La ministra portavoz, Pilar Alegría, da finalmente el paso. Mañana sábado, 21 de diciembre, presentará su candidatura para liderar el PSOE de Aragón, como sustituta de Javier Lambán. Y lo hará en un acto con militantes en el pabellón municipal de su pueblo, en La Zaida, en Zaragoza, a las 11.30. "Va a ser un día importante y lo quiero compartir con vosotras y con vosotros. ¡Os espero!", escribió ella misma en su cuenta de X este viernes pasados unos minutos del mediodía.

En realidad, la decisión era ya un secreto a voces. Alegría, de 47 años, ya había ido dejando entrever en las últimas semanas, especialmente desde el 41º Congreso Federal del PSOE en Sevilla, que estaba dispuesta para competir por la secretaría general de su federación. Había sondeado el terreno, había ido comprobando que la piscina tenía agua y que tenía posibilidades de hacerse con la victoria. Y ahora es cuando ha decidido hacer pública su postulación, pese a que queda algo más de un mes para que pueda registrar su precandidatura. La ventanilla se abrirá oficialmente, de hecho, el 24 de enero. El 16 de febrero se celebraría la primera vuelta de primarias, en caso de que tenga un contrincante enfrente, y el 15 y 16 de marzo tendrá lugar el congreso regional, del que saldrá elegida la nueva ejecutiva autonómica socialista de Aragón. Aún no tiene a nadie enfrente, a nadie del círculo de Lambán.

Alegría, como explican en su equipo, ha ido ganando terreno en Zaragoza, la provincia clave y la que reúne a más de la mitad del censo total

La titular de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno sabía que tenía por delante un camino muy pedregoso. Ella partía con el apoyo cerrado de Huesca, la agrupación provincial siempre díscola, conectada con Ferraz y enfrentada a Zaragoza y Teruel, hasta ahora controladas por Lambán, secretario general del PSOE aragonés desde marzo de 2012, presidente regional en las últimas dos legislaturas (2015-2023) y barón crítico con Pedro Sánchez junto al castellanomanchego Emiliano García-Page. Pero en las últimas semanas ha ido ganando terreno, explican los suyos, en Zaragoza, la provincia clave y la que más militantes reúne (unos 5.000), más de la mitad de toda la federación. La estrategia de conquista pasaba por tanto por afianzar Huesca (1.400 afilados) y hacer cuña en las otras dos agrupaciones provinciales, atrayendo a parte de los que antes estaban con Lambán. En el congreso de Sevilla se visualizó esa estrategia, ya que aupó a la dirección federal, a la que ella pertenece como vocal, a la alcaldesa de Pedrola (Zaragoza), Manuela Berges, que antes estaba alineada con el expresidente.

Al comité federal, el máximo órgano de poder entre congresos, se incorporó inicialmente Teresa Ladrero, alcaldesa de Ejea de los Caballeros —precisamente el municipio de Lambán— y vicepresidenta de la Diputación de Zaragoza. Ella, Ladrero, es la mano derecha, por tanto, del presidente de la institución, Juan Antonio Sánchez Quero, también secretario general del partido en la provincia y el hombre con más poder orgánico e institucional del PSOE en todo Aragón. Pero Ladrero, presionada por Lambán, renunció al puesto y lo formalizó a través de su jefe, Sánchez Quero.

En la dirección federal, Alegría aupó a la alcaldesa de Pedrola, Manuela Berges, y lanzó un guiño a Sánchez Quero, barón de Zaragoza y presidente de la Diputación, al incluir en el comité federal a Teresa Ladrero, aunque luego ella renunció al cargo

Ferraz la había promocionado para ese cargo en el comité como un gesto de distensión y de acercamiento hacia el presidente de la Diputación zaragona. Lambán se felicitó por el paso atrás de Ladrero, que se había "desmarcado" del acuerdo, "dejando claro que es leal a su ejecutiva de Zaragoza, que es a la que pertenece". Ferraz asumió la baja de la regidora de Ejea, aunque subrayando que era un paso atrás "profundamente injusto" porque ella había "demostrado su valía política" y su respaldo ciudadano en "diferentes procesos electorales". Lo ocurrido servía para demostrar, así lo apuntaban en el círculo de Alegría, que el objetivo se había conseguido, y era abrir una brecha entre los cercanos a Lambán, buscando la complicidad con Sánchez Quero.

