La Conferencia de Presidentes del próximo viernes en Santander será el termómetro de Vox para decidir si continúa o no con el diálogo sobre presupuestos autonómicos con el PP. Unas conversaciones que se suspendieron a voluntad propia de los de Santiago Abascal el pasado miércoles, como forma de añadir presión a los populares en su vuelta al diálogo sobre inmigración con el Gobierno, que se saldó sin nuevo acercamiento el jueves.

En previsión de agenda, esta nueva reunión entre todos los dirigentes territoriales, en los que la mayoría son populares, se entiende como una segunda prueba de fuego al PP para ver si termina o no llegando a un consenso con el Ejecutivo para el reparto de inmigrantes llegados irregularmente a las costas de Canarias, Ceuta y Melilla. Algo que, de producirse, supondría la ruptura definitiva de ese diálogo dispar entra comunidades. Así lo acreditan en Vox. que advierten que no les temblará el pulso para dejar sin nuevas cuentas a seis comunidades.

En la cita se abordarán múltiples cuestiones como la financiación autonómica, la vivienda, los efectos de la DANA y la ayuda a la Comunidad Valenciana, y, en añadido, la inmigración, a petición expresa de los presidentes en la anterior ronda de reuniones con Sánchez en Moncloa.

Génova insiste en defender allí el plan migratorio pactado con Coalición Canaria y su líder, el presidente y socio canario Fernando Clavijo, en septiembre, que contempla, entre otros, que el Gobierno central asuma la manutención y la acogida completa de los menores migrantes no acompañados sin que ello le suponga coste a las comunidades cuando sus centros rebasen el 150% de sobreocupación. No está respaldado por Moncloa y difícilmente encontrará recorrido el día 13, pero Vox quiere un gesto por parte de los barones populares para reanudar la negociación. Al menos que no haya ninguna fisura respecto a las posiciones actuales.

Internamente se quiere que los presidentes autonómicos del PP se desliguen del discurso que, a priori comparten con Génova, y que renuncien directamente a cualquier tipo de acogida, aunque ésta sea en los casos más graves sufragada por el Ejecutivo de Sánchez como se plantea desde Madrid de darse el caso. Una búsqueda de cisma, en definitiva, entre el aparato nacional y los autonómicos en prioridad de las nuevas cuentas y el compromiso con el votante regional. Un cisma para motivar dos discursos que den más oxígeno a Vox en pleno ascenso en los sondeos.

El choque entre dirección nacional y territorios sobre inmigración es una constante buscada por Vox desde la salida de los Consejos de Gobierno, como debilitamiento de la estrategia intermedia de Feijóo a la dureza con Sánchez pero a la vez el posicionamiento como partido de Estado. Fuentes nacionales de Vox recuerdan que en julio se rompió en los gobiernos por "la imposición de Feijóo" a un reparto ordinario de menores que ya estaba pendiente, dando a entender que los barones estaban en desacuerdo con la decisión del presidente popular.

Igualmente lo estuvieron dentro de esos Consejos la mayoría de representantes de Vox. Uno de los casos más claros es el de Vicente Barrera y los suyos en Valencia. Fuentes de alto rango del PP, en todo caso, descartan que vaya a haber cualquier desplante y transmiten tranquilidad ante la posibilidad de que no haya nuevas cuentas porque se pueden prorrogar las vigentes. Reivindican un consenso común en torno a esta cuestión. Desde Vox, respecto a esto, se cree que es una pose más que una convicción, y señalan que en enclaves como Murcia hay interés en contar con presupuestos "más expansivos" que los actuales.

