxima confianza. Él irá al choque, pretende imprimir un giro a la izquierda en la federación, liderar una izquierda "valiente" frente al "trumpismo" de Isabel Díaz Ayuso. Entiende que vencerla es una "misión de servicio público" en una región gobernada por la derecha de manera ininterrumpida desde hace casi 30 años. La suya es una "causa colectiva", en la que quiere aunar voluntades, sumar complicidades, "unir" al partido en Madrid tras la salida de Juan Lobato y movilizar a la "mayoría social" progresista que no va a votar. Dice que aporta "experiencia" tras 28 años como militante del PSOE y tras haber trabajado del lado de José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y el propio Sánchez, que también ha cometido "errores", pero que está listo para entrar al combate contra Ayuso. Está convencido de que puede ganar a la presidenta, de que el PSOE puede volver al poder más de tres décadas después.
Son las credenciales que este jueves exhibió López en la presentación de su candidatura a la secretaría general del PSOE-M. Lo hizo en la histórica agrupación de Centro, en la capital, en una sala a rebosar, ante los medios y ante un nutrido ramillete de dirigentes locales de la ciudad y de la región y de concejales, buscando mostrar músculo orgánico y lanzar el mensaje de que la página de Lobato se ha superado.
"Quiero anunciar mi decisión de dar el paso para presentar mi candidatura para el secretario general del Partido Socialista de Madrid —solemnizó al arrancar, cerca de las 11 de la mañana, antes incluso de la hora prevista, una rareza en los usos del partido—. Esta es una decisión estrictamente personal, pero es una misión colectiva. Es más, lo entiendo como una misión de servicio público, provocar el cambio en Madrid. Porque Madrid se ha convertido en el epicentro de un modelo de la peor política. La política de la corrupción, del bulo, de la mentira, la política de Isabel Díaz Ayuso y del Partido Popular de Madrid".
Llevo muchos años en esto y conozco muy bien las técnicas de la derecha, de la 'fachosfera', conozco muy bien cómo se dedican a insultar, a destrozar al rival, a lanzar bulos, a lanzar mentiras", señala
López entró al choque desde el primer minuto. Justo lo que desde la Moncloa se reclamaba a Lobato y él rehusaba: confrontación sin tapujos. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, director de Gabinete de Sánchez desde 2021 al pasado septiembre, la definió como "la mejor representante del trumpismo en España", pero insistió en que no le tiene miedo. "Llevo muchos años en esto y conozco muy bien las técnicas de la derecha, de la fachosfera, conozco muy bien cómo se dedican a insultar, a destrozar al rival, a lanzar bulos, a lanzar mentiras". Es consciente de quién es contra quien se enfrenta, la "maquinaria de fango", y frente a ella opondrá un "proyecto de izquierda valiente". Porque "es la izquierda valiente la que gana", sostuvo, en clara contraposición con el modelo más taimado de Lobato.
Frente a las "mentiras" y los "bulos" de Ayuso y de su entorno —citó explícitamente a su director de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez—, López insistió en que el PSOE-M ganará "por una razón", porque llevará por bandera una palabra "maravillosa y que mucha gente lleva años destrozándola": la "verdad". La que "todo Madrid sabe". La "verdad" de que el PP quiere hacer de la región "un club privado", relató, que ve la "sanidad como el negocio de unos pocos", que acomete "recortes y privatizaciones", que niega que 7.291 mayores murieron "abandonados en las residencias", que no atiende el problema de la vivienda, la "verdad" de los negocios "del hermano, del padre y del novio" de la presidenta. La "verdad de una política tóxica que amenaza a los periodistas mientras financia a la fachosfera con los impuestos de todos". De ahí que quiera asumir las riendas del PSOE-M como una "misión de servicio público, con la verdad por delante". "Vamos a ganar al mal", reivindicó.
Subraya que quiere tejer muchas complicidades y contar con toda la fuerza del PSOE-M. En la rueda de prensa le acompañan líderes locales, concejales, la portavoz municipal, Reyes Maroto, y la jefa de la agrupación de la capital, Mercedes González
No puede hacerlo "solo", por lo que quiere contar con todos los militantes de la federación, con los sindicatos, con los autónomos, con los trabajadores, enumeró, y quiere también apoyarse en la experiencia y "fuerza" de los alcaldes socialistas de la región. Son dos años y medio los que quedan hasta las elecciones, y pidió a todos centrarse en ese objetivo, en mayo de 2027. Arropándole, tenía a portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, la exministra Reyes Maroto; a la secretaria general de la ciudad y directora de la Guardia Civil, Mercedes González, a alcaldes como la de Alcorcón, Cande Testa, y a varios secretarios locales, como el de Centro, sede de la comparecencia, Roberto González, o el de Alcalá de Henares, el diputado nacional Javier Rodríguez.
