Pedro Sánchez volvió a insistir ayer en su voluntad de agotar la legislatura, de llevarla a 2027. Para ello, está dispuesto a cruzar en 2025 otro rubicón, el de la "amnistía política" a Carles Puigdemont, aceptando una entrevista con el prófugo de la Justicia para afianzar el apoyo de los 7 diputados de Junts, e intentar sacar adelante los que serían sus primeros Presupuestos Generales del Estado de este mandato. Si no lo consigue, bien puede disolver las Cámaras y llamar a las urnas, que no parece, o ir a una segunda prórroga, aguantar en el Gobierno durante todo 2025, pero para convocar elecciones en 2026, haciéndolas coincidir con las andaluzas, que tocan ese año.

Este es un escenario en el que trabajan no pocas fuerzas políticas, convencidas de que en las actuales circunstancias es improbable llegar al final de meta, incluso con Presupuestos, incluso entre los partidos que le dan sostén parlamentario. La incógnita reside en cuánto está dispuesto a aguantar. En este sentido, las fuentes consultadas creen que Sánchez puede verse tentado a reducir la legislatura algo más de doce meses aprovechando que Juanma Moreno tiene que disolver la cámara regional en el primer semestre de 2026. No es previsible que el barón autonómico popular adelante elecciones. Su cómoda mayoría absoluta le permite gobernar sin contestación, salvo que los sondeos dieran un vuelco y se le pusieran cuesta arriba, lo que hoy por hoy parece difícil.

Preparados para que "Sánchez convoque cuando quiera"

En Génova insisten en el mensaje de que están preparados para que "Sánchez convoque cuando quiera". Incluso el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, ha ido alimentando la idea de que este 2025, será año electoral. Habrá "noticias políticas importantes", dijo en la copa de Navidad con los periodistas. Defendió que el calvario judicial que tienen los socialistas por delante puede animar al jefe del Ejecutivo a "cortar la hemorragia". Pero también saben en las filas populares que si hay Presupuestos, esa previsión electoral no se cumpliría, por lo que se vuelve de nuevo a la hipótesis de una doble consulta.

En el equipo de Moreno Bonilla admiten que ese es un "runrún que nos llega desde hace semanas y es posible que ocurra, pero nosotros a lo nuestro". Recuerdan que falta año y medio para el fin de la legislatura andaluza "y eso es un mundo. Sabe Dios lo que puede ocurrir de aquí a entonces". Sí dicen tener claro que enfrente tendrán a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como adversaria electoral y de hecho, la califican ya de "candidata virtual".

Precisamente, que las de 2026 sean elecciones andaluzas abona aún más una tesis que también mantienen algunos socios de Sumar, como Izquierda Unida, sobre la coincidencia electoral. Creen en este partido que "se unificarán las generales con las andaluzas" y todavía tienen tiempo para intentar reconfigurar el maltrecho espacio de la izquierda del PSOE, con la formación magenta cuestionada internamente y un Podemos que hace la guerra estratégica por su cuenta. Curiosamente, en en Andalucía donde mejor avanza ese proyecto hacia la unidad capitaneado por el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo.

Sánchez necesita levantar la que fue su más potente federación

Sánchez necesita levantar la que fue su más potente federación y granero de voto. Por ello toma cada vez más cuerpo la opción Montero para Andalucía, siguiendo el mismo modelo que otros compañeros de Consejo de ministros que han asumido o asumirán poder orgánico en sus territorios. Es el caso de la valenciana Diana Morant y del madrileño Óscar López. En el caso de Pilar Alegría, Ferraz la quiere en Aragón, pero puede haber candidato alternativo. En suma, podríamos estar ante un ticket electoral Sánchez-Montero.

Los populares andaluces creen que Ferraz forzará al actual líder territorial, Juan Espadas, "a retirarse entre Nochebuena y Nochevieja" para impedirle llegar a las primarias del congreso que los socialistas celebrarán en febrero. "Es posible que entre tanto pongan a un hombre de paja para allanar el camino a Montero", dicen los mismos medios a El Independiente.

Tellado augura "nuevas causas judiciales"

Otra cosa será evaluar el impacto del calendario judicial. Los populares incidieron ayer en la idea de que 2025 "puede traerle más causas judiciales" al presidente del Gobierno, según palabras textuales del portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado. De momento, recordó que el propio Sánchez "se enfrenta a un proceso de responsabilidad civil por acusar públicamente a un ciudadano particular de delinquir. Veremos si todo se queda ahí o sus causas judiciales se irán incrementando durante el año 2025". Aludía al acto de conciliación al que ha sido convocado Sánchez el 12 de febrero por llamar "delincuente" a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien el jefe del Ejecutivo volvió a citar durante la rueda de prensa de balance de la ejecución del año.