La Policía Nacional y la Guardia Civil, en una operación conjunta, han intervenido 2.883 kilos de cocaína y cuatro armas de guerra a un grupo de narcos que operaba a través del río Guadalquivir. El río andaluz es testigo, cada vez más, de la entrada de grandes cantidades de droga en nuestro país. Para que estas organizaciones puedan trabajar, es necesaria la labor de otros individuos, que se dejan ver con más frecuencia: los petaqueros.

El trabajo de este otro eslabón de las mafias de la droga consiste en dar provisiones a las narcolanchas que fondean alrededor de la costa de Andalucía. Las embarcaciones pueden pasar días, incluso semanas, a varias decenas de metros de la orilla, esperando el momento adecuado para desembarcar la mercancía. Durante ese tiempo necesitan de víveres, agua y algo más importante: combustible.

El año pasado, la Fiscalía Antidroga avisó del aumento de la actividad de estos petaqueros, tal y como reflejó en su Memoria Anual. "El problema va en aumento y se pueden avistar a cualquier hora del día y de la noche. La alarma social es grande, porque no es difícil ver lo que está sucediendo", avisan desde la asociación Jucil de la Guardia Civil.

Los petaqueros están creciendo y trabajan sin impunidad. Principalmente, porque el transporte y almacenamiento de grandes cantidades de gasolina no está tipificado como delito. La Fiscalía lo reclamó en su informe anual, presentado el septiembre pasado. Otros países, como es el caso de Gibraltar, atajó el problema prohibiendo estas actividades en 2021.

Entre otras zonas, Chiclana y el río Guadalete se han convertido en las narcogasolineras de Cádiz. Y lo mismo ocurre en Huelva. El desplazamiento de las rutas de droga desde Algeciras -debido a la presión policial- al resto de puertos de Cádiz y Huelva, así como al Guadalquivir en Sevilla, también explican el incremento de esta actividad.

"Cifras récord"

Ante esta situación, Jucil pide agilizar la aprobación de esta reforma, que ahora debe pasar al Congreso de los Diputados. "Este año volveremos a ver tristes cifras récord, si no se ponen soluciones encima de la mesa". En 2023 -últimas cifras oficiales- ya se avistaron un 48% más de embarcaciones cargadas con petacas de gasolina. Si bien, el problema se extiende a tierra, dado que necesitan una logística organizada para hacer acopio de la ingente cantidad de petacas.

"No nos cansamos de repetir que estamos ante un problema de primer orden. Nos enfrentamos cada vez a grupos mejor organizados y con muchos medios, tanto marítimos, como de comunicaciones y tecnología. Y también más violentos, dotados de armas en la mayor parte de los casos. Necesitamos más medios técnicos y humanos, porque estamos arriesgando nuestra vida", insiste el delegado de Jucil en Cádiz, Agustín Domínguez.

A esto se suma la falta de medios materiales. La Guardia Civil cuenta en Andalucía con 19 embarcaciones, de las cuales sólo siete están operativas. En 2023, últimas cifras disponibles, en Andalucía se incautó el 69% del total de hachís en España y el 23% de la cocaína, con 247 y 27 toneladas, respectivamente.

El Congreso puede legislar

A finales de septiembre, el Congreso de los Diputados dio un paso importante para poner coto a la actividad de los petaqueros. La cámara baja aprobó una Proposición no de Ley (PNL) del Partido Popular para cambiar las leyes y que se impongan infracciones penales, no sólo administrativas. El PSOE, Sumar y EH Bildu votaron en contra. El PNV se abstuvo.

La propuesta de los populares subraya la necesidad de convertir en delito la "tenencia de gasolina como delito autónomo, cuando ésta supere ciertas cantidades y que se posibilite el decomiso de los instrumentos, vehículos o embarcaciones, con las que se cometen estos delitos, y el combustible".

En el texto se apunta al artículo 568 del Código Penal para que el petaqueo sea considerado un "delito autónomo". Para ello habría que penar "la tenencia y transporte de gasolina, cuando supere ciertas cantidades, usando vehículos a motor en embarcaciones de menor porte". La idea del PP es limitar a "20 litros la posibilidad de almacenamiento y transporte de gasolina sin permisos o licencias; y regulando la obtención de licencias con requisitos concretos en el almacenamiento y transporte de cantidades entre 20 y 100 litros".