"Ilusión y ambición"
López insistió en todo momento en que no es un paracaidista impulsado por Sánchez. Recordó que lleva 28 años militando en el PSOE —se dio de alta en la agrupación de Canillejas al día siguiente de que Felipe González perdiera las elecciones de 1996—, muchos de ellos en Madrid, que ha dirigido de una forma o de otra todas las últimas campañas regionales. Subrayó que la federación no es aquella de la que "tantas cosas se dice", porque pudo gobernar en 2003 "y todos sabemos lo que pasó" —el tamayazo— y en 2015, cuando Ángel Gabilondo se quedó a un escaño de poder recuperar la Comunidad (IU no entró en la Asamblea por los pelos). En 2019, Gabilondo ganó las autonómicas pero Ayuso, con el "peor resultado" del PP, un 22,23%, mantuvo el Ejecutivo regional por el apoyo de Ciudadanos.
Reconoce su fracaso frente a Herrera en Castilla y León en 2011, pero cree que hoy es "mejor" y ha aprendido desde entonces. Ahora volcará toda su experiencia en "lograr el cambio en Madrid"
López se reivindicó a sí mismo: "Yo aporto experiencia". Apuntó que ha tenido la "fortuna" y la "suerte" de trabajar "al lado de los mejores", de Zapatero —fue uno de los hombres de Pepe Blanco, junto con Antonio Hernando y el hoy presidente—, de Rubalcaba, de quien fue su secretario de Organización (2012-2014), y de Sánchez, de quien ha sido su director de Gabinete y ahora su ministro. Un pata negra del PSOE. Toda esa experiencia, promete, la volcará ahora para "lograr el cambio en Madrid". "Casi tres décadas trabajando" para el partido en los que ha cometido "errores".
Errores que no precisó, pero en la memoria de muchos en el PSOE está su patinazo en 2013, cuando autorizó una moción de censura contra el alcalde de Ponferrada para la que era necesario el apoyo de Ismael Álvarez, condenado en 2002 por acoso a la concejala Nevenka Fernández. López fue secretario general del PSOE de Castilla y León entre 2008 y 2012, y fracasó en las autonómicas de 2011: sacó casi un 30% de los votos y el presidente regional, el popular Juan Vicente Herrera, le aventajó en 20 puntos. El hoy ministro aseveraba este jueves que aquella España estaba todavía intentando salir de la crisis económica, pero aun así logró un 30% de los sufragios, "ocho puntos más que Ayuso en 2019". En cualquier caso, como ocurre a casi todo el mundo con el paso de los años, se considera "mejor" y ha aprendido "mucho", también de los errores.
Aparte de "experiencia", López aporta "ilusión" y "ambición", porque va a hacer posible el cambio, auguró, con "esfuerzo y trabajo colectivo", y no ha hecho "otra cosa" en su vida, trabajar "como una bestia", "siempre sumando gente, y también llegando a acuerdos, mucho con el PP", por eso desprecia la "política de confrontación que se hace en Madrid". El ministro dibujó al partido de Ayuso como el de una mafia: un mensaje muy repetido que le ha llegado en estos días es que tenga "cuidado", porque saben "cómo funciona la derecha en Madrid". "Contra todo eso me rebelo". Con él, añadió, no funcionarán las "técnicas intimidatorias" del PP regional.
Insiste en que buscará combatir la "desafección" que ha sembrado la derecha en la región, especialmente entre la mayoría progresista. Y recalca que la decisión es "personal" aunque se la trasladó a Sánchez
Presume que los populares madrileños irán con todo contra él, ha notado su "cariño desde el minuto uno". Pero no le importa. Sabe que lo que tiene que combatir es la poderosa estrategia de la derecha, que es la de "sembrar la desafección", que es que "a base de bulos y de mentiras consiguen que la mayoría social no se implique, no se emocione, no se movilice, no participe". Su reto, asumió, es hacer que los votantes del cinturón rojo, de barrios obreros como Vallecas y Villaverde, participen tanto en las urnas como aquellos de los distritos ricos, como Salamanca.
