Las delegadas del Gobierno en Ceuta y Melilla han iniciado 2025 arremetiendo contra las medios de comunicación tras anunciar la apertura de las aduanas "en las próximas semanas". Tras dos años de continuados retrasos sobre la fecha prevista, Moncloa ha aceptado las condiciones fijadas por Marruecos para la reapertura de la de Melilla y la creación de Ceuta y desencallar así el que era el principal hito del histórico cambio de posición del Ejecutivo español en el contencioso del Sáhara Occidental.

Ambas delegadas han comunicado en los últimos días la nueva realidad de las aduanas de mínimos a los empresarios de ambas ciudades autónomas. "La máxima responsable del Gobierno de España en nuestra ciudad ha resaltado que se trata de un trabajo bidireccional, no es que Marruecos ponga unas normas y España las acate”, ha señalado la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, al paso de las informaciones publicadas en la prensa local. “Ese mensaje, por más que se repita, no es real”, asegura.

No es que Marruecos ponga unas normas y España las acate

La amordazada prensa marroquí ha celebrado, en cambio, lo que consideran una nueva victoria del régimen alauí tras dos años en los que Rabat atribuyó a "cuestiones técnicas" su bloqueo de la reapertura, jalonada de pruebas a uno y otro lado de la frontera. Según el país vecino, Marruecos podrá exportar frutas, verduras, pescado y áridos a Melilla. A cambio, solo podrán acceder a territorio marroquí las mercancías consideradas interesantes por el reino. Se impone, además, el requisito de que sean productos fabricados en Melilla, lo que -según el presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda- reduce a cero el listado.

Negativa a proporcionar detalles del acuerdo

Fuentes oficiales españolas han rehusado proporcionar a El Independiente detalles del acuerdo alcanzado alegando que "las negociaciones sobre la aduana comercial se llevan directamente entre el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y el de Marruecos". Señalan que son "conversaciones a alto nivel desde hace muchísimo tiempo" y aseguran que la aduana "está cada vez más cerca" sin precisar en qué condiciones.

Los empresarios y comerciantes melillenses han recibido con decepción las condiciones trasladadas por el Gobierno central. Para el presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Enrique Alcoba, "lo que no puede ser es que Marruecos pueda traer sus productos y Melilla nada”. "Para estar en esta situación es mejor que la frontera esté cerrada en las dos direcciones”. Desde la ciudad autónoma se denuncia, además, la falta de infraestructuras para inspeccionar las frutas y verduras marroquíes. Marruecos habría logrado sellar un acuerdo aduanero que responde a las demandas de sus autoridades.

De confirmarse los detalles de esta aduana de mínimo, el representante de los empresarios de Melilla ha avanzado su oposición. “Lógicamente, si esto es así, que va a permitir Marruecos que se pase todo lo que se quiera –fundamentalmente pescado, frutas y verduras- a Melilla y no va a permitir nada en el otro sentido, estamos totalmente en contra. Nos llevamos pronunciando desde hace tiempo en ese sentido”. “Algo tendrá que decir el Gobierno de España para defender los intereses de Melilla y Ceuta, porque no se puede poner la cara todo el tiempo”, ha concluido en declaraciones a medios locales.

Para tratar de calmar las aguas, la delegada del gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, ha pedido "paciencia". "Nadie puede olvidar que para lograr el hito de conseguir una aduana comercial para Ceuta intervienen dos países que están reforzando su unión de forma histórica y que hay muchos ministerios implicados. Pido paciencia porque lo verdaderamente importante es que finalmente, tal y como anunció el Presidente del Gobierno Pedro Sanchez, se va a garantizar la plena normalización de la circulación de personas y mercancías, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero", ha insistido sin proporcionar información precisa del acuerdo alcanzado.

"Normalización en fases"

"En contraposición con Melilla, que ya contaba con una aduana comercial, la apertura de la misma en Ceuta supone un reto logístico complejo en el que intervienen muchos actores", ha argumentado tras celebrar “el magnífico ambiente de trabajo existente con el país vecino que se nos traslada desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, desde donde se coordinan todas las actuaciones”.

Desde la delegación del Gobierno en Melilla se subraya que “el objetivo es conseguir la plena normalización a través de una serie de fases, no existe ningún tipo de imposición”. “Llevamos trabajando desde 2018 para que se pueda reabrir la aduana comercial de manera progresiva”, recalca quien insiste en que “no estamos hablando de una batalla sino de un trabajo coordinado, de intentar mantener las mejores relaciones posibles con un país con el que somos vecinos y no podemos negar esa realidad”.

La nueva hoja de ruta de las relaciones hispano-marroquíes tenía como principal objetivo garantizar la seguridad y evitar la asfixia económica que sufren las ciudades autónomas, especialmente alarmante desde la crisis sanitaria del Covid-19. 

El fin de la crisis diplomática se debía traducir, según Moncloa, en la reapertura de la aduana de Melilla -cerrada unilateralmente por Rabat en 2018- y la creación de una nueva en Ceuta. A pesar de las repetidas expectativas del Ejecutivo de Sánchez de que fuera una realidad a principios de 2023, el hecho no se ha consumado entre declaraciones de un alto cargo alauí cuestionando la viabilidad geográfica de la aduana. Ahora, las informaciones trasladas al Gobierno a comerciantes y empresarios de ambas ciudades autónomas abonan la incertidumbre.