El principal colectivo de víctimas del terrorismo del País Vasco, Covite, denunció ayer la política de inserción laboral que el Gobierno vasco aplica a los presos de ETA. Su presidenta, Consuelo Ordóñez, asegura que al Ejecutivo vasco sólo le han preocupado las condiciones laborales de los presos de las cárceles vascas “cuando han llegado los presos de ETA”.

Afirma que, pese a que sea legal darles de alta en la Seguridad Social cuando ejercen un empleo remunerado, es doloroso ver cómo es la propia institución la que les facilita ese empleo: “A muchas víctimas de ETA les hubiera gustado tener esa oportunidad, les hemos tenido que ayudar nosotros económicamente para poder comer". "Entonces no se preocuparon tanto”, asegura Ordóñez.

Añade que este tipo de gestos se han acelerado cuando los internos de la banda ya habían sido trasladados a cárceles vascas: “Porque presos y cárceles ha habido siempre”. Apunta que este nuevo movimiento se suma a lo que considera que "es una burla", como es la concesión de terceros grados mediante cartas manuscritas “que no prueban el arrepentimiento”.

Ordóñez responde así al balance hecho por el Ejecutivo vasco en los tres años de gestión de las tres prisiones vascas y que incluye la inserción laboral para 605 presos, entre ellos 37 de ETA. Se trata de internos a los que se da de alta en la Seguridad Social por ejercer un trabajo remunerado, bien dentro de la prisión, bien fuera. A través de cursos de formación y talleres se les facilita la cualificación en labores de mantenimiento de las cárceles. Además, una parte de los internos cuentan con contratos con empresas externas con las que la agencia 'Aukerak', dependiente del Gobierno vasco, que ejerce como empleador, llega a acuerdos.

Pregunta.- ¿Le ha sorprendido que se facilite la inserción laboral de los presos de ETA?

Respuesta.- De algún modo, sí. Puede ser legal, pero hay que recordar que cárceles vascas y presos ha habido toda la vida. Si realmente estuvieran tan preocupados por los presos de las cárceles vascas podían haber creado esta empresa mucho antes y no lo hicieron.

P.- La reinserción de los presos es importante y la incorporación al entorno laboral contribuye a ello…

R.- Sí, pero lo que me molesta es el cinismo que tienen. Crean esta supermega empresa de colocación para presos de ETA, pero nunca han creado una empresa así para colocar a familiares de víctimas del terrorismo. Nunca. Y muchas lo han pasado muy mal. Además, si la hubieran creado le aseguro que nunca hubiera habido empresarios que se ofrecieran a contratar a familiares de víctimas de ETA, ya se lo digo.

P.- ¿Siente que se les ha dado un trato preferente respecto a las víctimas?

R.- Yo sólo digo que muchas víctimas están en situación de vulnerabilidad total y a no pocas les hemos tenido que dar apoyo para que puedan comer.

P.- El Gobierno vasco asegura que iniciativas como la agencia ‘Aukerak’ son parte del proceso de reinserción que se facilita a los presos.  

R.- Sí, dicen que es para todos los presos, pero qué casualidad que la crean cuando tienen a los presos de ETA aquí y cuando tienen la transferencia en sus manos. Esa es la trampa. Además, detrás está el intento por facilitar los terceros grados. Por un lado está la burla de las cartas manuscritas que no acreditar ningún tipo de arrepentimiento y por otro esto de la agencia de colocación. Claro que les tienen que dar de alta en la Seguridad Social. No pueden hacer otra cosa. Para el tercer grado les viene muy bien poder acreditar que tienen un trabajo fuera de la cárcel.