Algunos de los periodistas beneficiados con el indulto de Mohamed VI el pasado julio se enfrentan a “una campaña sin precedentes”. Es la denuncia que ha lanzado el Foro Marroquí de Apoyo a los Presos Políticos apenas unos días después de que El Independiente publicara una carta remitida por el reportero marroquí Suleimán Raisuni en la que reconoce ser víctimas de “campañas de difamación por parte de medios de comunicación dirigidos por altos cargos de los servicios de inteligencia marroquíes”.

La publicación de la misiva por este diario provocó nuevos ataques contra el periodista. El Foro Marroquí de Apoyo a los Presos Políticos confirma ahora su testimonios y amplía la persecución a otros defensores de derechos humanos y periodistas locales. Se trata, lamentan, de “un recrudecimiento de las campañas de difamación a niveles sin precedentes”.

“Estas prácticas constituyen una violación flagrante de las leyes de represión de la delincuencia electrónica y tienen como blanco a los defensores de los derechos humanos, los periodistas independientes y sus familias”, detalla el comunicado del foro. “Entre las víctimas se encuentran el presidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, Aziz Ghali, el periodista Taoufik Bouachrine y su esposa Asmaa Moussaoui, el periodista Soulaimane Raissouni y su esposa Khouloud Mokhtari, el periodista Hamid El Mahdaoui y su esposa Bouchra El Khounchafi, y el activista de derechos humanos Afaf Bernani”.

Insultos, ataques al honor y calumnias

Según la organización, las campañas que padecen “adoptan la forma de acusaciones de traición, insultos, calumnias, ataques al honor y amenazas de detención”. “Ante esta alarmante situación, desde el foro expresamos nuestra solidaridad absoluta e incondicional con todas las víctimas de estas campañas de difamación, ya sean defensores de los derechos humanos, periodistas independientes o sus familias”. “Insistimos especialmente en nuestro apoyo a la activista Afaf Bernani y al periodista Taoufik Bouachrine y su esposa, dada la magnitud y virulencia de los ataques contra ellos”, agrega.

El foro exige que se lleve a cabo “una investigación seria y exhaustiva para identificar a los autores e instigadores de estas campañas de difamación y garantizar que comparezcan ante la justicia” y reclama a la fiscalía “que ejerza sus prerrogativas para garantizar la aplicación estricta de la ley con respecto a estos actos de difamación”.

En 2021 Raisuni fue condenado a 5 años de cárcel por el presunto "asalto sexual" a un homosexual por unos hechos que se remontan a 2018, cuando el reportero realizaba un reportaje sobre la comunidad gay, una orientación sexual penada en Marruecos con cárcel. Raisuni ha negado siempre los cargos y protagonizó una huelga de hambre que casi le cuesta la vida. Su juicio sin garantías judiciales fue censurado por la ONU y las organizaciones de derechos humanos.

En una carta remitida la semana pasada a este diario, el periodista marroquí aseguró que las campañas de difamación "han redoblado su violencia tras su citación por el Tribunal de Apelación de Bruselas, en calidad de parte civil en el caso en el que parlamentarios europeos están siendo procesados por haber recibido sobornos de funcionarios marroquíes y qataríes (audiencia del 7 de enero de 2025), y también tras la sentencia judicial contra la empresa israelí NSO a favor de WhatsApp, por un tribunal de Florida, en el caso del programa espía Pegasus que los servicios secretos marroquíes utilizaron para espiar su teléfono".