Juan Chicharro recibe en la sede de la Fundación Francisco Franco la víspera de Nochebuena. Son fechas casi inhábiles, pero este general retirado, que en los 90 ejerció como ayudante de campo del rey Juan Carlos durante cuatro años y llegó a ser comandante general de la Infantería de Marina entre 2006 y 2010, año de su retiro, atiende a El Independiente de buena gana. La Fundación que preside desde 2018 ha decidido pasar al "contraataque" frente a la pretensión del Gobierno de ilegalizarla en este 2025, insospechado Año Franco planeado en torno al 50 aniversario de la muerte del dictador. No solo defenderán su derecho a existir como entidad, sino que están preparando una serie de actos para contrarrestar el programa conmemorativo que el próximo día 8 presentará el presidente Sánchez –finalmente sin el rey– en el Museo Reina Sofía.

Junto a la pretendida expulsión de los benedictinos de la abadía del Valle de los Caídos, la disolución de esta organización, creada en 1976 para "difundir y promover el estudio y conocimiento sobre la vida, el pensamiento, el legado y la obra de Francisco Franco Bahamonde", según sus estatutos, es el otro gran objetivo de Moncloa para honrar la memoria democrática o, según sus críticos, distraer a la ciudadanía de los problemas reales del país y del Gobierno. Esta es, cómo no, la tesis de Chicharro.

"Se trata de desviar la atención de la opinión pública hacia asuntos marginales", asegura sentado a la mesa de su despacho, rodeado de memorabilia franquista y retratos del Caudillo donados por simpatizantes o pertenecientes al legado cedido en custodia por la familia Franco. "Es una vieja táctica política y sobre todo marxista. Yo creo que esa es su intención. De Franco no se hablaba nada, esto es relativamente reciente. Pero ahora Franco está en la calle todos los días y a todas horas, está más vivo que nunca. Ya veremos qué es lo que sucede, pero en mi opinión le va a salir [a Sánchez] el tiro por la culata, porque estamos notando ya desde hace tiempo un interés creciente de la juventud" por la figura de Franco.

Pregunta.- La ilegalización de la fundación que usted preside es una de las prioridades del Gobierno en este año 2025.

Respuesta.- No nos extraña en absoluto, porque de hecho ya llevan mucho tiempo diciéndolo y anunciándolo; desde que se promulgó la Ley de Memoria Histórica, la de Zapatero, en 2007, luego ampliada por la Ley de Memoria Democrática. Lo que sí nos ha extrañado realmente es la patochada esta que se le ha ocurrido al señor Sánchez de hacer cien eventos dedicados a denigrar la figura de Franco recordando los 50 años de su muerte.

P.- El pasado mes de octubre, el Congreso aprobó con el único voto en contra de Vox una modificación de la ley orgánica de 2002 que regula el derecho de asociación y que parece hecha ad hoc para la disolución de esta fundación.

R.- Esa reciente proposición de ley relacionada con la ilegalización de asociaciones se basa en un artículo de la Ley de Memoria Democrática. Pero es que la Ley de Memoria Democrática está recurrida ante el Tribunal Constitucional. Y en nuestra opinión, no la mía, sino la de eminentes juristas, se trata de una ley absolutamente inconstitucional. Y si está recurrida yo no acabo de entender cómo se pueden hacer estas cosas. Ojalá aquí ocurriera como Francia, que cuando se recurre una ley su tribunal de garantías [el Consejo Constitucional] tiene seis meses para decidir al respecto. Aquí ese recurso de inconstitucionalidad está en un cajón. Y realmente lo que está en juego, en mi opinión, y los españoles deberían darse cuenta de ello, no es la fundación, que al fin y al cabo no es más que una institución pequeña que se dedica o intenta dedicarse a la historia. Lo que está juego es la libertad. La libertad de expresión, de pensamiento, de opinión y de cátedra que se plasma en la Constitución española.

