Las entradas irregulares de personas en España han registrado en 2024 su cifra más alta de los últimos seis años. El dato del Ministerio del Interior hasta el 15 de diciembre recoge 60.216 (14,5% más que en 2023 en estas mismas fechas), un número que aumentará en los próximos días cuando se contabilicen las llegadas de las dos semanas finales del 2024. Por tanto, es más que plausible que se superen las 64.298 entradas del 2018, año que hasta hoy ostenta el récord.
Las Islas Canarias aglutinan la mayor parte de ellas. De estas 60.216 personas, allí han arribado 43.737 (el 72%) mientras que las 13.952 restantes entraron a través de las Islas Baleares y del resto de la península. Si ya la cifra total registrada en el conjunto del país en 2023 (56.852) supuso un incremento significativo, la de este año la supera. Y lo hace, precisamente, por la situación que se está viviendo en las costas canarias, que llevan 16 meses recibiendo cayucos de forma incesante, poniendo a la Comunidad Autónoma en una situación límite y provocando que ésta sea uno de los mayores puntos de fricción que hay entre el Gobierno y la oposición.
Ayer, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, acusó al Ejecutivo y al Partido Popular de ser "cómplices" de una situación sin precedentes, y volvió a subrayar la incapacidad del Gobierno autonómico para atender a los 5.830 menores extranjeros no acompañados que ahora mismo hay bajo la tutela del archipiélago.
Este goteo constante de embarcaciones provenientes de África es consecuencia, principalmente, de la inestabilidad política y social que atraviesa el Sahel, que ha provocado que en el último año y medio miles de personas hayan buscado salir de sus países de origen en busca de un futuro digno que, allí, no tienen opción de encontrar. Para ello, se embarcan en una travesía muy peligrosa, que, de media y dependiendo de las condiciones del mar y del lugar de salida, puede durar una semana, o incluso más.
"No podemos abstraernos a la realidad de estas personas", indican a El Independiente desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR): "Se aventuran a una ruta marítima dramática y con un nivel de riesgo muy alto. En sus países de origen viven situaciones de empobrecimiento extremo, falta de horizonte vital y convulsiones sociales y políticas". También señalan la degradación ambiental como un factor que, cada vez más, provoca que traten de escapar.
Inestabilidad sociopolítica en el Sahel
La mayor parte de la gente que ha entrado irregularmente a España en 2024 proviene de Mali, un país que se encuentra en una situación crítica, controlado por una junta militar que en abril de este año suspendió todos los partidos políticos. Después, les siguen personas provenientes de Senegal, Argelia, Marruecos y Guinea. No obstante, desde CEAR explican que las previsiones calculaban más llegadas en la última parte del año a las Islas Canarias de las que finalmente se han registrado: "La Ruta Canaria lleva 30 años activa, es estable, estructural, se encuentra con una altísima intensidad".
En lo que respecta a las salidas, la clave está en la frontera de Mauritania, país al que Pedro Sánchez se desplazó en febrero junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una visita en la que se comprometieron a destinar una ayuda de más de 500 millones de euros para fomentar el progreso y la lucha contra la inmigración ilegal. Sánchez volvió en agosto y, junto a su homólogo, Mohamed Uld Ghazuani, defendió la inmigración como "una necesidad que implica ciertos problemas" para los que hay que buscar soluciones.
Uno de los factores que provoca que la Ruta Canaria se encuentre en este punto de ebullición es la securitización y el blindaje de otras rutas de acceso a Europa, como la del Mediterraneo Central o Mediterráneo Este. Los datos de Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) indican que, en 2024, las llegadas se han reducido drásticamente en la ruta central. Mientras que en 2023 llegaron a Europa 157.479 personas, este año, hasta noviembre, lo han hecho 62.034, un 60% menos. "Son vasos comunicantes", afirman desde CEAR.
El cierre o la dificultad de llegar a terreno europeo a través de una de ellas provoca desplazamientos para intentar acceder a través de otra. Este bloqueo se debe, en buena medida, a las políticas migratorias que está aplicando en Italia el Gobierno de Georgia Meloni, y que Alberto Núñez Feijóo ha pedido emular en España para frenar las entradas irregulares.
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2 Comentarios
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hace 2 días
Pero con ellos crecemos, aunque el nivel y la calidad de ese crecimiento sea a la vez de expansión de la pobreza y la desigualdad.
El problema es que con todo ello se va creando un conflicto social enorme, que paradojas de la vida lo acrecienta un gobierno que se califica progresista.
hace 3 días
Seguro que Casimiro García Abadillo invita a unos cuantos inmigrantes a cenar en su casa en Nochevieja y además les lava los pies. Hay que ser solidario y no sólo de boquilla.
Pretenden que nos creamos que unos cayucos pueden atravesar el océano hasta llegar a las costas españolas por sus propios medios. Venga ya, los llevan por el mar barcos-nodriza, que luego avisan a la oenejetas para que «casualmente» los encuentren. Y para más inri, siempre se desplazan hombres fuertes en edad militar. Es una invasión y el fracasado buenismo de «¡pobrecitos, que vengan todos!» no hace más que empeorar el problema.