Por tercera vez este año, la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, acude a los juzgados de Plaza de Castilla para declarar ante el juez Juan Carlos Peinado. Investigada en un principio por tráfico de influencias y corrupción en los negocios a raíz de una querella interpuesta en abril por la asociación Manos Limpias, su horizonte judicial se amplió después de que Peinado admitiera en octubre otra de la organización Hazte Oír y pasara a imputarle dos delitos más: intrusismo y apropiación indebida.

El titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid investiga si la esposa del presidente se saltó la ley tras registrar a su nombre el software que se hizo para uno de los dos máster que codirigía en la Universidad Complutense de Madrid y redactar unos pliegos de prescripciones técnicas para la contratación del mismo. Su abogado, el exministro del Interior socialista Antonio Camacho, aseguró en un escrito que los firmó porque la universidad se lo requirió, aunque desde el centro afirmaron desconocer que Gómez los había firmado.

La primera comparecencia, que tuvo lugar el 5 de julio, fue suspendida por Peinado después de que la mujer del presidente alegase en el juzgado no conocer los detalles de una querella interpuesta contra ella por Hazte Oír. Volvió a acudir dos semanas después, el día 19, pero apenas estuvo diez minutos en la sala. Siguiendo el consejo de su letrado, se acogió a su derecho a no declarar. Unos días más tarde, el 30 de julio, el magistrado se desplazó a la Moncloa para tomar declaración como testigo a Pedro Sánchez, que también escogió no hacerlo.

Cambio de estrategia

Fuentes jurídicas precisan que la estrategia de Begoña Gómez ha cambiado en las últimas semanas, después que la Audiencia Provincial de Madrid respaldara la investigación de Peinado, aunque al mismo tiempo delimitara la causa dejando a un lado todo lo relacionado con Globalia y el rescate del Gobierno a la compañía Air Europa. En noviembre, su abogado presentó un escrito al juez pidiendo diligencias, algo que no había hecho hasta entonces, puesto que su única estrategia pasaba por intentar cerrar la causa. En él, solicitó la comparecencia de cuatro cargos de la Complutense y de dos miembros de la Oficina de Transparencia de Resultados de Investigación.

Ante esta nueva actitud de la defensa, estas fuentes señalan que esta vez podría responder, al menos, a las preguntas de su letrado. Al igual que en las dos primeras ocasiones, Gómez accederá a los juzgados a través del garaje por motivos de seguridad, a petición de María Marcos, comisaria de Policía y jefa de seguridad de Moncloa.

Además de la mujer del presidente del Gobierno, este miércoles está citado a declarar como investigado el exconsejero de la Comunidad de Madrid Juan José Güemes, directivo del Instituto de Empresa desde el año 2010. Peinado le citó a declarar como testigo el 18 de noviembre después de que una trabajadora del organismo le señalara como el interesado en contratar a Gómez. Güemes explicó que en 2017 recibió su currículum, pero lo descartó. Sin embargo, tres meses después de que Sánchez llegará a la Moncloa, la contrató como directora del África Center, entidad dependiente del Instituto. Hoy vuelve al juzgado, pero esta vez para declarar como imputado.