En algunos casos ni se habían abierto las negociaciones. Por ello causó sorpresa que Vox diera por suspendido el diálogo en torno a los presupuestos de las seis comunidades autónomas en las que el PP gobierna en minoría y necesita los votos de los de Santiago Abascal para sacar adelante las cuentas del año que viene. El aviso se lanzó en vísperas de una reunión del primer partido de la oposición con los gobiernos central, canario y ceutí para volver a hablar de la reubicación de menores inmigrantes no acompañados.
De nuevo, Vox vinculaba las relaciones con los ejecutivos del PP a su total y absoluta negativa a aceptar nuevas cuotas de menores. La reunión migratoria se saldó en fracaso a pesar de sus dos horas de duración, motivo por el cual alguma baronía autonómica resume que "Vox se ha quedado sin pretextos para no negociar si quiera las cuentas" del año que viene.
"El Gobierno vino sin un papel más allá de insistir en la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería, que el Congreso ha tirado abajo", recuerdan las fuentes consultadas sobre la cita que reunió al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; a los presidentes de los ejecutivos canario y ceutí, Fernando Clavijo y Juan José Vivas, respectivamente, y al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. La cita se saldó en fracaso. Significa que "no hubo ningún tipo de acuerdo o avance sobre cómo debemos repartir a los menores", ergo, si no hay acuerdo con el Gobierno central en esta materia "los motivos aducidos por Vox para congelar la negociación o rechazar los presupuestos no existen", apunta otro presidente.
Génova asegura que la negociación migratoria con el Gobierno nada tiene que ver con las presiones de Vox
Desde Génova insisten en que la negociación migratoria con el Gobierno nada tiene que ver con las presiones de Vox y que así lo demostraron este verano cuando apoyaron la reubicación de 400 niños a pesar de las amenazas de Abascal de romper las coaliciones autonómicas, como así hizo. Las instrucciones de Génova a sus territorios en ese sentido fueron claras, a pesar de que no todas las baronías compartían asumir nuevas cuotas para una acogida que, decían, ya estaba saturada. Fue el caso de Valencia. Tampoco Madrid ni Andalucía eran unas entusiastas aunque, no por su dependencia de otros partidos, puesto que Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno tienen mayoría absoluta.
Otro barón autonómico aduce que su preocupación "no es la negociación con Vox, sino hacer unas buenas cuentas para afrontar los retos del territorio" y que la despoblación no le perjudique financieramente. Coincide con otros compañeros de filas en que ahora lo importante es conocer cómo se repartirá el déficit para empezar a diseñar esas cuentas. Otro más se pregunta si los de Abascal "están dispuestos a explicar a su electorado que van a votar en contra, por ejemplo, de bajar los impuestos o de recortar gastos". Recuerdan que así comenzó Rocío Monasterio en la Comunidad de Madrid y Javier Ortega Smith en el Ayuntamiento, sirviéndoles a Ayuso y a José Luis Martínez Almeida el control total de los ejecutivos de la Comunidad y del Ayuntamiento de la capital de España.
El PP cree que la interlocutora debería ser Elma Sáiz
El Gobierno insiste en una reforma puntual para solventar "situaciones de contingencia migratoria extraordinaria", la misma que fue rechazada en el Congreso de los Diputados en julio pasado por el PP, Vox y Junts. Los populares exigen un plan integral que elimine la discrecionalidad en la distribución de menores además de abordar "medidas para que no sigan llegando inmigrantes a nuestras costas", con la colaboración de Frontex. También critican que de la negociación se encargue un ministro que, a su juicio, carece de competencias en esta materia "y sólo está ahí en calidad de canario" y no la titular de Migraciones, Elma Sáiz.
Además, sospechan en Génova que en la negociación paralela del Gobierno con Junts para traspasar las competencias en materia de inmigración la intención es "dejar a Cataluña fuera de futuros repartos de menores, tesis a la que también se va a sumar el PNV". Cabe recordar que Cataluña fue la única comunidad que se negó a respaldar la distribución de 400 inmigrantes por el conjunto del país. Y hasta que no haya "voluntad de avanzar estamos en el mismo punto", subrayan. Sin embargo, los populares son conscientes de que la decisión de sentarse o no a negociar los presupuestos autonómicos no la tomará ninguna organización regional de Vox por su cuenta. Será la sede de la calle Bambú la que decida una posición unitaria para todos y cada uno de los territorios y las relaciones con el PP están cada vez más deterioradas.
Vox puede dar un argumento a Moncloa
El pasado miércoles, Alberto Núñez Feijóo advirtió que el PP "seguirá defendiendo sus principios y convicciones sin someterse a chantajes de ningún tipo, ni de un lado ni de otro", tanto en alusión a Vox, de un lado, como al Gobierno, del otro, en una especie de pinza en la que parece haber una estrategia coincidente contra el primer partido de la oposición. De hecho, que los presidentes autonómicos se queden sin cuentas para el año que viene puede dar un argumento de peso a Moncloa en caso de que Pedro Sánchez no consiga los apoyos para los Presupuestos Generales del Estado del año que viene, aunque, en su caso, no ha conseguido siquiera aprobar los primeros de esta legislatura.
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