Es la mayor factura que paga el Estado cada mes. En diciembre rozó los 13.000 millones de euros. Es la consecuencia de tener un país demográficamente envejecido y que ha visto cómo los perceptores de pensiones no dejaban de aumentar de año en año. Al cierre del 2024 los pensionistas en España eran ya 9,3 millones. Pero bajo esas grandes cifras se esconde otra realidad, la de la llamada ‘España vaciada’. Además de despoblada y envejecida se está quedando cada vez con menos pensionistas.

Provincias como Zamora, Lugo o Teruel tienen hoy miles de pensionistas menos que hace sólo quince años. Son las tres únicas provincias que han visto reducir su nómina de perceptores en un país que desde 2009 ha ido sumando nada menos que 1,47 millones de pensionistas. En los últimos tres lustros los incrementos de jubilados y beneficiarios de algún tipo de pensión se ha incrementado en algunos casos en hasta un 45%. Es el caso de Canarias. Lo ha hecho en un 31% en el caso de Madrid o en un 29% en las Islas Baleares.

Pero en las zonas menos pobladas de nuestro país, además de sin nuevos habitantes se están quedando cada vez con menos pensionistas. El caso más llamativo es el de Zamora, que en los últimos quince años ha perdido 3.875 perceptores, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Supone un descenso del 8%. En Lugo, la segunda provincia con las pensiones más bajas de España, -1.153 euros-, tras Ourense -1.060 euros-, la situación es similar. En términos absolutos ha perdido incluso más pensionistas en este periodo: 4.623. La tercera de las provincias con un saldo de perceptores negativo en los últimos quince años es Teruel. Aquí la perdida es mucho menor, apenas 160 pensionistas menos.

Impacto demográfico

Lo que es seguro es que la situación se agudizará en los próximos años en otras zonas del país. Los datos reflejan que en casos como los de León, Soria u Ourense el saldo es positivo sólo por un estrecho margen. En el primer caso, el de la provincia de León, actualmente cuentan sólo con 406 pensionistas más que en 2009, un 0,3% más. En Soria son apenas 301 más, un 1,5% por encima de los que había hace tres lustros. En Ourense sólo representan un 1,3% de incremento y en comunidades autónomas como Asturias la población de pensionistas respecto a entonces sólo ha aumentado un 3,1%.

En cambio, en el resto de España la curva de perceptores no ha dejado de crecer. En la mayoría de casos lo ha hecho con incrementos por encima del 15%. En Euskadi son un 17% más, en Navarra un 21% y en Murcia y la Comunidad Valenciana un 20%.

Hablamos de una realidad, la del envejecimiento de la población, que ha convertido a los jubilados en un sector social demográficamente muy relevante. Hoy casi uno de cada cinco habitantes de nuestro país es pensionista. Los 9,3 millones de perceptores tienen una edad media de 73,1 años en el caso de las mujeres y de 70,7 años en el de los hombres.

Grandes diferencias

La jubilación es la razón en la mayoría de los casos, en el 69% -6,43 millones- seguida por las pensiones por razón de viudedad que representan un 16% -1,5 millones de perceptoras-. La incapacidad permanente supone una de cada diez -991.000-.

En muchos casos los territorios con menos población y que han visto cómo disminuía incluso su número de pensionistas son también los que registran unos menores índices de desarrollo industrial y empresarial. Una realidad que en algunos casos se traduce en niveles de percepción de pensión muy inferiores al de otras regiones. Es el caso de Lugo con una media de 1.153 euros, muy por debajo de los 1.394 euros de pensión media que se registró en España al cierre de 2024. También Zamora se sitúa por debajo de la media nacional con una pensión tipo de 1.169 euros. Teruel se acerca con los 1.358 euros de media.

Estas situaciones distan mucho de las que presentan regiones económicamente más industrializadas y ricas del país y que también tienen reflejo en el importe de sus pensiones. Es el caso de Euskadi, que encabeza el ranking de pensionistas con mejores pensiones: 1.726 euros de media, casi 600 euros más que un pensionista medio de Extremadura, con 1.139. Madrid ocupa el segundo lugar entre las pensiones más elevadas con 1.598 euros, casi lo mismo que Navarra, con una media de 1.583 euros al mes al cierre del año pasado o los 1.491 de Cataluña.

Ourense, la pensión más baja: 1.060 euros

Ourense con 1.060 euros de media registra la pensión más baja de España, seguida por Badajoz, con 1.134 euros, Cáceres con 1.147 eros y Lugo con 1.153 euros. Las estadísticas arrojan sin embargo situaciones incluso peores, con pensiones mínimas por debajo de los 500 euros. Es el caso de más de 461.000 perceptores.  

Por tramos, entre los 9,3 millones de pensionistas las diferencias son muy importante. En función de lo cotizado y el tipo de trabajo ejercido, el resultado una vez jubilado arroja una horquilla amplísima de situaciones. En España no son pocos los que reciben cada mes una pensión por encima de los 3.000 euros. Algunos, por estar vinculados a regímenes especiales como el de la minería. Forman parte de esa lista de 748.000 jubilados 'ricos' con las pensiones más altas, por encima de los 3.000 euros. A ellos se suman otro 1,2 millones de pensionistas que mensualmente tienen derecho a entre 2.000 y 3.000 euros.

El grueso de los perceptores, más de siete millones, oscila entre los más de 500 euros y un máximo de 2.000. Casi la mitad de ellos figura en la franja de pensiones de entre 500 y 1.000 euros y el resto logra escalar en algunos casos hasta los 2.000 euros mensuales de pensión.