Los acusados pueden no decir la verdad, tienen derecho "a no declarar contra sí mismos", cuando comparecen ante un juez. Así lo recoge el artículo 24 de la Constitución. Pero Koldo García se ha pasado claramente de frenada en su declaración ante el Tribunal Supremo.

Fuentes de la Fiscalía Anticorrupción reconocen en privado que el asistente del ex ministro José Luis Ábalos ha negado hasta los hechos más evidentes. Esa no suele ser una buena estrategia para salir indemne en un proceso en el que ya se han acumulado pruebas incontestables.

Koldo García, en efecto, lo ha negado todo. Él nunca cobro comisiones, no facilitó los negocios de su amigo Víctor de Aldama, y, lo más importante, libró a Ábalos de toda responsabilidad en la trama que investiga los contratos de compra de mascarillas, hilo a través del cual también se ha descubierto una red de fraude en el IVA de los hidrocarburos y, posiblemente, también el pago de mordidas para la adjudicación de obras públicas.

Sencillamente, Koldo pasaba por allí y no se enteró de nada. Argumentó que él no tenía poderes para adjudicar contratos, cosa que es verdad. Pero su papel no era sólo el de chico para todo del ministro. Además de comprarle tabaco a Ábalos, era él quien se encargaba de llamar a unos y a otros presidentes autonómicos para que le compraran mascarillas a la empresa de su amigo y benefactor Aldama. Detrás de él estaba el ministro, por supuesto, y por eso todos los altos cargos, que eran además militantes del PSOE, se ponían firmes cuando les llamaba el bueno de Koldo.

El asistente del ministro Ábalos lo ha negado todo, salvo que, tal vez, hubo un encuentro en un bar...

Cuando estalló este asunto, bautizado como 'caso Koldo', allá por el mes de febrero de este año, la UCO hizo un informe sobre el incremento patrimonial de asistente del ministro de Trasportes. Recordaré sólo un dato. En sólo dos años, de 2020 a 2022, el patrimonio inmobiliario de Koldo García pasó de 440.620 euros a 1.156.897 euros (1,5 millones si se atiende a su valor de mercado de las propiedades, aclara la UCO). ¿De dónde salió tanto dinero? Koldo recurrió a los padres de su esposa para explicarlo, pero ni siquiera con unos suegros tan rumbosos salen las cuentas.

Sabemos, además, que en su domicilio fue encontrado por la UCO una cantidad inusual de dinero en efectivo (24.000 euros), lo que cuadra con la explicación que dio Aldama: Koldo cobraba una mensualidad en efectivo de 10.000 euros al mes. Así los números cuadran bastante mejor.

Por negar, Koldo negó que la letra del manuscrito entregado el lunes por Aldama en el Supremo, con supuestas adjudicaciones de obras a empresas que pagaban comisiones, fuera su letra. Y, por supuesto, negó que Santos Cerdán (secretario de Organización del PSOE) hubiese cobrado 15.000 euros, o que el jefe de Gabinete de la vicepresidenta María Jesús Montero hubiera recibido también un regalo en efectivo -25.000 euros- por haber hecho gestiones en el ministerio de Hacienda a favor de las empresas de Aldama. Sólo hubo un momento en el que dudó y admitió un encuentro ciertamente significativo: pudo coincidir en un bar, "por casualidad", con Aldama y con Carlos Moreno (el susodicho jefe de Gabinete de Montero). ¡Qué casualidad!

En fin, que Koldo no aportó nada nuevo a la causa y tan sólo dejó la sensación de que su defensa ha optado por negarlo todo y echarle la culpa a Aldama. La estrategia es coherente con la declaración de Ábalos, que también lo negó todo.

Suele ser habitual la coordinación de la defensa de algunos acusados para derivar sus responsabilidades a un tercero. Pero todo tiene un límite. Ni Ábalos, ni Koldo García parece que hayan convencido al juez Leopoldo Puente, ni al fiscal Luzón. Quienes sí parecen estar satisfechos son el PSOE y el Gobierno. El pacto de silencio ha funcionado. Por ahora.