Ministros hacia los territorios

Que Alegría se lance a la carrera ahora indica que tiene muchas papeletas para ganar y hacerse con las riendas de una federación hasta ahora adversa para Ferraz. Sánchez no puede permitirse que una ministra de su Gobierno sea batida en su territorio. Ya consiguió a primeros de año que Diana Morant, titular de Ciencia, se impusiera sin primarias como jefa del PSPV, tras conseguir la retirada de los dos dirigentes que se postulaban frente a ella, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, y que ni siquiera llegaron a registrar su precandidatura. En Madrid, el presidente ha conseguido el aterrizaje sin dificultades del titular de Transformación Digital, Óscar López. Un desembarco facilitado por la abrupta caída de Juan Lobato, aislado internamente tras trascender que había llevado al notario los WhatsApps que se había cruzado el 14 de marzo con Pilar Sánchez Acera, entonces jefa de Gabinete de López cuando este era a su vez director de Gabinete de Sánchez.

Lambán podría proyectar a su mano derecha, Mayte Pérez, secretaria provincial de Teruel y actual portavoz parlamentaria

En Aragón, queda la duda de si Alegría tendrá que competir en primarias. El rival más fuerte sería el propio Sánchez Quero, que mide cada uno de sus pasos. Si él no se lanzara, Lambán podría proyectar a su mano derecha, Mayte Pérez, secretaria general en Teruel y portavoz parlamentaria, aunque previsiblemente sus apoyos serían menores, al proceder de la provincia más pequeña —1.100 militantes— y no contar con un cargo institucional. Algunos de los propios lambanistas asumen que Alegría no debería tener muchas dificultades para ganar la contienda, en caso de que finalmente se abrieran las urnas.

Pilar Alegría Continente (La Zaida, Zaragoza, 1977), diplomada en Magisterio, en la especialidad de Educación Primaria por la Universidad de Zaragoza, y máster universitario en Estudios Avanzados en Educación Social por la Complutense, atesora una larga carrera orgánica e institucional. Fue diputada en el Congreso entre 2008 y 2015, consejera de Innovación, Investigación y Universidades de Lambán y diputada autonómica entre 2015 y 2019 y también secretaria de Organización de la federación entre 2014 y 2017. En 2019 fue candidata de los socialistas a la alcaldía de Zaragoza y ganó aquellos comicios, pero la suma de PP, Ciudadanos y Vox la dejó en la oposición y situó al frente del municipio al popular Jorge Azcón, desde hace un año presidente regional. En febrero de 2020 fue nombrada delegada del Gobierno en Aragón y de ahí saltó al Ejecutivo: ministra de Educación y Formación Profesional entre julio de 2021 y noviembre de 2023, y desde entonces sumó a su cartera Deportes y la portavocía del Gobierno. El presidente también le encargó que asumiera la portavocía del PSOE entre julio de 2022 y enero de 2024.

Alegría, de 47 años, fue consejera del Gobierno de Lambán y su secretaria de Organización, y desde 2021 es la titular del Ministerio de Educación

Sánchez la integró en su equipo, por tanto, hace algo más de tres años, pero no siempre estuvieron juntos, en la misma trinchera orgánica. En 2017, de hecho, Alegría ejerció de portavoz de la candidatura de Susana Díaz a la secretaría general del PSOE, aupada por Lambán. Desde 2021, la ministra ha ido ganando protagonismo y fortaleza, y ahora es la mujer que tiene en sus manos recuperar para Ferraz una de las federaciones de más peso. Ella será además, presumiblemente, quien encabece la candidatura socialista a las autonómicas de 2027, para rivalizar con el actual presidente regional, Jorge Azcón. Tiene el encargo de liderar una oposición más combativa que la encarnada por Lambán, tendente a los pactos con el PP y látigo de los independentistas. El nombre de Alegría también sonó en el partido como eventual sustituta de Sánchez cuando él se tomó cinco días de reflexión, el pasado abril.

El secretario general del PSOE de Aragón y expresidente regional, Javier Lambán, atiende a los medios tras la reunión del comité federal del partido, en Ferraz, el pasado 7 de septiembre de 2024. | EUROPA PRESS / CARLOS LUJÁN

Lambán ya ha dado muestras más que numerosas de que no quiere que Alegría aterrice en Aragón. Ha insistido en que no es su "sucesora natural", y el pasado lunes, en una entrevista en El País, aseguró que "es una anomalía institucional que un ministro encabece la oposición a un presidente autonómico". "La compatibilización de esas dos funciones hace 30 años nos hubiera parecido inimaginable —justificó—. Ahora mismo un ministro no es el mejor cartel electoral y me parece difícil no llegar a la conclusión de que lo que realmente se pretende con este desembarco masivo de ministros en las comunidades autónomas es el control orgánico". El expresidente regional, que agota sus últimas semanas de mandato, dice no querer "inmiscuirse" en el proceso congresual, aunque evidencia que no la quiere como heredera al frente del PSOE de Aragón, que ha capitaneado durante casi 13 años. Ahora, son los suyos quienes deberán mover ficha, si quieren disputarle el liderazgo a la ministra.