Bambú estará "muy atento"

Este lunes, desde la sede de Vox en Madrid, su portavoz nacional José Antonio Fúster apuntó que estarán "muy atentos" a las conclusiones a las que lleguen en materia migratoria los presidentes del PP y el Gobierno. "No pueden pretender que Vox apoye y haga seguidismo de las políticas pactadas en Madrid y en Bruselas por PP y PSOE", dijo Fúster en alusión a esa negociación retomada entre Miguel Tellado y Ángel Víctor Torres en la Mesa de inmigración, pero también al Pacto Migratorio y de Asilo de la UE consensuado entre el EPP y S&D. Un seguidismo al que, consideró, se han apuntado los barones populares en las regiones.

Vox quiere que el PP autonómico no haga seguidismo de las políticas consensuadas con el PSOE en Madrid y en Bruselas

Lo que no dejan claro en el partido es qué ocurrirá si todo sigue igual que ahora, si no se produce ningún avance respecto a las posiciones enquistadas. En las que el Gobierno pide reformar el artículo 35 de la Ley de Extranjería para forzar los repartos de menores inmigrantes de las zonas tensionadas a otros puntos geográficos de la Península, y el PP que se Sánchez y los suyos asuman responsabilidades, estructuren un plan migratorio claro como otros países europeos, refuerce a la policía fronteriza y pida la ayuda de la UE y Frontex.

Técnicamente, la ausencia de consenso deja las conversaciones en el mismo estado que entre octubre y noviembre cuando, con el plan canario bajo el brazo del PP, Vox no tuvo inconveniente en sentarse a negociar con los presidentes populares en cada región donde dependen de sus votos. Fúster, en esa rueda de prensa apreció también que se tendrá en cuenta el feedback que exista entre "nuestros equipos regionales y el PP de las autonomías", porque son "un partido que observa y escucha". Por lo que un nulo acercamiento entre Gobierno y PP dejaría la senda libre, al no avistarse acogidas, para reactivar las conversaciones y cerrar un acuerdo en la próxima semana. Esa ausencia de cambios en materia migratoria y ofrecimientos como rebajas de impuestos, entre otros, despejarían el camino.

Valencia, la excepción a la norma

Las apreciaciones que hay en Madrid, en todo caso, son dispares a las que pueden tenerse desde las propias autonomías. Mientras que en Bambú garantizaban que Extremadura era una de las zonas más proclives al pacto antes de la suspensión general de diálogos, poco después se produjo un choque de posturas en la región entre ambas partes. A día de hoy es Aragón y la Comunidad Valenciana.

En el primer caso, porque no han percibido intencionalidad en el PP de Aragón de dar un paso atrás tras la derogación de la Ley de Memoria Histórica de 2018 impulsada por el PSOE de Javier Lambán; una derogación suspendida por el Tribunal Constitucional bajo recurso del Gobierno y que, pasado el plazo de cinco meses, vuelve a estar vigente hasta que el TC dicte sentencia final. En el segundo, por la necesidad de reconstrucción de la DANA, las zonas donde es más factible llegar a un acuerdo. Habrá reunión con el equipo de Carlos Mazón en los próximos días. Con Baleares bajo posibilidades, y sin mencionar ya Extremadura o Murcia, se deja claro que donde no habrá cuentas nuevas es en Castilla y León.

Este lunes una nueva oleada de sondeos vislumbra un futuro gobierno de coalición entre PP y Vox que alcanzaría los 187 diputados. Mientras tanto, los de Feijóo y Abascal certifican un difícil encauzamiento del diálogo por diferencias en el modelo de cómo hacer oposición a Sánchez. Sin entrar en detalle, y de cumplirse en el futuro esa previsión, Vox insiste en que será necesario un compromiso reformista de los populares para tumbar las políticas que viene haciendo el Gobierno en estos seis años. Sin limitarse exclusivamente a sacar a Sánchez de Moncloa.

Ante el movimiento de Junts demandando una cuestión de confianza sin efectos, Vox anima al PP a que se mueva y presente una moción de censura pese a no tener todos los números consigo, como ejercicio de valentía y para intentar atraer a los de Puigdemont. Siempre y cuando no haya cesiones al independentismo, Vox estará ahí, señalan desde el partido.