El Gobierno no se muerde la lengua con los jueces. Desde hace mucho tiempo. Pero esa estrategia ha ido a más conforme se han ido multiplicando los frentes judiciales que afectan al Ejecutivo o al entorno del presidente y se ha apuntalado entre los socialistas la sensación de "cacería" y "acoso". Este martes volvió a comprobarse: la ministra portavoz, Pilar Alegría, se expresó en términos muy duros contra el magistrado del Tribunal Supremo que instruye la causa contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz: le señala sin "pruebas", sin base suficiente. Y defendió que inferir, como hace el juez Ángel Hurtado, que el ministerio público filtró el correo del novio de Isabel Díaz Ayuso a la Moncloa, es una mera "elucubración".

El Gobierno ha apoyado de manera rotunda todo este tiempo a García Ortiz. Sin fisuras. Ya lo ratificó Pedro Sánchez en su rueda de prensa de balance de 2024. Ayer lunes, Hurtado le citó para que declare como investigado el 29 de enero, y también tendrá que hacerlo un día después la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, y el 5 de febrero también tendrá que acudir al Supremo la mano derecha del fiscal general, Diego Villafañe, el teniente fiscal de la Secretaría Técnica. Lo hizo en un auto muy contundente en el que considera apuntalada la presunta participación de la Fiscalía en la filtración de las comunicaciones confidenciales que se cruzaron la defensa de Alberto González Amador, pareja de Ayuso, con el ministerio público, para llegar a un pacto de conformidad que le evitase la cárcel por presunto fraude a Hacienda. El escrito de Hurtado subraya que el correo objeto de la filtración circuló "con salida" de la Fiscalía "y destino Presidencia del Gobierno", "y de ahí" al digital El Plural.

Hemos conocido un auto donde no hay ninguna prueba concreta que señale al fiscal general, por eso también entenderán que no compartamos la decisión sobre él y su imputación", indica Alegría

Alegría, preguntada por el auto del Supremo en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros de este martes, manifestó primero la "confianza" del Ejecutivo "en la Justicia" para, recalcar, justo a continuación, "sobre todo", la "confianza y apoyo absoluto al fiscal general del Estado". "Máxime, además, cuando hemos conocido un auto donde no hay ninguna prueba concreta que le señale, por eso también entenderán que no compartamos la decisión sobre el fiscal general del Estado y su imputación", esgrimió.

La ministra recordó que el "origen del delito está donde está" y es en González Amador, que "todavía ni ha declarado" por haber cometido presuntamente dos delitos fiscales, pese a que hace casi un año que saltó el caso. Alegría incidió en que "los bulos, las mentiras y las filtraciones" están en otro lado, en la Comunidad de Madrid, porque el jefe de Gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, no dudó "ni un minuto en utilizar todos los recursos y todas las amenazas" para "tapar y proteger" a la presidenta regional y a su pareja. Rodríguez admitió la semana pasada ante el Supremo, cuando fue a declarar como testigo, que filtró parte de los emails del novio de Ayuso y que se inventó que el fiscal retirara el pacto "por órdenes de arriba". Porque fue el equipo de la presidenta madrileña quien hizo creer que había sido el ministerio público el que había ofrecido el pacto a González Amador, cuando sucedió justo al revés. Y fue ese bulo el que intentó desmentir la Fiscalía. "Esa es la realidad y esa es la situación en la que estamos. Por tanto, máximo apoyo y máxima confianza en el fiscal general del Estado", reiteró Alegría.

La ministra recuerda que "el origen del delito está donde está", y es en González Amador, el novio de la presidenta madrileña, que "todavía ni ha declarado" por la comisión de dos presuntos delitos fiscales

Preguntada sobre el itinerario que siguió ese mail de la defensa de González Amador —"salida" la Fiscalía y "destino" la Presidencia del Gobierno"—, la ministra señaló que el Ejecutivo no quiere entrar a valorar "elucubraciones". "Porque son elucubraciones, no hay ninguna base documental, estamos en un Estado de derecho y las afirmaciones se tienen que sustentar en indicios y aquí es que no los hay", sostuvo.

Aún queda recorrido a la investigación del instructor, pero cabe la posibilidad de que finalmente se pueda procesar al fiscal general y abrírsele juicio oral. También en ese caso el Ejecutivo promete mantener su apoyo. Alegría apuntó que prefiere ser "prudente" sobre "futuribles", pero "lo que sí que le puedo garantizar es que este Gobierno siempre va a apoyar a quien persigue el delito y no a quien lo comete. Por lo tanto, sí, vaya por delante de nuevo la confianza y el apoyo absoluto del Gobierno al fiscal general del Estado", concluyó.

Menos política hiperventilada y más explicaciones", responde la portavoz a la definición del caso como un nuevo Watergate por parte de Ayuso

Ayuso calificó este martes de nuevo Watergate el caso por el que se investiga a García Ortiz. "Menos política hiperventilada y más explicaciones", respondió Alegría desde la Moncloa. "Va a pasar ya un año que la señora Ayuso, en una declaración pública, nos vino a explicar a los españoles que quien debía dinero a quién era Hacienda a su pareja, pues fíjense que anda que no ha llovido", sostuvo la ministra, que reiteró que "el bulo y las filtraciones absolutamente interesadas" están en otro tejado, en el de Miguel Ángel Rodríguez.