Ángela Cremonte tiene 39 años, nació en Madrid y con sus ojos azules y pelo rubio es la definición de la belleza tradicional europea. Todos esos atributos físicos podrían compararse con los de Taylor Swift, la cantante más popular del 2023, y a quien pone voz en el audiolibro Taylor Swift: En primera persona, de Audible. Una es actriz, la otra es música. Una estadounidense y la otra española. Aunque sus experiencias sean muy diferentes, hay mucho más que las une. Lo primero es, sin duda, las vivencias como mujer.
"Nos la quieren vender como una Barbie y es una mujer inteligentísima y muy valiente", dice Ángela Cremonte en conversación telefónica con este periódico. Sabe de lo que habla, ha narrado el audiolibro Taylor Swift: En primera persona, en donde se repasan sus declaraciones a lo largo de su carrera. Es decir, en este caso la actriz que ha dado vida a personajes como Amaia en Los hombres de Paco, a Elisa en Las chicas del cable o a Rocío en la Venus de Jaume Balagueró, tenía que probar algo nuevo. Esta vez las historias llegan en forma de confesiones recortadas, recopiladas por Helena Hunt, pero que reflejan todo lo que una estrella como la cantante ha podido llegar a sentir.
"Taylor Swift es una activista de la verdad"
"Leer sus declaraciones es casi meterse en sus genes, conocerla realmente", dice Ángela, que tenía otro concepto de Taylor Swift antes de leer el texto. Aunque hace algunos años había visto el documental Miss Americana (Netflix, 2020), por lo que ya se había dado cuenta de que había más detrás del éxito comercial de una estrella del pop. "La más conocida es la más comercial pero a mí me atraen más sus últimos trabajos, ella es una activista de la verdad", admite la intérprete.
Sus letras hablan de sus experiencias y, a la vez, consiguen transmitir una verdad universal. "El último álbum me tira para abajo pero me encanta porque me parece una poeta", confiesa Ángela Cremonte, que pone a Lover, August y Willow como sus tres canciones favoritas. Es decir, esa Taylor Swift madura, escapista, indie y que duele tanto como ama. Ante la pregunta de quién de sus personajes le recuerda más a la cantante, la actriz se da cuenta de que ninguno. "Lo que me viene a la mente son mis abuelas", admite tras un momento de reflexión. "Ser mujer ya es un acto heroico y ser abuela más, más aún en esa época", explica.
Señala que la vida a la que se han tenido que enfrentar nuestras abuelas de criar hijos, cuidar la casa, hacer la comida y enfrentarse al día a día de sostener un hogar no es fácil para nadie. "El discurso que posiblemente les hubiera gustado pronunciar a mis abuelas lo dice ella [Taylor Swift] en público", comenta Ángela.
Las mujeres y las víctimas
La conversación sobre Taylor Swift lleva a hablar sobre las víctimas. La propia cantante ha sido, en más de una ocasión, la protagonista de escándalos en donde quien salía perdiendo era ella. No solo con cada una de sus rupturas, en donde la pintaban de pobrecita por no poder mantener a los hombres consigo. También cuando un presentador de un programa de radio la tocó inapropiadamente o cuando Kanye West creó una figura de cera de su cuerpo desnudo.
Parte de toda esas historias fueron necesarias para que Ángela se preparara para el personaje. "Me pasaron el texto antes, me puse la música y me volví a ver el documental", explica. "E intenté dejarme poseer", confiesa, señalando que la cantante tiene una personalidad muy especial. "No hay mujeres tan poderosas en televisión", confiesa, repasando su propio recorrido.
"A las víctimas no se las ve como mujeres normales porque la tele es un poco reduccionista", explica. Se refiere a que, a menudo, se considera que para que una mujer haya sido víctima tiene que ser una pobre alma en pena que necesita ayuda para todo. "Hasta Beyoncé puede ser una víctima, pero yo tengo un problema con la víctima princesa, con la de Disney", confiesa. "Anda que no hay que tenerlos octogonales para hacer lo que ha hecho Gisèle Pelicot", reclama.
