Todas las alarmas saltaron el pasado miércoles. Senén Turienzo Llamazares, un joven montañero leonés de 23 años, había iniciado el lunes su ruta por los Picos de Europa entre Bejes y Covadonga, y no había dado señales de vida desde entonces. La última comunicación se produjo ese día desde el refugio Casetón de Andara. Su hermano Andrés, preocupado, puso en alerta a las autoridades. Ahora que lo han encontrado, pide "tranquilidad", pues aún están pendientes de conocer el parte médico exacto del Hospital Universitario Central de Asturias, adonde fue trasladado en helicóptero.

El dispositivo de búsqueda agrupó a treinta profesionales de emergencias de Cantabria y Asturias, del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, helicópteros de las dos comunidades y el instituto armado, así como por las unidades de drones y canina del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).

Tal y como desvela hoy El Diario Montañés, Senén se cayó y se fracturó los brazos, pero pudo sobrevivir durmiendo en su saco de dormir en un hueco entre las rocas y la nieve. También presentaba un traumatismo craneoencefálico y síntomas leves de hipotermia. El Diario de León cuenta que partió sin el equipo adecuado para las condiciones de la zona. No llevaba ni piolet ni crampones, e ignoró las advertencias de un guarda local que le aconsejó no continuar.

Fue encontrado gracias a sus gritos. Miembros del SEPA estaban rastreando el sector que discurre entre el Refugio del Urriellu y Horcada de Caín, en el Macizo Oriental, cuando escucharon a alguien pidiendo auxilio. Las voces procedían de la zona del Jou de los Boches, en el concejo de Cabrales.

Tras comprobar que era Senén, que estaba en pie pidiendo auxilio, le atendieron y estabilizaron antes de subirle al helicóptero. Llegó al hospital a las 15:30 tras cuatro días desaparecido en una de las zonas más inaccesibles de España, donde las temperaturas caen por la noche y la climatología suele ser adversa. Un milagro.

Polémica con la UME

El jueves, el Gobierno de Cantabria pidió la incorporación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) a las tareas de rescate del montañero en los Picos de Europa, petición que fue denegada por la Delegación del Gobierno en la comunidad porque en ese momento, basándose en un informe de la Guardia Civil, había "efectivos suficientes y posibilidad de ampliarlos".

La consejera de Presidencia del Ejecutivo cántabro, Isabel Urrutia, calificó esta decisión como "un palo tremendo. Me sorprende y me cabrea y mucho", afirmando que "nunca se ha denegado que la UME, que está especializada en montaña, que conoce el terreno, pudiera acudir a nuestra comunidad autónoma". Comparó la situación con la vivida en junio durante el rescate de dos espeleleólogos perdidos en una cueva de Soba en junio. "Allí apareció la UME entera", aseguró, pese a que el espacio era "mucho más reducido, sabíamos por dónde teníamos que entrar y por dónde podíamos salir".

"En esta zona, de amplísima magnitud y de una situación meteorológica tremenda, es mucho más difícil y por eso necesitamos mucho más medios. La que tiene que explicar por qué dice que no, ahora, cuando hace seis meses dijo que sí a ayudar en una cueva, es la delegada del Gobierno", subrayó Urrutia. Finalmente, el montañero fue encontrado a pesar de que no se desplegó a la UME.