Le han salido al Gobierno dos claras chinas en el zapato. Una es Junts, a quien el Gobierno parece desafiar negándose a tramitar una proposición de ley para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza, tal y como pretendía Carles Puigdemont. Este jueves lo rechazará la Mesa del Congreso de los Diputados con el voto de los representantes de PSOE y de Sumar. Habrá qué ver cuál es la decisión del prófugo de la justicia este viernes, día en que ha convocado a la dirección de su partido para analizar las consecuencias de ese rechazo.

Pero no hay que perder de vista a Podemos, formación que ha rechazado de plano la propuesta de vivienda -que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solemnizó el pasado lunes-, para no dejar títere con cabeza. Ya hubo una primera reacción de la secretaria general de este partido, Ione Belarra, y de sus coportavoces. Pero por si el mensaje no había quedado lo suficientemente claro, el órgano de expresión de los morados, Diario Red, ha publicado un largo editorial en el que bajo el título "Están jugando con fuego" -eslogan repetido por sus dirigentes- alerta sobre un "estallido social" a cuenta de uno de los asuntos que más preocupan a la ciudadanía.

Isabel Rodríguez, otra vez en el punto de mira

Vuelven los de Podemos a señalar a la titular de vivienda, Isabel Rodríguez. "No es casualidad tampoco que Sánchez haya decidido nombrar ministra de Vivienda a una rentista y no le parezca estar incurriendo así en ninguna contradicción", escriben. Aluden a la propia declaración de bienes de la ministra en la Cámara Baja. Dijo ser propietaria de tres viviendas en Ciudad Real, algunas con garaje y otras con trastero, dos de ellas al 50 por ciento y una tercera de pleno dominio.

Este ya fue objeto de controversia en el pleno del Congreso, donde la ministra protagonizó un rifirrafe con Belarra el pasado mes de octubre. La líder de Podemos reiteró la acusación de "rentista" y llegó a vaticinarle un futuro como presidenta de la la Asociación de propietarios de Viviendas en Alquiler (Asval), que dirigió el ex alcalde de Barcelona y ex ministro de Industria, el socialista Joan Clos. Rodríguez replicó en ese debate que "a ustedes les interesan mucho mis propiedades. Yo le diré que con mis propiedades que ha mencionado no tengo para pagar ni la mitad del chalet de Galapagar" en referencia a la vivienda de la pareja formada por Irene Montero y Pablo Iglesias en esa localidad de la sierra madrileña

PSOE y PP "defienden los intereses de los grandes especuladores"

Podemos sigue insistiendo en la tesis de la ministra "rentista" para argumentar que socialistas y populares -cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo, presentó el pasado domingo su propia propuesta de vivienda-  "defienden los intereses de los grandes especuladores". Esta coincidencia "estructural entre los intereses económicos" que, a su juicio, defienden las dos principales fuerzas políticas del país, "conduce obviamente a la coincidencia argumental a la hora de intentar hacer pasar sus medidas por las gargantas de la clase trabajadora".

"En España, los buitres y los grandes tenedores se están quedando con las casas para vivir sin trabajar y sin llevar a cabo ningún tipo de innovación a base de extraer cantidades obscenas de dinero de las personas trabajadoras. Si se les sigue alimentando en vez de restringir su acción depredadora, el problema de la vivienda no solo no se va a solucionar sino que se va a agravar y cada vez vamos a estar más cerca de un estallido social", auguran los morados, quienes también advierten del riesgo de empujar a "millones de jóvenes -y no tan jóvenes- hacia la extrema derecha al tiempo que se ensancha una fractura económica y social de desigualdad que ya está partiendo el país por la mitad".

Podemos insiste en la bajada por ley del 40 por ciento del precio del alquiler y prohibir comprar casas que no sean para residir

Al hilo de esta reflexión reiteran dos de sus principales propuestas en materia de vivienda, esto es, "empezar por aceptar la bajada del 40 por ciento del precio de los alquileres por ley y la prohibición total de la compra de viviendas" que no se vayan a utilizar para residir en ellas. De aceptar Sánchez ambos términos "le permitiría contar con los cuatro votos morados para los Presupuestos, matando dos pájaros de un tiro", sugieren los morados. Otra de las exigencias para aprobar la cuentas del Estado de este año pasaba por romper relaciones diplomáticas con Israel, pero no era objeto de este artículo, salvo que la hayan aparcado. En todo caso, estas reivindicaciones han pasado por el filtro de la militancia morada.

Lo cierto es que la propuesta del jefe del Ejecutivo ni siquiera tiene la aquiescencia de su socio de Gobierno, Sumar, que desconocía el contenido del paquete de las 12 medidas presentadas por Sánchez, lo que, de hecho, quedó de manifiesto en la ausencia de representación de los ministros magentas en el acto celebrado en el Museo del Ferrocarril de Madrid. El titular de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, dio la bienvenida al PSOE a las políticas intervencionistas en esta materia, pero le exigió ir "mucho más allá de lo anunciado", incluyendo, por ejemplo, una medida que les aproxima a Podemos, esto es, impedir la compra de viviendas que no vaya destinada al uso habitacional, incluyendo ahí los alquileres de larga duración.