En todo momento López sostuvo que la decisión de ponerse al frente del PSOE-M es "personal", que fue él mismo quien se la trasladó a Sánchez y que él no le puso ninguna objeción, el presidente sabe "mejor que nadie que en este partido deciden sus militantes". Sin embargo, previsiblemente no tendrá rival: todos los afiliados madrileños tienen hasta este sábado a las 14 horas para presentar su precandidatura, pero no es previsible que nadie más lo haga. No Lobato, desde luego, como él mismo dijo. Si solo él se inscribe, será proclamado secretario general de inmediato, sin necesidad de avales.
No teme la imputación de Sánchez Acera
El ministro no ha hablado con Lobato —"es un militante más"—, respeta su legado y no quiere hablar del pasado, sino del "futuro". Pero su mandato arranca con la sombra de la declaración del exbarón madrileño en el Supremo, por los mensajes que se intercambió con la dirigente Pilar Sánchez Acera el pasado 14 de marzo. Preguntado si le inquieta que pueda acabar imputada Sánchez Acera, que fue su jefa de Gabinete en la Moncloa, López respondió que "no hay nada que temer", "por supuesto que no". "Siempre defenderé a compañeros leales como Pilar Sánchez Acera", ratificó.
No ha hablado con Lobato, "un militante más", y se centra en hablar del "futuro", no del pasado. Y afirma que "siempre" defenderá a compañeros "leales" con Sánchez Acera, su exjefa de Gabinete
Por lo que está preocupado es por el hecho de que "cada vez que roba uno del PP tiene que responder uno del PSOE", y este es un ejemplo más de "cómo funciona" el Gabinete de Ayuso y, en concreto, su director, Miguel Ángel Rodríguez (MÁR): "Filtra él y acaban respondiendo lo demás", porque fue él quien filtró "un bulo a los medios de comunicación" —que había sido la Fiscalía la que había ofrecido un acuerdo de conformidad al novio de la presidenta madrileña, cuando ocurrió exactamente al revés— y los periodistas que "contaron la verdad" recibieron "amenazas".
López tiene previsto compaginar su cargo orgánico, de líder del PSOE-M, con el institucional, el de ministro, hasta que las mismas elecciones autonómicas de 2027, utilizando por tanto la plataforma que le da el Gobierno. Lo hará, justificó, igual que Ayuso, que compatibilizará su cargo de presidenta y de baronesa regional todo este tiempo. La diferencia, dijo, es que él le va a "dedicar mucho más tiempo" a la región que ella. No estará en la Asamblea de Madrid para confrontar los jueves contra Ayuso, pero sí le replicará, garantizó, desde otras tribunas, como el Congreso o el Senado, donde tiene escaño el número dos de la dirigente popular. Ese duelo ya se vio el martes en la Cámara alta y dejó un buen regusto en la cúpula del PSOE-M.
Compaginará su cargo de ministro con el de jefe del PSOE-M, pero le dedicará a Madrid "mucho más tiempo que Ayuso". No adelanta cómo será su equipo, pero contará "con todo el mundo y con los mejores"
El próximo secretario general del PSOE-M no anticipó quiénes formarán parte de su equipo —el congreso regional se celebrará el 1 y 2 de febrero, así que hay tiempo, tranquilizó—, pero sí subrayó que contará "con todo el mundo y con los mejores", porque su objetivo es mirar hacia mayo de 2027, "unir e ilusionar a todo el PSOE-M para una misión colectiva". López ya ha hecho esa labor de acercamiento a la federación: ha estado hablando en los últimos días con muchos dirigentes, "con no menos de ciento y pico secretarios generales y alcaldes" para comunicarles su decisión. Va "de cara". Para los suyos y, sobre todo, frente a Ayuso.
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hace 1 mes
Un inútil certificado basta ver sus no gestión en Paradores.
Perdió en Castilla León por veinte puntos. Su única opción de victoria es el pucherazo.
Miembro arquetípico de la infraclase política, gente sin absolutamente ningún mérito profesional ni académico.
hace 1 mes
Óscar, en tu presentación te has tirado veinte minutos insultando a la derecha, no tienes discurso, no sabes hablar y la experiencia que dices que tienes es de fracasos. Tu valoración es CERO, y te han enviado al matadero porque ONE está harto de tí, no te ha perdonado que estuviste en su contra, te ha usado y con esto te tira a la papelera. Que tengas buen viaje aunque lo dudo
hace 1 mes
Que obsesión tiene el salchismo con suicidarse en Madrid…
hace 1 mes
El trampismo de la ultraderecha (antes PSOE) pretende desbancar a la presidenta.
Que no sea otro peón sacrificado; la obsesión de Pedro el evacuado tiene jotas y tiene erres. Amores desengañados son.