"Mientras en España perviva el Estado de derecho, la ilegalización de la Fundación es imposible"

"A uno le podrá gustar o no Franco, yo eso lo entiendo perfectamente", continúa Chicharro, vigilado por un retrato del Caudillo pintado por Juan Antonio Morales, "pero que me nieguen a mí el derecho a opinar lo que yo quiera mientras no incurra en humillación a las víctimas o incitación al odio o a la violencia, cosas que no hacemos de ninguna de las maneras, pues mire usted, es simplemente un atentado a la libertad. Hay muchas fundaciones parecidas a esta, Sabino Arana (un supremacista), Largo Caballero, Negrín, Federico Engels, marxistas todas, que por cierto reciben sustanciosas subvenciones públicas [las únicas que recibió la Fundación Francisco Franco fue durante cuatro ejercicios a comienzos de siglo, en la segunda legislatura de Aznar, para la digitalización de su valioso fondo documental]. Resulta que unos sí y otros no. Que no me vengan con cuentos. Lo único que hay aquí es un intento de borrar la historia camino de la dictadura del pensamiento único".

El presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro, durante la conversación con El Independiente, bajo un retrato de Franco obra de Juan Antonio Morales.
Juan Chicharro durante la conversación con El Independiente, bajo un retrato de Franco obra de Juan Antonio Morales. | Israel Cánovas

P.- La proposición de ley de octubre indica que "será causa de disolución" la realización de actividades que constituyan "apología del franquismo, bien ensalzando el golpe de Estado de 1936 o la dictadura posterior o bien enalteciendo a sus dirigentes". ¿La fundación hace apología del franquismo?

R.- Claro que hacemos apología del franquismo. Por supuesto. No le quepa la menor duda, si hacer apología es que los españoles sepan, por ejemplo, qué pasó entre 1939 y 1975. España, al acabar la guerra, era una nación pobre, mísera y con un grado de analfabetismo impresionante. Cuando murió Franco, España era la novena potencia industrial del mundo. Se había creado una clase media inexistente hasta ese momento, que fue la que posibilitó luego que se produjera la Transición. ¿Eso es hacer apología del franquismo? ¿Es hacer apología del franquismo decir que Franco creó la seguridad social, que se construyeron seis millones de viviendas sociales? Claro que lo es. Que conste que nosotros no intentamos ni propiciamos de ninguna de las maneras el restablecimiento de un sistema como el régimen de Franco, porque es absolutamente imposible en los tiempos que corren hoy, pero sí desde luego reconocer la gran obra social de la época de Franco, que es probablemente la mayor transformación socioeconómica de toda la historia de España, fíjese lo que le digo. 

P.- ¿Cuál es la posición de la fundación respecto a los aspectos más siniestros del régimen, como la falta de libertades o la represión?

R.- No hay guerra en el mundo, y menos una guerra civil, después de la cual los vencedores no propicien una cierta represión. En España existió, eso no se puede negar. Hubo unos 50.000 procesados, muchos de los cuales fueron condenados a muerte, es cierto. Todo eso está documentado, se puede acudir a los archivos históricos, y si ven los procesos legales por los cuales se fusiló a gente se queda usted asombrado porque la gran mayoría eran asesinos. Hubo una represión, sí, pero fue mínima en comparación con la que hubo en Francia con los partidos del régimen de Vichy, y ni le cuento en los países comunistas. La represión indiscriminada, que también se produjo, evidentemente, sobre todo en los pueblos pequeños, fue cortada por lo sano por Franco desde el primer momento. Está documentado. Hay libros, uno muy reciente escrito por Miguel Platón, donde viene perfectamente estipulado cuál fue la entidad de esa represión que no es ni mucho menos, ni de lejos, todo lo que se cuenta.

(El libro de Miguel Platón citado por Chicharro, La represión de la posguerra (Actas, 2023), ha sido criticado por numerosos estudiosos de la represión franquista. Para uno de los más rigurosos, el profesor de la Complutense Gutmaro Gómez Bravo, su uso de las fuentes "es deontológicamente como mínimo discutible", deja fuera del cómputo el grueso de la represión –"especialmente la que correspondió a la Auditoria de Guerra de las tres grandes ciudades republicanas: Barcelona, Valencia y Madrid"– y malinterpreta una orden de Franco de mayo de 1940 para acelerar la conmutación de penas que "en realidad lo que hizo fue acelerar el cumplimiento de las sentencias de muerte". Perpetúa, en fin, "la versión oficial de la dictadura por la que solo habrían sido juzgados aquellos con las manos manchadas de sangre".)

