La filtración de un correo electrónico entre el abogado del novio de Díaz Ayuso y el fiscal que investigaba un presunto delito de evasión de impuestos tiene su origen en Moncloa. El informe realizado por la UCO y remitido ayer al Tribunal Supremo, que investiga la causa por una posible revelación de secretos, deja claro, a través del análisis de los mensajes entre el ex secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, y las personas que pertenecían a su grupo de whatsapp, que, además de la jefa de Gabinete del jefe del Gabinete del presidente Pedro Sánchez, Pilar Sánchez Acera, también tuvo acceso a ese documento, antes de que lo publicara ningún medio de comunicación, el ex secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès. También tenía ese papel antes de que se publicara el ex director de Comunicación del PSOE y ahora secretario de Estado de Comunicación, Ion Antolín.

La UCO le atribuye a Vallés un "rol superior de coordinación" respecto a una operación que tenía por objeto dejar como "mentirosa salvaje" a la presidenta de la Comunidad de Madrid y, al mismo tiempo, arremeter contra el líder del PP, Núñez Feijóo, para que le exigiera la dimisión de Ayuso.

Lobato revela a su grupo de whatsapp que le ha llamado "Santos" (se refiere al secretario de Organización del PSOE) para indicarle que el presidente del Gobierno va a pedir al líder de la oposición, "que dimita Ayuso" y que ellos –el PSM– deberían pedirla también en el pleno de la Asamblea que se iba a celebrar el 14 de marzo de 2024.

Moncloa pone toda la carne en el asador para que Lobato esgrima en la Asamblea un documento que, en ese momento, era secreto y formaba parte de una investigación de la Fiscalía a un particular. Lobato forcejea con Sánchez Acera porque sospecha que ese correo lo ha hecho llegar directamente la Fiscalía a Moncloa. Se resiste mientras que la jefa de Gabinete de Óscar López intenta hacerle colar que ya ha llegado a los medios de comunicación. Pero eso no era cierto. El Plural lo publicó bastante tiempo después de que Sánchez Acera le enviara la copia de la carta a Lobato.

La operación contra Díaz Ayuso se pilotó desde Moncloa, con el secretario de Estado de Comunicación como coordinador

En la investigación de la UCO se hace patente la pinza entre Moncloa y Ferraz para atacar a Díaz Ayuso. Pero es Moncloa, a través de la secretaría de Estado de Comunicación y del jefe de Gabinete de Sánchez (en esos momentos Óscar López), quien dirige la operación.

Parece evidente, y esa es la sospecha de la UCO, que el correo procede de la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, la investigación se ha frenado justo en la persona que está siendo investigada por la filtración: el fiscal general.

En otro informe, remitido también ayer al Supremo, la UCO indica que se han encontrado "0 mensajes pertenecientes a cualquier tipo de aplicación de mensajería instantánea en el periodo analizado que comprende entre el 8 y el 14 de marzo de 2024". Es decir, que Álvaro García Ortiz, o alguien de su confianza, ha debido borrar todos los whatsapp –hay constancia de que existieron, tanto a través del móvil de la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, como del móvil de la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra– enviados o recibidos en su móvil durante los días previos a la filtración del documento que Moncloa remitió a Juan Lobato a primera hora del 14 de marzo. El juez del Supremo, Ángel Hurtado, tendrá que determinar si ese borrado de mensajes es indicio suficiente como para imputar a García Ortiz por un presunto delito de destrucción de pruebas.