Explica que en la serie Mentiras, en donde trabajó con Javier Rey, daba vida a una mujer "profesional e independiente que gana su dinero" a quien, por circunstancias de la vida, "le sucede algo que la hiere". Personajes así, complejos, con capas y con los que las personas normales pueden identificarse, son los que más le interesan. Poniendo a Reese Witherspoon como ejemplo, ¿cree que los personajes de los hombres también resultan reduccionistas? Aunque dice que por su experiencia no lo conoce, piensa que sí. "Intuyo que también, hacia ese estereotipo de macho alfa", revela.
Las mujeres como fuente de inspiración
El tema de la maternidad sale varias veces en la conversación porque Ángela ha sido madre hace dos años y ha marcado un antes y un después. Aunque admite que tiene ayuda en su pareja, no puede evitar quejarse de cómo está organizado el mundo para dificultar este proceso. "Hay que distinguir mucho entre maternar [parir, dar el pecho, cuidar del bebé] y todo lo que se nos ha endosado que es cuidar de la casa, hacer las comidas, matricular en el colegio, poner vacunas… y todo gratis", explica. Son tareas que la mujer asume a menudo sola, porque "muchos padres están trabajando fuera partiéndose el lomo diez o doce horas". "Es como si el proceso estuviera diseñado para que nos hundamos todos", confiesa.
Escuchando hablar a Ángela es evidente que su mente vuela alto y sus ideas van más allá de lo superficial. Ante la pregunta de hacia dónde quiere que vaya su carrera, la actriz se sorprende porque no está acostumbrada a que la cuestión esté formulada así. "Me preguntan más cuál es mi próximo proyecto", admite. Sin embargo, resulta interesante para una mujer como ella saber cuáles son sus siguientes pasos a gran escala. Sobre todo porque ya ha escrito un libro, Todos mienten a la noche, y desvela en conversación con este periódico que está preparando el siguiente.
"Me gustaría que fuera hacía un lugar donde yo controle más el contenido que interpreto", confiesa la actriz. Sobre todo porque se confiesa cansada de hacer siempre los mismos papeles de víctima. "Quiero llevar mi carrera hacia la escritura también", explica. ¿Y qué inspira a Ángela Cremonte? "Me inspiran las mujeres, las madres, la inmigración, los padres que hacen de madre", confiesa. Además, hay algo que le quita el sueño: "Me tiene obsesionada cómo está montado el sistema para que estemos en la rueda de hámster", cuenta. "Si las madres o las abuelas dejamos de cuidar se va todo al carajo", indica, señalando que los niños son nuestro futuro, quien pagará nuestras pensiones. "No sé cómo no estamos quemando contenedores", explica, medio en broma medio en serio.
Su apoyo a Cristina Pedroche
Unas declaraciones que recuerdan especialmente a las que pronunció Cristina Pedroche en las Campanadas de Antena 3. Aunque admite que no vio el fin de año con ella, Ángela dice que siempre que oye a la presentadora hablar de la maternidad "asiente con la cabeza". "Que el traje esté hecho de leche materna me parece lo más", cuenta. Porque a su parecer, las mujeres están escondidas una vez son madres.
"La maternidad está escondida, nos alejan, nos ponen en cuartos de lactancia: y yo siempre digo que no doy el pecho en un cuarto de lactancia por militancia", revela Ángela. "Estamos escondidas en espacios para niños", explica, como si en el momento en el que las mujeres son madres tengan que ser apartadas hasta que puedan volver a ser productivas.
De repente, nos damos cuenta de que el audiolibro de Taylor Swift se nos ha alejado de la conversación, terriblemente interesante. ¿Quiere ser madre la cantante? Posiblemente, ella ha hablado de cómo sería si algún día lo fuera. Pero es otro debate pensar en por qué una mujer que lo tiene todo, como es la intérprete de New Year's Day, no ha tenido hijos con 35 años. Toca escucharlo para ver si desciframos un poco más de esta estrella que es, como dice Ángela, una "activista de la verdad".
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