P.- ¿Qué escenarios se plantean en caso de que efectivamente se curse causa de disolución para la Fundación?

R.- Pues mire, realmente no contemplamos la ilegalización, así de claro. Porque mientras en España perviva el Estado de derecho es absolutamente imposible. La propia Ley de Memoria Democrática, cuando se refiere a la extinción o ilegalización de fundaciones, habla de aquellas que no atiendan al interés general de los españoles. El Gobierno, muy en su línea de imponer una dictadura de pensamiento único, le dice a los españoles qué es de interés general. Pero, añade, siempre que concurran al mismo tiempo humillación, menosprecio, incitación al odio y a la violencia. Va todo unido. Esa segunda parte no la cumplimos, así que estamos muy tranquilos.

Pero pongámonos en el peor de los casos, es decir, que este Gobierno, que está gobernando por decreto ley, como en una dictadura, saca un decreto ley que nos ilegalice. Nosotros, evidentemente, empezaríamos todo un proceso legal de recurrir para llegar hasta donde hubiera que llegar. Pero si a pesar de todo no lográramos impedir que se ilegalizara la fundación, si cree el Gobierno que vamos a dejar de hacer lo que estamos haciendo, que se olvide, porque vamos a seguir haciéndolo. No sé de qué manera, pero vamos a seguir. Mire, tenemos propuestas incluso para establecernos fuera de España. Pero vamos a seguir donde estamos porque yo estoy absolutamente convencido de que mientras en España perviva el Estado de derecho no podrán con nosotros.

"El primer 'socialista' fue Franco"

En la sede madrileña de la fundación hay seis personas. Tres administrativas, un secretario, un general que se ocupa de las delegaciones territoriales y el propio Chicharro. "En 46 provincias hay un delegado con un pequeño staff que hace lo mismo que nosotros en su ámbito", explica su presidente. "Algunas son muy fuertes, como las de Valencia, Toledo, Málaga, o Coruña-Ferrol, otras son más pequeñitas. En Barcelona, por ejemplo, tenemos mucha gente, aunque es más virtual que otra cosa, porque alguna vez han querido buscarnos, pero funciona bien".

Chicharro, que ha sido un militar de la democracia –"mi despacho está firmado por Franco todavía, en el 74, pero yo he sido militar de la Transición y del sistema que ha venido después y he vivido y convivido perfectamente, hasta el final"–, se afilió a la fundación en 2010, cuando pasó a la reserva –"antes no podía"–. En 2018 le ofrecieron asumir la presidencia. Y aunque en un principio dudó, terminó aceptando porque pensó que sería un desempeño tranquilo. "Yo no me esperaba todo lo que iba a venir después. Nos vimos embebidos en el tema de la profanación de la tumba", la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos en 2019, "y ahora con los intentos de ilegalización".

Asegura que ni él ni la fundación tienen vocación política –"nosotros tenemos unos estatutos y nos ceñimos a ellos"–, aunque ha tenido propuestas. "Y las he rechazado todas porque, le voy a ser sincero, a mí la política me da asco. Por una razón muy sencilla, porque los políticos hoy dicen verde y mañana azul, cambian de chaqueta, y yo no soy de esos, en mi ADN militar no cabe eso. Otra cosa es que coincidamos con los postulados de determinados partidos. Que se llevaría usted una sorpresa, porque, por ejemplo, en el aspecto digamos ideológico, ético, moral, pues sí estamos cercanos a partidos de la derecha, pero en aspectos socioeconómicos estamos mucho más próximos a postulados de izquierdas que de derechas, entendiendo la derecha como el gran capital. El primer socialista, entre comillas, fue Franco. Y su gran labor social es algo que algún día acabará imponiéndose, en cuanto los historiadores puedan escribir lejos de veleidades ideológicas del momento o de presiones".

"Esto es acción reacción"

La fundación mantiene abierta su biblioteca y su archivo a todo aquel que desee consultarlos. "Como dicen que Franco no tenía relaciones internacionales, hemos puesto a mala uva fotos con Nasser, con Eisenhower, con Adenauer, con De Gaulle, Reagan, los astronautas, Mohamed V, que venían a verle, ¿eh?", dice Chicharro mientras muestra la pequeña sala para investigadores.

Franco estadista: las fotografías con mandatarios internacionales decoran la sala de investigadores de la fundación.
Franco estadista: las fotografías con mandatarios internacionales decoran la sala de investigadores de la fundación. | Israel Cánovas

El presidente de la Fundación Franco rechaza que al franquismo se le pueda aplicar una política de memoria equivalente a la que se impuso desde la posguerra mundial a regímenes como el nazismo. "No tiene nada que ver, aunque a los comunistas les encantan esas equiparaciones, pero cualquier comparación con el nazismo cae por su propio peso. Hitler era ateo, Franco era católico ferviente. Hitler se dedicó a matar a judíos a mansalva y Franco salvó a casi 100.000 judíos, aunque algunos se lo quieran atribuir a sus embajadores".

P.- Antes, todavía en los años 80, la conmemoración de la muerte de Franco era un momento temible del año. Ahora este 2025 se plantea como un gran 20-N pero a la inversa.

R.- Todo esto que estamos viendo me parece absolutamente surrealista. Volver ahora en el año 2025 a una España del año 36, volver a los mismos fantasmas del pasado, intentar dividir y enfrentar a los españoles, que es lo que está haciendo el señor Sánchez y su partido, a mí, vuelvo a decirlo, me parece surrealista. Parece mentira que a estas alturas estén intentando que los españoles volvamos a odios y rencillas ya olvidados y superados, porque lo estaban, se lo aseguro. Aquí hace 20 años no se hablaba de esto. Ahora le ha gustado esto al señor Sánchez porque le viene bien. Porque mientras se habla de estas cosas no se habla ni de su hermano, ni de su mujer, ni del fiscal general del Estado, que van a acabar todos en chirona. 

Máscara mortuoria del dictador custodiada en la sede de la Fundación Francisco Franco en Madrid.
Máscara mortuoria del dictador custodiada en la sede de la Fundación Francisco Franco en Madrid. | Israel Cánovas

P.- Teniendo en cuenta que la causa contra la fundación, según ustedes, es un ataque contra el Estado de derecho y las libertades, ¿han encontrado aliados entre personas que no sean precisamente afines a la causa franquista?

R.- Mucha gente. Mire, el señor Sánchez ha dicho que va a hacer 100 eventos. Bueno, pues nosotros vamos a hacer el contraataque. No sé si seremos capaces de hacer 100, pero vamos a hacer mensualmente o dos veces al mes diferentes actos con la idea contraria precisamente a la suya. Serán actos de tipo cultural, intelectual, y estamos encontrando mucha gente antifranquista que está dispuesta a cooperar y a contar la verdad. No me atrevo a dar nombres, porque a lo mejor no les gusta, pero hay gente que se quedaría usted sorprendido de quiénes son que está dispuesta a colaborar con nosotros.

P.- No sé si están notando un aumento del apoyo a la fundación, o la adhesión de nuevos simpatizantes.

R.- Las dos cosas. Recientemente hicimos un crowdfunding, como lo llaman ahora, y sacamos un montón de dinero. En la última misa funeral que hicimos en Madrid no cabía un alfiler, vinieron tres veces más que el año pasado. Y a la cena anual en la Masía de José Luis vinieron 400 personas. Y no era barato, 70 euros por cabeza. Este año, que lo vamos a hacer el 20 de noviembre, estamos buscando un sitio para 1.000 personas. Con la juventud está pasando algo parecido. Hay un grupo que trabaja muchísimo con nosotros que se llama Luz de Trento. Gente muy sana, son majísimos.

P.- Gente de orden.

R.- Bien dicho, gente de orden. Pero luego hay otros grupúsculos por ahí que son diferentes. En Valladolid ha surgido uno, Núcleo Nacional… Estos ya son cabezas rapadas, van con antorchas, muy franquistas, pero que no tienen nada que ver con Franco. Yo les digo que están equivocados. Pero esto es acción y reacción, y el día menos pensado se organizan.